Ser el primero en llegar, el primero que golpea, no te garantiza que salgas triunfante. Que se lo digan a Napster. Desarrollaron a finales de los 90 un sistema para compartir música que cambió el modelo de negocio de la industria musical, con el intercambio de canciones a través de Internet. La industria sacó músculo judicial y la aplastó, pero abrieron una puerta que fue imposible cerrar.
Hasta tal punto que hace un par de días me encontré un CD en la mesa de la cocina. Mi mujer lo había encontrado en una caja y me di cuenta de que ya no tengo un aparato en mi casa, o en mi coche, para escucharlo. No porque no escuchemos música en mi casa, todo lo contrario, lo hacemos y mucho. Es porque somos usuarios de uno de esos servicios de streaming en los que podemos escuchar lo que nos apetezca a cambio de una subscripción mensual.
En un trastero que tengo en España tengo varias cajas de CD´s que compré durante años, gastando al año una cifra no menor a lo que pago hoy por la subscripción, a cambio ahora de tener más música a mi disposición.
A mí este modelo de negocio me funciona, y la industria musical se ha adaptado a él. Puede que algunos ganen menos, pero el balance global creo que es positivo para todos.
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