Había una vez un rey déspota y malvado que obligaba a sus súbditos a visitar cuatro museos el día de su boda, además de coger la pala y plantar un árbol…
No, no es coña. Gurbanguly Berdimuhamedow es el dictador que rige los destinos de Turkmenistán, una ex-república soviética situada al norte de Irán, y ha implantado estas obligaciones cultural-ecológicas con el fin de preservar los valores familiares en la sociedad moderna (pecado venial lo de que él viva con su amante rusa y tenga a la esposa residiendo en Londres).
Pero vamos, que la cosa no está tan mal. El dictador que tenían antes, Saparmurat Niyazov, le cambió los nombres a los meses (el cambio más emotivo fue el de abril, que paso a ser "Gurbansoltan" en honor a su santa madre).
Pero vamos, que la cosa no está tan mal. El dictador que tenían antes, Saparmurat Niyazov, le cambió los nombres a los meses (el cambio más emotivo fue el de abril, que paso a ser "Gurbansoltan" en honor a su santa madre).
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