Se estima que cada año entre 50 y 100 turistas que visitan Jerusalén lo sufren. Quedan impactados por la mística de los lugares santos y se "dan cuenta" de que ellos son el mismísimo Jesucristo.
Síndromes relacionados son el Síndrome de Setendhal, en el que visitantes a lugares tan emblemáticos como Florencia sufren alucinaciones ante tanta acumulación de obras de arte, y el Síndrome de París, que parece que afecta especialmente a turistas japoneses.
Vamos, que como dijo el "Guerrita", torero de finales del XIX, principios del XX, cuando le presentaron a Ortega y Gasset como "famoso filósofo": "¿Filósofo? ¿Y eso que é?". Cuando se lo explicaron respondió: "Así que se dedica usté a pensá en las cosa... Hay gente pa tó".
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