Hay un video en Youtube que cuenta la experiencia de un tal Alec Brownstein, que usó Google Ads para conseguir la atención de los Directores Creativos para los que quería trabajar.
Anticipándose a la vanidad de éstos, puso un anuncio que decía “Googling yourself is a lot of fun. Hiring me is fun too” cuando los Directores Creativos en cuestión buscaban sus nombres en Google. Le costó solo 6 dólares, le ofrecieron dos trabajos y ahora es creativo en una importante agencia publicitaria en Nueva York.
Otra persona hizo una pequeña fortuna a sacando partido de las búsquedas en Google. Ideó un algoritmo que identificaba las búsquedas más comunes que arrojaban menos resultados. La palabra ganadora resultó ser “Loro”. Se fue a un zoo importante y pidió hablar con el mayor experto en loros que tuviera, para proponerle escribir un libro sobre estos animales. Publicaron el primer capítulo online, el resto se podía descargar previo pago. El primer mes consiguieron cientos de miles de dólares, un año después varios millones.
