Peor que ser un Dios genocida es lo de ser un Dios que la caga y rectifica.
Esto, ya de pequeño, me llamaba la atención. Primero con Adán, Eva y su jardín del Edén. Que a todo un Dios de pelo en pecho se la juegue una serpiente que logra engañar a unos bobos con una manzana, ya manda huevos. Pero que luego, viendo el supuesto desmadre en el que ha degenerado la humanidad, no se le ocurra otra cosa que cargarselos a todos, es de mirárselo. Claro, todavía no se había inventado el psicoanálisis, y a falta de tratamiento para paliar sus ramalazos psicóticos, pues no se le ocurre otra cosa a la misericordiosa criatura que mandar un diluvio para ahogarlos a todos. Que se jodan por desagradecidos. Viva el diálogo, viva el consenso, qué coño es eso de tratar de convencerlos por las buenas y devolverlos al redil. Que se mueran los feos, y los guapos. Salvo sólo a uno que me cae bien y empezamos de cero otra vez, que a partir de ahora me van a salir las cosas.
Pero ya digo que peor que esta vena genocida es el hecho de que a los dos días se le volvió a desmadrar todo, que no llegó a arreglar nada. Y luego envía a su Hijo y todo, y nada, que tampoco, y avisa de un apocalipsis de sangre y fuego, que no ha llegado, pero que llegará, otra vez, para cargarse a todos los malos.
Para ser un Ser Omnipresente y Omnisciente, que está a cargo del cotarro sin que nadie se lo hayamos pedido, pues deja mucho que desear.
El caso es que van y hacen una película del Noé este, y tengo curiosidad por ver como cuentan la historia de un ser fanático que oye voces acerca de la muerte de todos sus congéneres. Cualquier creyente, por muy creyente que sea, debería darse cuenta al ver la película de que toda esta historia es sólo una patraña mitológica que puede que tuviera sentido hace dos mil años, cuando fue escrita, pero que hoy suena a matanza cruel, inútil e indiscriminada.O no?
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