lunes, 13 de febrero de 2012

De sermones y quitar lo bailao

Según Roy F Baumeister, resistir los impulsos, pensar en el largo plazo más que en el corto, es la clave de la felicidad, consejo que defiende en su libro "Willpower: Rediscovering Our Greatest Strength".


Diferentes estudios muestran como en promedio las personas que tienen más autocontrol y poder de voluntad acaban teniendo mejores resultados académicos, profesionales e incluso sentimentales. 


El clásico experimento de los 60 en el que se ofrecía un dulce a un niño en el momento o dos si esperaban 15 minutos los clasificaba entre los que no podían resistirse a la gratificación instantánea y los que se aguantaban las ganas para doblar la ración. En seguimientos posteriores a estos últimos les iba mejor, y otros experimentos han corroborado que este factor es un importante "predictor" de la cosa de la vida.


Lo bueno es que parece que esta estoica capacidad puede entrenarse: cuida tu dieta, no trates de hacer demasiadas cosas al mismo tiempo, sigue rutinas, evita ponerte en el camino de la tentación...






Desde luego lo del tipo este suena a sermón dominical, que parece que nos está hablando un jesuita, pero la verdad es que tiene sentido. Es una putada que no haya un estudio que diga que vivir al límite, dejarte llevar por los deseos, la lujuria y la gula sea lo mejor para ti y para los tuyos...


Así que mejor buscamos, una vez más, el termino medio.

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