viernes, 19 de junio de 2020

Pienso, luego existo

Anoche leía como unos científicos han manipulado los genes de unos primates, insertando ADN humano que está relacionado con el crecimiento de una zona del cerebro. Como resultado el cerebro de estos primates crece en esas zonas, de forma similar a como sucede en los humanos.

Cualquier día de estos, alguno de estos experimentos se nos irá de madre y acabaremos creando conciencia en estos animales.

Y la vamos a liar parda con las consecuencias éticas de semejante embrollo. 

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