La crisis del Covid-19 va a incrementar la proporción de personas que trabajan desde casa y podría ser una oportunidad para, poco a poco, volver a ocupar los pueblos del interior. Para que algo así suceda hacen falta infraestructuras, desde colegios a ambulatorios u hospitales. Pero en muchos casos esta infraestructuras existen, o porque las autonomías realizaron inversiones por encima de sus capacidades o porque las tienen para dar servicios a la gente que llena los pueblos por unas pocas semanas durante las vacaciones estivales.
Una España mejor distribuida es una España más agradable, más robusta, más interesante.
Ojalá que los gobiernos vean este movimiento como una oportunidad y favorezcan este movimiento con las medidas adecuadas.
(Qué iluso soy, pensar que los políticos piensan de forma estratégica y toman medidas que vayan en contra de sus intereses de partido...).
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