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lunes, 4 de enero de 2021

Poner precio a las cosas

La mentalidad capitalista nos lleva a pensar en términos de precios, de coste, de beneficio. Somos mercenarios que venden su tiempo y habilidades al mejor postor, pero buena parte de nuestro esfuerzo no existe en ese mercado. Ayudamos a nuestros hijos a hacer los deberes, a pintar la casa a un amigo, le dedicamos horas y dinero a ayudar en el casal de la Falla, nos involucramos en alguna actividad con los amigos que requiere un esfuerzo relevante, trabajamos como voluntarios en alguna organización u ONG o escribimos unas líneas cuando encontramos tiempo.

Es el mercado el que decide qué actividades forman parte de él. Darle patadas a una cosa esférica, dependiendo del contexto, es algo absurdo o algo extraordinariamente lucrativo, si hay suficiente gente que quiera poner dinero para verlo.

sábado, 2 de enero de 2021

Cuenta de Resultados y Divorcios

Las empresas miden el resultado de un año, sus pérdidas y ganancias, y definen el éxito o fracaso del mismo a través del número que obtienen. Se cumplen o no se cumplen objetivos en gran medida en función de si la cuenta de resultados muestra el número que se habían marcado.

Pero medir el éxito y el fracaso de lo que sucede en un año sólo pensando en lo que ha sucedido ese año tiene un punto de riesgo. Porque el éxito o el fracaso de hoy no tiene sólo que ver con lo que hemos hecho en los últimos 12 meses, sino en el trabajo que se ha desarrollado en los últimos años. El origen del beneficio de hoy puede estar en el trabajo que se ha hecho con la "imagen de marca" durante 10 años, los productos que vendes hoy se han desarrollado durante años, antes de que te los quitaran de las manos en las tiendas. De la misma forma, las pérdidas de hoy pueden estar relacionadas con malas decisiones tomadas hace tres o cinco años.

Es cierto que existen mecanismos contables que tratan de gestionar este tipo de efectos, como las amortizaciones que distribuyen el gasto a lo largo de los años en los que se va a utilizar un determinado activo. Pero más allá de lo que se puede cuantificar objetivamente existe una serie de decisiones más intangibles que no se van a reflejar en una cuenta de resultados. Una mala estrategia comercial o de desarrollo de productos puede lastrar la cuenta de resultados durante años.

Llevándolo al terreno personal, es como que alguien tenga un mal año debido a un divorcio. La "cuenta del resultado" del año puede mostrar un año horrible, pero el divorcio seguramente se ha ido gestando durante los años anteriores, a pesar de que la "cuenta de resultados" de esos años no lo refleje. Si los años anteriores no se ha "contabilizado" adecuadamente cosas como el tiempo dedicado a tu pareja, las conversaciones intimas, los regalos inesperados, las relaciones sexuales verdaderamente deseadas por ambos, o las sonrisas, el aparentemente satisfactorio buen resultado de los años anteriores fue solo un espejismo, la hecatombe se estaba gestando frente a tus ojos y no te estabas dando cuenta.   

viernes, 1 de enero de 2021

Monopoly y pasos de cebra

Hace poco leí una broma en Twitter que decía algo así como "lo difícil no es emprender, lo dificil es tener un padre que tenga dinero".

La movilidad social es más una ilusión que una realidad, si naces en una determinada clase social lo más probable es que permanezcas toda tu vida en ella. Y una de las razones que permite esta perpetuación de unos cuantos arriba de la pirámide es psicológica. Diversos estudios muestran menor empatía para la gente que tiene más dinero; en un curioso experimento usando el Monopoly se ve como personas que consiguen ganar el juego partiendo con ventaja no atribuyen su éxito a las ventajas que arbitrariamente han disfrutado sino que vinculan su éxito a su habilidad en el juego y se vuelven más arrogantes; incluso la probabilidad de ceder el paso a un peatón a punto de cruzar un paso de cebra se reduce drásticamente si la persona conduce un vehículo de alta gama.

Puede que no vivamos en un sistema de castas tan descarado como el que se puede vivir en otras sociedades, pero las castas están ahí, aunque no las veamos.

martes, 29 de diciembre de 2020

China, India

En China e India hay 3.240 millones de personas, un tercio de toda la población mundial. China todavía tiene un poco más de población, 1.440 millones, pero India, con 1.380 la superará pronto.

Una diferencia relevante entre los dos países es la edad media, en China es de 38 años, mientras que en India es de 28 años. Esto implica que China va a tener por soportar una proporción mayor de jubilados frente una India con una población activa mayor, lo que puede tener un impacto geopolítico muy importante en las próximas décadas.

Toda época ha tenido potencias que han rivalizado por la supremacía, desde los griegos frente a los persas, los romanos frente a los cartagineses, los turcos frente a los europeos, los españoles frente a los ingleses, los ingleses frente a los franceses, los alemanes frente a, bueno, todos, los americanos frente a los rusos...

India frente a China va a ser el gran enfrentamiento de la segunda mitad del siglo XXI. No tenemos que olvidar que comparten una frontera común que ya ha provocado varios conflictos armados en los últimos 50 años.

Esperemos que el desarrollo económico, el "factor pacificador" más importante que existe, en estos dos países sea lo suficientemente grande como para evitar conflictos armados a gran escala.


Blood Spilled on China-India Border: Diplomat | YaleGlobal Online

lunes, 28 de diciembre de 2020

Caballos y farolas

Nunca se sabe con estas cosas de las citas, pero en muchos sitios en Internet puedes encontrar que Einstein dijo algo así como "si tuviera sólo una hora para salvar la Tierra, utilizaría 55 minutos para entender el problema y 5 minutos para ejecutar la solución".

Una correcta definición del problema es esencial para resolverlo, porque puedes acabar resolviendo algo que no aporta nada o que no tiene en cuenta el cambiante contexto que nos rodea. Hace más de cien años, ante la necesidad de la gente para llegar más rápido a los sitios, si en tu equipo hubieras tenido entrenadores de caballos te hubieran dicho que la solución era conseguir que los caballos corran más, pero ahí fuera estaba esa nueva, ruidosa y aparentemente incómoda nueva tecnología, el automóvil.

Pero uno de los problemas es la creatividad, tanto en la definición del problema como en el diseño de la solución. Es habitual que los grupos que definen el problema estén llenos de "entrenadores de caballos", que individualmente pueden ser muy creativos, grandes poetas incluso, pero que ven el mundo en términos de herraduras, sillas de montar y alfalfa. Y luego están los que tienen la creatividad y la flexibilidad de una farola. Este tipo de perfiles son los que dominan los puestos relevantes en las empresas, los que deciden donde gastar el dinero.

Mejorar los "niveles de creatividad" en las áreas de decisión es fundamental para cualquier organización.

jueves, 24 de diciembre de 2020

Efecto Lameculista

Satisfacer al jefe. Por temor a potenciales repercusiones que puedes sufrir si no lo haces, o porque te sale del alma.

Estos últimos son los pelotas natos, los lameculos innatos. Debe existir una proporción entre la población con esta propensión, proporción derivada de alguna combinación entre genética y efectos medioambientales. Siempre los ha habido, y siempre los habrá.

Lo peor es la cultura pelota que se puede generar en una organización si se dan las condiciones adecuadas. Unos jefes autoritarios, unas condiciones macroeconómicas poco estables, un nivel de desarrollo burocrático que hace que se diluya la relación entre responsabilidad, esfuerzo y resultados. Toda una organización puede convertirse en una organización gobernada por impulsos lameculistas: reuniones en las que, una y otra vez, no se dice nada coherente; falta de debate que desafíe las ideas que la gente propone; agachamiento generalizado de cabeza por el sentimiento derrotista de pensar "que le den por culo a todo, en cuanto pueda salto del barco"; falta de credibilidad en cualquier cosa que te digan...

Este es un riesgo que es directamente proporcional al tamaño de la organización, porque cuanto más grande es, más probable es que se den las circunstancias que lo favorecen.

A mayor tamaño, mayor lameculismo.

lunes, 21 de diciembre de 2020

Cuidadín con lo que medimos

El sociólogo Donald T. Campbell describió el efecto perverso de los indicadores sociales para medir el éxito de un proceso, algo que se conoce como la Ley de Campbell.

Su observación sugiere que cuanto más utilizado sea un indicador social cuantitativo para la toma de decisiones, mayor será la presión a la que estará sujeto y más probable será que se corrompa y distorsione los procesos que se supone que tiene que medir. Algo así como un principio de incertidumbre social, según el cual no se puede medir o asignar recursos utilizando el mismo indicador.

Los ejemplos que leo sobre esta ley están centrados en cosas como el proyecto estadounidense "No Child Left Behind", una política que pretende que ningún niño se quede detrás en las actividades docentes. La perversión de esta política es que para conseguir los objetivos marcados el currículum académico se relaja.

Si lo trasladamos a la economía, el indicador estrella de cualquier empresa es la cuenta de resultados, un indicador definitivamente muestra la salud de una organización pero que al convertirlo en objetivo pervierte el funcionamiento de toda la empresa para conseguir un buen número, aunque la fortaleza de la organización para el futuro se vea comprometido.

Si lo trasladamos a la política, el número de escaños en el parlamento es el verdadero objetivo de cualquier partido político. Las decisiones que un partido toma están en función de como afectan a los escaños en una elección futura, no en función del bienestar de los ciudadanos.

 

lunes, 14 de diciembre de 2020

Información Imperfecta

Cuando estudiaba economía en la universidad se utilizaba mucho la expresión algo así como "en un mercado con información perfecta", haciendo referencia a que los modelos que se explicaban asumían que todos los consumidores y productores tienen a su alcance toda la información relevante del mercado.

Esto no era un planteamiento realista a principios de los 90, cuando yo lo estudié, y no lo es incluso hoy en día, con todo el poder de internet en nuestras manos. Si algo hace internet es, por paradójico que parezca, provocar más confusión y fragmentación, más posibilidades de bulos y de polaridades.

La información perfecta es una ilusión.

sábado, 12 de diciembre de 2020

Trabajar desde casa, en Sri Lanka...

Mucha gente se frota las manos por la imparable tendencia, auspiciada por la pandemia, de trabajar desde casa. No más atascos, no más trayectos interminables en el metro, poder prepararte un café en la cocina de tu propia casa, poder preparar el desayuno a los niños, llevarlos al colegio...

Y muchas de esas cosas están muy bien, pero nada en este mundo es gratis. Esta tendencia viene con el riesgo de que las empresas se den cuenta de que si el trabajador puede trabajar desde casa puede, de hecho, trabajar desde cualquier casa. No hace falta que esté cerca de la empresa, en la misma ciudad, en la misma provincia, o incluso en el mismo país. El trabajo desde casa favorece el outsourcing de muchas funciones dentro de una empresa, lo que implica que tu trabajo lo puede hacer alguien desde Sri Lanka. 

viernes, 11 de diciembre de 2020

Agujeros

John Maynard Keynes es uno de los grandes pensadores del siglo XX. Defendió la necesidad de un Estado que interviniera la economía en determinadas situaciones, ya que el libre mercado, por sí sólo, no es capaz de solucionar los momentos de crisis, provocando situaciones de desempleo demasiado prolongadas en el tiempo.

A mí, que estudié la Licenciatura de Empresariales, me impactó aquel planteamiento de Keynes de que es mejor que el Estado meta dinero en botellas, las enterrierre en una mina, y deje que empresas privadas lo desentierren, que no hacer nada. Simplificando, pagar para que unas personas hagan agujeros para que otras los tapen. La lógica es que esto genera actividad, la actividad confianza y ésta a su vez más actividad.

¿No es la Economía en la que vivimos una versión a gran escala de este concepto? Muchas de nuestras necesidades son agujeros que han sido creados para que otros los rellenen. Necesitamos coches para ir a trabajar, para ir a comprar, porque nuestros trabajos y lugares de compra están cada vez más alejados. El tiempo libre es un agujero que tiene que ser cubierto con con canales de televisión, con vacaciones a lugares lejanos, con espectáculos deportivos. Y en situaciones más excepcionales los agujeros son creados por una guerra, por la contaminación con la que todos nos ensuciamos, por una pandemia, agujeros que tienen que ser rellenados.

Toda la economía en la que basamos nuestra existencia, todo nuestro estilo de vida, depende de crear un agujero para luego rellenarlo.

domingo, 22 de noviembre de 2020

¿Qué han hecho los romanos por nosotros?

La broma de los Monty Python sobre que han hecho los romanos por nosotros (el acueducto, el alcantarillado, las carreteras, los baños públicos, el vino, la educación...) puede aplicarse al capitalismo.

El capitalismo, como los romanos, tienen un lado opresor, hasta malvado, pero también nos ha traído cosas que no han estado mal. Más como un efecto colateral que como un objetivo en sí mismo, pero cosas beneficiosas en todo caso. La esperanza de vida ha aumentado, la educación, se ha reducido la violencia en las sociedades, la gente disfruta de "vacaciones" , algo que antes no existía ni como concepto...

De la misma forma que las fuerzas de la "Evolución" parten de una raíz egoísta, el instinto de supervivencia, para desarrollar todo el árbol de la vida, el "Capitalismo" utiliza su motor egoísta, el beneficio propio, para desarrollar la economía y la calidad de vida de los individuos.

El capitalismo tiene que evolucionar para ser menos dañino, para minimizar los efectos perversos en los individuos, en la sociedad y en el medio ambiente, pero no seamos como los revolucionarios del sketch de los Monty Python, reconozcamos que algo ha hecho por nosotros.

viernes, 20 de noviembre de 2020

Confusiones

 Las organizaciones pierden agilidad con el tamaño. En cuanto crecen se fragmenta la responsabilidad, se pierde de vista el impacto, se incrementa la burocracia.

En el contexto de nuevas tecnologías, que permiten el desarrollo de nuevas formas de colaboración, de incremento de la complejidad, tanto en la gestión como en el mercado, de la importancia de la innovación, por su frugalidad y lo rápido que es copiada, la supervivencia de las empresas depende de como estructuran sus organizaciones pero todavía no existe un modelo claro, los gestores todavía basan sus decisiones en mentalidades del pasado, saben que algo no funciona pero no atinan con las teclas para arreglarlo.


jueves, 19 de noviembre de 2020

Feudalismo Multi-nacional

Amazon, Apple, Coca-Cola, Shell, Ford, Toyota, Unilever, Accenture, ExxonMobil, IBAM, Microsoft, Glencore, Samsung, Nestlé, Google, Vodafone, McDonald's, Alibaba, Facebook...

Todas estas empresas son multinacionales, con un producto interior bruto mayor que el de muchos países. Como el término "multi-nacional" indica, son organizaciones que van más allá de las fronteras de los países de los que surgieron, con el tiempo el centro de todas ellas se difumina, decisiones empresariales que las hacen gravitar hacia los lugares con impuestos más laxos, la fuerza de trabajo se distribuye hacia los lugares con mano de obra más barata, los países rivalizan por obtener sus inversiones, sus innovaciones afectan al desarrollo de una región, de una nación, de todo el planeta.

Sin querer caer en razonamientos conspiranoicos, la realidad es que la gestión de estas empresas no se rige por principios democráticos, sino por principios de propiedad privada. Todo el extraordinario poder que estas empresas poseen no está regido por principios relacionados con el bien común, sino con principios relacionados con la maximización del beneficio.

La sensación es la de vivir en una nueva versión de feudalismo en la que unos oligarcas tienen todo el poder y el resto somos siervos que contribuyen a su riqueza.

viernes, 13 de noviembre de 2020

Puertas en el campo

Los trabajadores que tienen más opciones para trabajar desde casa suelen tener sueldos más altos. La gente que trabaja en supermercados, gasolineras, hospitales, almacenes... ganan menos y se arriesgan más.

Y encima Covid-19 contribuye a que los que trabajan desde casa ahorren más. Transporte, comida, ropa, un pequeño ahorro todos los meses que no viene nada mal, una nueva fuente de desequilibrio entre los que tenían más y los que tenían menos.

Tanto es así que los economistas del Deutsche Bank proponen crear un nuevo impuesto para los que trabajan desde casa, dinero que podría ser desviado hacia los que no pueden trabajar desde casa.

Tiene sentido. Pero también no lo tiene. La economía y la sociedad cambia, los ritmos se aceleran, hay ganadores y perdedores. ¿Suavizamos la transición o la aceleramos?

domingo, 8 de noviembre de 2020

Por mis santos coj...

Tiene mucho merito crear una empresa y hacerla rentable, y tiene un mérito enorme hacerla crecer y crecer hasta que tenga un tamaño que sobrepasa todas tus expectativas.

Puede llegar un momento en el que la empresa tiene miles y miles de empleados en mucho lugares del mundo, y ganas tanto dinero que tus asesores financieros te aconsejan las mejores formas de evitar impuestos.

Pero cuando llega a cierto tamaño y al dueño original le sale el dinero por las orejas, ¿puedes hacer lo que se te antoje con la empresa? Puedes decidir cambiar el lugar de la fábrica, de las oficinas, afectar la vida de miles de familias con tus decisiones. Llega un momento en el que los empleados parecen más súbditos de una propiedad feudal que trabajadores que contribuyen al beneficio de al empresa, que el paternalismo del propietario es tan atosigante que parece que si no estás eternamente agradecido pareces un traidor a la causa de la cuenta bancaria del dueño.

Llega un momento en el que el dueño se endiosa y toma decisiones basadas en sus santos cojones.

jueves, 29 de octubre de 2020

La invisible mano subvencionada

Para los defensores del libre mercado Adam Smith es algo así como Abraham para los cristianos, judíos y musulmanes. Su "mano invisible" es el argumento que utilizan para justificar que los mercado se ajustan solos, que no hace falta la intervención del Estado.

Yo no estoy en contra del concepto de la mano invisible, creo que es una metáfora que explica bien como se llegan a equilibrios en sistemas caóticos, lo que no acepto es que esos equilibrios sean siempre justos, de ahí que defiendo la intervención del Estado.

Lo interesante de los puntos de vista que defienden a ultranza la no intervención del Estado es que no se dan cuenta de la relevancia del Estado en el crecimiento de los paises.

Por ejemplo, en Estados Unidos, su éxito tecnológico, con sus grandes compañías como Apple, Google o Facebook, hunden sus raíces en las grandes inversiones públicas que supuso la conquista de la Luna. O las desorbitadas inversiones en armamento, con todas las guerras en las que ha estado involucrado desde la Segunda Guerra Mundial. O el imperialismo político que ha llevado de la mano a las empresas estadounidenses a ocupar todos los lugares del planeta, desde Coca-Cola a McDonalds o Disney.

Invisible, invisible, lo que se dice invisible... 

lunes, 26 de octubre de 2020

Transiciones a tutiplén

De coches que utilizan combustibles fósiles a coches eléctricos, de consumo masivo de carne a consumo más vegano, de tiendas físicas a compras virtuales, de presencia física para trabajar a trabajar en remoto, de dinero físico a dinero virtual, de globalización al resurgimiento de nacionalismos...

Nada es estático, todo cambia, todo siempre ha cambiado. Pero el ritmo de cambio continúa acelerándose, los historiadores verán este siglo XXI como el comienzo de una nueva era. 

martes, 29 de septiembre de 2020

Están en todas partes

Miro a mi alrededor y veo IKEA, veo Amazon, veo Google, veo Microsoft, veo Apple...

¿Qué proporción del dinero que gano va a estas multinacionales?

miércoles, 16 de septiembre de 2020

Jugando con fuego

Lo del Brexit no lo termino de entender del todo. Como concepto estoy en contra. La idea de la Unión Europea es buena, es necesaria, eso de construir organizaciones que vayan más allá de los decimonónicos estados nacionales. Pero reconozco que su implementación es tosca, mal vendida, no lo suficientemente ilusionante y entendida. Así que en el mundo populista en el que vivimos entiendo que haya quien aproveche la confusión para retroceder a las ideas antiguas. Es una especie de momentáneo impulso reaccionario en un mundo que se dirige hacia la globalización de una forma irremediable.

Pero al mismo tiempo creo que todos los estados nacionales, todos, están sucumbiendo gotita a gotita a esa globalización. Las organizaciones supranacionales están en todas partes: desde las empresas multinacionales, a las comunicaciones, a nuestro supermercado. Las legislaciones tienen que adaptarse a este nuevo contexto y, por ejemplo, ante la aceleración de lo de trabajar desde casa que conlleva la aparición del Covid-19, será habitual en pocos años que una pyme tenga entre sus trabajadores gente que viva en diferentes continentes.

Así que lo del Brexit, a corto plazo, es una gotita en un océano, a largo plazo se verá como una anécdota. El problema es que esa gotita está en la parte del océano en la que yo vivo, y más allá de las dinámicas macroeconómicas, nos va a afectar a unos cuantos. Y alarma que los que están negociando por la parte británica son unos descerebrados que no entienden de la misa la mitad.

Así que a ver con qué consecuencias nos vamos a enfrenar, en el corto plazo.

lunes, 14 de septiembre de 2020

Tanques y oficinas

¿Tiene sentido invertir miles de millones en que el ejército renueve tanques, aviones o barcos? En la época de los ataques terroristas, de los hackers informáticos, los riesgos no están en una invasión a la antigua usanza. De la misma forma que los fabricantes de espadas dejaron de ser importantes hace más de doscientos años, los ejércitos tienen que repensar si vale la pena en invertir en las armas habituales en el último siglo.

Las empresas tienen desafíos parecidos hoy en día. ¿Invierten en edificios de oficinas donde los trabajadores se concentren para trabajar? ¿O invierten en la infraestructura necesaria para permitir el trabajo en remoto? Los tiempos cambian, y las dueños de las zonas de oficinas en las ciudades ya se están planteando reorientar su uso a viviendas.