Las cartas astrales, basándose en la posición de las estrellas y los planetas, te adivinan qué tipo de persona eres y tu futuro. Sus líneas entrecruzadas, sus símbolos, las figuras geométricas... Da la apariencia sofisticación, con toques científicos, lo que le da credibilidad a su palabrería.
Porque, al fin y al cabo, todos sabemos que es simple palabrería. Bueno, todos no. Entre el 20% y el 30% de la gente cree que la Astrología tiene algo de verdad. A estas alturas del desarrollo tecnológico y científico... ¿Nos debería sorprender?
No, en absoluto. Porque esta necesidad de entender la realidad, aunque sea a costa de tomar atajos oscuros, está presente también en nuestro día a día tecnológico.
Nos dejamos guiar por recomendaciones sobre qué películas ver, que música escuchar, que noticias leer, tenemos fe en ese borroso concepto de Inteligencia Artificial, A.I. según sus siglas en inglés. Pero bien mirado esas letras podrían referirse a "Inteligencia Astral", porque sigue principios similares: revestido de sofisticación, de complejos algoritmos, de mágicas líneas de código que revelan una verdad oculta para el incapaz ojo humano...
Puede que haya más ciencia detrás de esta Inteligencia Artificial, o eso espero, que la verdad es que no termino de fiarme de los imberbes jovenzuelos que la desarrollan. Pero para nosotros, los que utilizamos las recomendaciones de la A.I., es una caja negra, tan oscura como las cartas astrales que rigen los horóscopos.
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