Se dice que un buen jugador de ajedrez puede anticipar 5, 8, 10 o más movimientos.
Como es bien sabido, este juego permite una cantidad ingente de movimientos, el cerebro humano sólo es capaz de procesar una ínfima parte de ellas. Los ordenadores, en cambio, utilizan la fuerza bruta para calcular cuáles son los más ventajosos. Y aún así una persona puede ganar a un ordenador.
La razón está en que no es necesario calcular todas y cada una de las posibilidades que existen, centrándose en el puñado más probable es suficiente. También porque cada movimiento del oponente trastoca cualquier plan que hayas pre-establecido y toca recalcularlo.
Por tanto, es innecesario invertir demasiado esfuerzo en planificar minuciosamente en las situaciones en las que los factores externos influyen en tus acciones.
Sólo una reflexión para no darle la vuelta a las cosas más de la cuenta cuando no es necesario.
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