sábado, 5 de julio de 2014

Ni la fregona

   La invención española tiene algo de quijotesco, de individuos asilados que logran algún artilugio destacable en medio de una evolución que acaba por fructificar en otras latitudes: Isaac Peral, De la Cierva... Y en las charlas de taberna, los ibéricos bromeamos con que nuestras contribuciones al desarrollo industrial giran en torno a artilugios tan modestos como la fregona... Pues ni eso.

  "Fregonas" han habido muchas y variadas, con diversas patentes que se remontan al siglo XIX. En España el cachibache, tal y como lo conocemos, llega a partir de un diseño basado en lo que el militar español Manuel Jalón Corominas vio durante un viaje a Estados Unidos a principio de los años 50 que tenía como fin aprender las técnicas de mantenimiento de los aviones F-86. Empezó a comercializar el modelo con rodillos, una copia de lo que vió en América, su principal contribución fue la evolución que supuso el escurridor de plástico, ya en los años 60.

  Un fenómeno el tal Manolo, va a investigar sobre sofisticadas tecnologías y acaba fijándose en cómo los operarios fregaban los hangares. Desde luego tenía alma de poeta.


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