Las nuevas tecnologías tendrán aplicaciones inesperadas.
Como podría ser el caso de un Confesor Virtual. Le puedes llamar, contarle tus pecados, te escuchará, gracias a sus algoritmos de inteligencia artificial elegirá el tono más adecuado para hablarte, decidirá las penitencias que tendrás que afrontar para redimir tus pecados.
Le empresa que llegara a controlar algo así controlaría el mundo, ya que tendría acceso a todos los secretos más oscuros de las personas.
Quizás este fue el secreto del dominio de la Iglesia Católica todos estos años…
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