A finales de los 80 Corea del Norte decidió construir el hotel más alto del mundo: un edificio piramidal de 300 metros de altura que superaría el logro de Corea del Sur, que había construido el hotel más alto en Singapur.
Con muchos problemas, lograron acabarlo a principios de los 90 y desde entonces permanece vacío. Un edificio enorme, imponente, que sobrevuela amenazante sobre las conciencias de los habitantes de Pyongyang.
¿Cuántos de los edificios que han logrado sobrevivir el paso del tiempo tienen un origen igual de absurdo? Con el tiempo, estas sandeces se llegan a olvidar y lo que puede quedar es un símbolo, un icono que forma parte de la personalidad del lugar.
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