Jorge Lanata, periodista argentino, está rodando una mini serie en la que entrevista a personas de diferentes partes del mundo que están desarrollando actividades que pueden tener un impacto significativo en nuestra sociedad globalizada. Es una lista arbitraria, un juego entre la realidad y la ficción.
Lo interesante de este ejercicio intelectual es que insinúa la importancia del efecto de los individuos frente a lo colectivo. Creo que es un campo no del todo estudiado, esto es, como las sociedades en su conjunto pueden dar saltos culturales y científicos gracias a las genialidades de algunos de sus individuos. Estas genialidades pueden surgir porque la sociedad ha puesto a su disposición el caldo de cultivo necesario para que no solo puedan aparecer sino desarrollarse. Por ejemplo, la revolución que supusieron las ideas de Lutero, mas allá del ámbito religioso, fue posible porque la imprenta había aparecido unas décadas antes y la sociedad en la que vivía necesitaba una excusa para enfrentarse al poder establecido, representado por España y la Iglesia Católica.
Pero “caldos de cultivo” similares pueden estar presentes en varias sociedades y sólo en algunas de ellas se da “el salto”. Sin negar todos los factores ambientales y sociales que Jare Diamond detalla en su obra “Colapso”, creo que la presencia de esos individuos especiales es un efecto “mandelbrotiano”, azaroso, caótico, clave en la diferenciación y desigualdad de las sociedades.
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