La máxima de "luego vas y lo cascas" tiene que ser especialmente apremiante si tienes este tipo de experiencias, eso lo entiendo. Pero de ahí a decir que todo esto es una prueba de que el cielo existe, como el neurocirujano afirma en un libro de reciente publicación, pues hay un trecho.
Primero, lo que este individuo pueda afirmar sobre su experiencia no prueba nada, todo queda dentro de su mente y sus reflexiones pueden ser filosóficas, metafísicas o teológicas, pero nunca científicas.
Segundo, la muerte, por definición, es aquello que te impide volver al terreno de los vivos. A pesar de que la precisa definición de la muerte evoluciona con el avance de la medicina, si has vuelto es que, simplemente, no te has ido.
Y tercero, el que Eben Alexander sea un neurocirujano doctorado en Harvard tiene su aquel, y es lo que revistas como Newsweek tratan de explotar de una forma sensacionalista, con titulares como "El Cielo es Real - La experiencia de un doctor sobre la otra vida". Pero, vamos, que es sólo un titular sin mucha substancia.