Es más fácil mantener el movimiento que arrancar. Requiere menos esfuerzo.
La cantidad de movimiento que tenemos, el momentum, es el resultado de multiplicar la masa por la velocidad. Bueno, eso era antes, la Relatividad y la Física Cuántica hacen este concepto más complicado, por lo de que también tienen momentum partículas sin masa, como los fotones. Pero como concepto, mejor quedarnos con el de Galileo y Newton, mas de andar por casa.
El caso es que la pereza es una versión psicológica del “momentum físico”. Si estás “quietoparao” tienes masa, pero no velocidad y no tienes momentum = tienes pereza. Cuesta un huevo arrancar. En cuanto te pones manos a la obra, ganas momentum, ganas energía.
Conclusion, como lo del tiburón: no pares, sigue, sigue…
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