viernes, 17 de abril de 2020

Ignorar las estupideces

Una de las cosas que tiene este virus es que no te da la oportunidad de meterte en un atasco, enervarte, y cagarte en los muertos de ese conductor que te está tocando los cojones.
Pero a falta de atascos reales, con sus coches, su contaminación y esas miradas amenazantes, tenemos las redes sociales.
La gente con tendencia al cabreo tiene todo un universo de oportunidades para sacarse la bilis del pecho, y vaya que las aprovechan.
Aunque hay que tener cierto grado de paciencia, porque hay razones objetivas y desafortunadamente muy palpables para el cabreo, tenemos que hacer un esfuerzo por rebajar el tono, sobretodo los que tienen el teclado rápido para contestar. 
Paremos la viralización de las estupideces ignorándolas. Que se desahoguen los que tengan que desahogarse, algunos con muy buenas razones, pero tratemos esos exabruptos como si de una persona gritando en una habitación cerrada se tratara.

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