martes, 7 de julio de 2020

Paradigmas

Seamos conscientes o no, vivimos incrustados en los paradigmas de la época en la que nos ha tocado vivir.

Hoy todos pensamos en términos de precios, de salarios, de inversiones, de coste y beneficio. Aunque nunca hayamos estudiado estos términos económicos, se esconden en lugares recónditos de nuestro cerebro e influencian no sólo lo que pensamos sino también lo que sentimos. Porque vivimos en una sociedad de mercado.

Las reglas del juego eran diferentes en una sociedad feudal, una esclavista o la de una sociedad de cazadores-recolectores. En estos otros paradigmas, donde la supervivencia física era el principal foco de atención, donde la muerte y la violencia eran mucho más habituales que en la sociedad actual, el pensar y el sentir de los individuos se manifestaban de forma diferente.

Pensar en el largo plazo, en la autorrealización, sentir el amor por una pareja o por unos hijos, conceptos como vacaciones, aleatoriedad o Dios, eran percibidos de forma totalmente diferente.

Supongo que es algo obvio, pero tenemos que recordarlo de vez en cuando para entender mejor el pasado, relativizar el presente y proyectar el futuro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario