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viernes, 18 de septiembre de 2020

Código progresista

Hoy en día la cosa de matar a gente no suele estar bien vista, pero no siempre fue así. No hace tanto la gente se desafiaba en duelos por gilipolleces como el honor o se cogía la escopeta para aclarar malentendidos sobre donde poner un mojón, o porque te habían robado el caballo. Y no hace falta irse a un pasado más o menos reciente para encontrar en algunas culturas, hoy en día, asesinatos de mujeres que son aceptados por la sociedad en la que viven.

Pero la excepción es la mentalidad actual, la violencia ha sido lo normal ha sido durante miles de años. Cuando hace casi cuatro mil años Hammurabi estableció su código, ese del "ojo por ojo", fue todo un avance progresista para sus coordenadas espacio-temporales. Y eso que decía cosas como "si un hijo niega a su padre se le cortará la lengua" o "si alguien es pillado robando será ejecutado". Hammurabi quería poner orden en su imperio, que con tanto nuevo territorio y tantas costumbres diferentes, en unos sitios cortaban la lengua, en otros el pie, en otros no hacía nada... un lío, vamos.

Una suerte vivir en los tiempos actuales.

jueves, 17 de septiembre de 2020

Cosas que resisten

En un mundo en constante cambio es extraño ver cosas que no cambian.

El boli Bic vino al mundo en Francia en 1950 y desde entonces se ha vendido miles de millones en todo el mundo. Todavía hoy, en el mundo de internet, coches eléctricos y populismos virtuales, el diseño de este bolígrafo resiste y se sigue utilizando todos los días.

Y lo que le queda, moreno. 

miércoles, 16 de septiembre de 2020

Jugando con fuego

Lo del Brexit no lo termino de entender del todo. Como concepto estoy en contra. La idea de la Unión Europea es buena, es necesaria, eso de construir organizaciones que vayan más allá de los decimonónicos estados nacionales. Pero reconozco que su implementación es tosca, mal vendida, no lo suficientemente ilusionante y entendida. Así que en el mundo populista en el que vivimos entiendo que haya quien aproveche la confusión para retroceder a las ideas antiguas. Es una especie de momentáneo impulso reaccionario en un mundo que se dirige hacia la globalización de una forma irremediable.

Pero al mismo tiempo creo que todos los estados nacionales, todos, están sucumbiendo gotita a gotita a esa globalización. Las organizaciones supranacionales están en todas partes: desde las empresas multinacionales, a las comunicaciones, a nuestro supermercado. Las legislaciones tienen que adaptarse a este nuevo contexto y, por ejemplo, ante la aceleración de lo de trabajar desde casa que conlleva la aparición del Covid-19, será habitual en pocos años que una pyme tenga entre sus trabajadores gente que viva en diferentes continentes.

Así que lo del Brexit, a corto plazo, es una gotita en un océano, a largo plazo se verá como una anécdota. El problema es que esa gotita está en la parte del océano en la que yo vivo, y más allá de las dinámicas macroeconómicas, nos va a afectar a unos cuantos. Y alarma que los que están negociando por la parte británica son unos descerebrados que no entienden de la misa la mitad.

Así que a ver con qué consecuencias nos vamos a enfrenar, en el corto plazo.

viernes, 11 de septiembre de 2020

2020

Uno de los regalos de cumpleaños para mi hija ha sido una máscara con la boca de un oso de peluche. Ha sido sólo una broma, pero es un detalle que no habría tenido sentido hace sólo unos meses.

Este 2020 va a ser un año recordado como un momento de inflexión en el que se aceleraron transformaciones latentes, cambios que redibujarán la sociedad en la que vivimos.

2020 será un año con significado propio, como lo fueron 1989, 1939, 1914, 1969, 2001, 1492, 1789...

Años que sólo con nombrarlos ya te dicen algo.

jueves, 10 de septiembre de 2020

Perder el contexto, perder el sentido

En la serie documental Larry Charles' Dangerous World of Comedy, Larry Charles, guionista de la serie Seinfield, entrevista a Genral Butt Naked, un señor de la guerra de Liberia y le pregunta a qué sabe la carne humana. Este le responde que algunas partes saben a costillas de cerdo. Este diálogo no forma parte de un guión, es una conversación real, porque este general ha comido carne humana, muchas veces.

Este general también ejecutaba rituales en los que se sacrificaban niños traídos por los líderes de una tribu que estaban pasando por algún momento complicado. Cuenta el caso de una madre que le suplique que sacrifique a su hija de 3 años porque personas de su tribu estaban muriendo.

Este tipo de pensamiento mágico, el del sacrificio incluso de seres humanos para solucionar un problema, ha sido normal durante miles de años y es el que da sentido a la historia de la Biblia en la que Abraham está a punto de sacrificar a su hijo porque Dios lo quiere. Esta historia está escrita en un contexto en el que era normal sacrificar personas, y lo que ofrece esta nueva religión, es revolucionario: no hace falta matar a un ser humano en nombre de tu Dios.

Pero pasan centenares, miles de años, ese contexto cae en el olvido, y lo que nos queda es una historia confusa en la que parece que el mensaje es seguir a tu Dios, aunque te pida hacer cosas horribles. Fe ciega en tu Dios.

El mensaje original ha quedado totalmente adulterado, ya no tiene sentido.

Esta pérdida de sentido puede ser aplicada a muchas de las ideas que nos influyen hoy en día, de forma más o menos explícita. El mundo de la religión tiene muchos casos, ya que se trata de sistemas de pensamientos anclados en escritos antiguos, pero también puede ser aplicada al mundo de la política, en el que seguir a pies juntillas escritos de pensadores del siglo XIX puede inducir a conclusiones peligrosas en un mundo, el del XXI, que es radicalmente diferente.

Entender la historia es fundamental para entender el presente y el futuro que nos espera.

martes, 8 de septiembre de 2020

Escritura abstracta

Leer un libro hoy no es lo mismo que antes. Hoy el lector tiene a su disposición películas, series de televisión, noticias, internet, tweets, tik toks... De la misma forma que la aparición de la fotografía liberó a los pintores del siglo XIX de la necesidad de captar con realismo la realidad, escribir hoy en día no implica contar una historia bajo las pautas de la realidad: historias lineales, objetivas, con sentido.

La escritura necesita de impulsos impresionistas, abstractos, surrealistas, cubistas, expresionistas, para moldear y modificar una realidad que ya está siendo contada en otros formatos.

A pesar de que la literatura de hoy en día tiene algunos de estos efectos, como la no necesidad de seguir la flecha del tiempo, no da la sensación de que, a día de hoy, haya sido "impactada" realmente. Da la sensación de que la verdadera revolución está por venir.

sábado, 5 de septiembre de 2020

Datos, bien común

Google, Facebook, Twitter, Amazon, Microsoft... Las grandes corporaciones almacenan cantidades ingentes de datos de todos nosotros: dónde estamos, cuándo estamos, qué comemos, qué leemos, qué nos gusta, que no nos gusta...

Esta información les da poder, un poder que puede ser utilizado para tratarnos como objetivos para vendernos productos o para fines más oscuros, para manipularnos, para controlarnos.

El desarrollo durante las últimas décadas de la tecnología ha permitido esta situación, que todo este nuevo "activo" esté en manos de unas pocas grandes organizaciones, es una consecuencia inevitable bajo las reglas de mercado en las que vivimos. Y son estas reglas de mercado las que hay que revisar, no la tecnología, que nos ha brindado nuevos servicios muy útiles y necesarios.

Es necesario ver el "activo de los datos" como un bien comunal, un bien sobre el que ninguna persona en concreto tiene un control sobre su uso y explotación, sino que es un bien de todos y que tiene que ser gestionado por una organización que lo haga en nombre de todos.

De esta forma estos datos pueden ser comercializados, pero su beneficio repercutiría en beneficio de todos, los ingresos podrían ser utilizados para invertirlos en otros servicios públicos. 

martes, 1 de septiembre de 2020

Esperando al genio

La cantidad de variables que se miden y se convierten en datos se ha incrementado de forma exponencial en los últimos años. Tenemos datos sobre las películas que vemos, las fotos que nos gustan, el tiempo que pasamos leyendo un periódico, el dinero que nos gastamos en el supermercado, dónde nos vamos de vacaciones, cuántos pasos damos al día, nuestro ritmo cardíaco, la hora a la que nos levantamos, cuánto ahorramos, cuánto tiempo tarda nuestra aspiradora en limpiar la habitación, cuál es la temperatura y la calidad del aire de nuestra casa...

Todo esto y mucho, mucho más, está siendo almacenado en bases de datos, con la posibilidad de analizarlo, de conectarlo, de aprovecharlo. Hoy por hoy es un inconexo batiburrillo de números y texto al que no le hemos sacado mucho jugo, porque todavía hay mucho trabajo para organizarlo, conectarlo y sobretodo, desarrollar modelos y teorías que les saquen partido.

Pero no se trata sólo de un problema técnico, de unas líneas de código mágicas en Python, no es terreno para los "data scientists". Es un desafío sociológico que necesita de un Newton, de un Einstein, que defina las bases del entendimiento de la sociedad con el equivalente a la Teoría de la Gravitación o la Teoría de la Relatividad.

jueves, 27 de agosto de 2020

Cambio de Modelo

Ser el primero en llegar, el primero que golpea, no te garantiza que salgas triunfante. Que se lo digan a Napster. Desarrollaron a finales de los 90 un sistema para compartir música que cambió el modelo de negocio de la industria musical, con el intercambio de canciones a través de Internet. La industria sacó músculo judicial y la aplastó, pero abrieron una puerta que fue imposible cerrar.

Hasta tal punto que hace un par de días me encontré un CD en la mesa de la cocina. Mi mujer lo había encontrado en una caja y me di cuenta de que ya no tengo un aparato en mi casa, o en mi coche, para escucharlo. No porque no escuchemos música en mi casa, todo lo contrario, lo hacemos y mucho. Es porque somos usuarios de uno de esos servicios de streaming en los que podemos escuchar lo que nos apetezca a cambio de una subscripción mensual.

En un trastero que tengo en España tengo varias cajas de CD´s que compré durante años, gastando al año una cifra no menor a lo que pago hoy por la subscripción, a cambio ahora de tener más música a mi disposición.

A mí este modelo de negocio me funciona, y la industria musical se ha adaptado a él. Puede que algunos ganen menos, pero el balance global creo que es positivo para todos.  

miércoles, 26 de agosto de 2020

Horizonte Maya

¿Qué pensaban los indígenas americanos, antes de la llegada de los europeos, cuando miraban la línea del mar en el horizonte? ¿Pensaban que la tierra era plana? ¿Imaginaban que mundos podían existir más allá?

lunes, 24 de agosto de 2020

Orígenes absurdos, futuros imprevistos

A finales de los 80 Corea del Norte decidió construir el hotel más alto del mundo: un edificio piramidal de 300 metros de altura que superaría el logro de Corea del Sur, que había construido el hotel más alto en Singapur.

Con muchos problemas, lograron acabarlo a principios de los 90 y desde entonces permanece vacío. Un edificio enorme, imponente, que sobrevuela amenazante sobre las conciencias de los habitantes de Pyongyang.

¿Cuántos de los edificios que han logrado sobrevivir el paso del tiempo tienen un origen igual de absurdo? Con el tiempo, estas sandeces se llegan a olvidar y lo que puede quedar es un símbolo, un icono que forma parte de la personalidad del lugar.

sábado, 22 de agosto de 2020

Apartheid en Atlanta

"Funtown" era un parque de atracciones que existía en cerca de Atlanta, en Estados Unidos. Una hija de Martin Luther King vio en televisión un anuncio sobre este parque y le pidió a su padre ir. Éste le tuvo que explicar que a ese parque no podían ir niños negros, que era sólo para niños blancos.

Todos hemos visto muchas películas sobre los problemas raciales en Estados Unidos, pero hasta hace poco no lo había relacionado directamente con el Apartheid de Sudáfrica. Esta historia del reverendo Luther King es de alrededor de 1960, y por aquel entonces en el sur de Estados Unidos existía un sistema muy similar al que existió en Sudáfrica por unos veinte o treinta años más.


viernes, 21 de agosto de 2020

Desnudos y progreso

 Hugh Hefner fundó la revista Playboy porque vio que a principios de los años 50 en Estados Unidos no existía la revista que él quería leer.

De joven le pilló el gusanillo de trabajar en los medios de comunicación, ya que llevaba la revista de su Universidad. Luego entró a trabajar en la revista Esquire, su trabajo soñado, ya que era la revista que le había cautivado durante años. Pero esta revista había cambiado, se había vuelto más aburrida, y dejó el trabajo.

Después de esta decepción, y tras trabajar en un sitio rutinario, es cuando decidió intentar crear su propia revista.

Para entender los desnudos, la parte más provocadora de la revista, es necesario entender el contexto de represión sexual que existía en la época, a la vez que la sociedad se abría más hacia el reconocimiento de la libertad de expresión. Pero más allá de los desnudos, la revista fue también una plataforma en la que se podían expresar ideas liberales, en las que se entrevista a Malcom X o a Luther King (por cierto, por el escritor que luego publicaría el libro "Raíces").

Hoy en día nos puede parecer denigrante cómo se utilizaba la imagen de las mujeres para vender, cómo se las utilizaba como objetos. Pero, una vez más, el contexto. Romper con las normas, con el pasado, con lo establecido, no es algo que siempre pueda ser "limpio", lo normal es que se produzcan efectos colaterales de los que uno no se siente orgulloso.

En todo caso, Playboy fue un síntoma de una época de liberación, de avance, de progreso.


domingo, 16 de agosto de 2020

Estamos en movimiento

Interesante artículo sobre cómo construir una compañía invencible. La necesidad de re-inventarse continuamente es algo estresante pero es cierto que en el entorno en el que vivimos, con continuas innovaciones y multitud de competidores, lo que le funciona a una empresa sólo funciona por unos pocos años, hasta que una nueva innovación o un nuevo competidor te sorprende con algo nuevo.

Los trabajadores tenemos que asumir este contexto. La tendencia a buscar cierta estabilidad, sobretodo cuando empiezas una familia y tienes hijos, está en contradicción con este ecosistema salvaje en el que nos toca vivir.

Mejor asumirlo que frustrase con ello.  

jueves, 13 de agosto de 2020

La inercia de las malas decisiones

Las grandes organizaciones tienen su personalidad. Están compuestas por miles de personas, cada una con su individualidad, pero llega un momento que las nuevas personas que entran son diferentes a las personas que salen. Y esa nueva generación normalmente es diferente a la que salen.

Al crecer, la organización se convierte en una máquina burocrática, con más niveles de decisión, menos control por cada uno de los empleados, menos responsabilidad por sus propias acciones. Y las nuevas personas que se contratan están más adaptadas a este entorno burocrático.

La empresa es diferente, el perfil de las personas que lo componen es diferente, las razones por las que la empresa fue exitosa en su momento desaparece.

La empresa es otra, y la inercia de las decisiones, si el viento sopla hacia el lado equivocado, puede empujar hacia un horizonte oscuro.

miércoles, 5 de agosto de 2020

Reencarnarte en un árbol

Existen empresas que ofrecen un servicio de cremación especial en el que los restos, alojados en una urna biodegradable, se pueden plantar con el objetivo de germinar un árbol.

En "tierra te convertirás" en el sentido más literal. Este servicio, en principio pensado para enterrar mascotas, está disponible para seres humanos también.

Tiene un punto poético mezclado con otro tenebroso. Personalmente prefiero la cremación y que me lancen al viento, de forma que no haya un sitio específico al que mis más allegados se sientan obligados a visitar. Pero este pensamiento estaba relacionado con evitarle a mi familia visitar cementerios en el futuro. Si se trata de visitar un bosque o un parque... bueno, ya no suena tan mal...


jueves, 30 de julio de 2020

Trabajar en un mundo global

Uno de los efectos del Covid-19 es el del súbito despertar a eso de "trabajar desde casa".

Reconozco que yo era uno de los que miraba esto de "trabajar desde casa" como algo sospechoso. Algunas personas de mi equipo me pedían trabajar uno o dos días de ese modo, por temas personales principalmente. Yo lo aceptaba, la empresa lo permitía, pero nunca me sentí cómodo con esta forma de trabajar. ¿Cómo saber lo que realmente estaban haciendo? Sí, claro, se trata de medir el output de lo que se produce, pero en el día a día no es tan sencillo.

Entonces vino el coronavirus y todos nos vimos forzados a trabajar desde casa. Yo también. Y aunque me costó un poco adaptarme, lo hice, todo mi equipo también, y en principio la productividad no se vió afectada.

Entonces, una vez probado que se puede hacer con un nivel de productividad adecuado, ¿qué impide repensar la localización de los trabajadores en remoto? Hoy todo mi equipo vive en un area de menos de una hora de distancia en coche. Con el nuevo escenario ese ámbito geográfico se puede ampliar mucho más, incluso a nivel global.

Es cierto que el outsourcing ya existe, se puede externalizar una función a otra empresa que te ofrece el servicio desde otro país. Pero en este caso estoy hablando más de crear un grupo estable de trabajadores que desempeñan sus funciones como un equipo, el equivalente a un grupo que trabaje físicamente en el mismo sitio.

Esto tiene una serie de complicaciones: como reclutar, hacer el knowledge transfer, como crear el "espíritu de camaradería"... Pero las implicaciones de algo así van más allá de la forma de trabajar en una empresa. Desafía el propio concepto de trabajo asalariado, los controles del estado, los impuestos que se tienen que pagar... Si el equipo está formado por gente que está físicamente en Japón, Australia, España y Chile, ¿dónde tiene la empresa que pagar los impuestos?

Un clavo más en el féretro de un mundo plano, un paso más hacia una verdadera globalización.


lunes, 27 de julio de 2020

Desigualdad vs Injusticia

Formular la pregunta más adecuada es el primer paso para entender un problema y encontrarle respuestas.

La desigualdad es un ejemplo. Ver la desigualdad como un problema que necesita ser resuelto puede llevar a la falsa conclusión de que la desigualdad es mala y que todos tenemos que ser iguales. Pero este concepto abstracto de "desigualdad" tiene muchos ángulos: ¿desigualdad de oportunidades? ¿de riqueza? ¿de educación? ¿de salud?

El que veamos una gran desigualdad en la distribución de riqueza es un efecto de otros problemas subyacentes, es una consecuencia, un síntoma, no la causa del problema.

La solución no está en redistribuir la riqueza, está en dar a todo el mundo las mismas oportunidades, algo de lo que estamos muy lejos.

lunes, 20 de julio de 2020

Percibir el Cambio

La forma que tenemos todos de ver el mundo debe basarse en unos pocos axiomas, un puñado de conceptos sobre los que fundamentamos todo nuestro pensamiento y que nos diferencia a unos de los otros.

Uno de estos axiomas está relacionado con la forma en la que percibimos el movimiento del mundo. Porque la sociedad, sometida a los cambios producidos por la tecnología, se mueve, unas personas perciben un movimiento que se aleja de un ideal que está detrás de nosotros, que ya ha sucedido. La familia, el equilibrio entre las diferentes capas sociales, el rol de cada género y raza..., ya alcanzaron su plenitud en el pasado y los cambios nos alejan de esa plenitud.

Otros piensan que los cambios nos alejan de un pasado peor y nos dan la oportunidad de redefinirlo para hacerlo mejor.

El cambio normalmente produce vértigo, nuestra actitud hacia ese cambio determina nuestras opiniones y nuestras decisiones.


martes, 7 de julio de 2020

Paradigmas

Seamos conscientes o no, vivimos incrustados en los paradigmas de la época en la que nos ha tocado vivir.

Hoy todos pensamos en términos de precios, de salarios, de inversiones, de coste y beneficio. Aunque nunca hayamos estudiado estos términos económicos, se esconden en lugares recónditos de nuestro cerebro e influencian no sólo lo que pensamos sino también lo que sentimos. Porque vivimos en una sociedad de mercado.

Las reglas del juego eran diferentes en una sociedad feudal, una esclavista o la de una sociedad de cazadores-recolectores. En estos otros paradigmas, donde la supervivencia física era el principal foco de atención, donde la muerte y la violencia eran mucho más habituales que en la sociedad actual, el pensar y el sentir de los individuos se manifestaban de forma diferente.

Pensar en el largo plazo, en la autorrealización, sentir el amor por una pareja o por unos hijos, conceptos como vacaciones, aleatoriedad o Dios, eran percibidos de forma totalmente diferente.

Supongo que es algo obvio, pero tenemos que recordarlo de vez en cuando para entender mejor el pasado, relativizar el presente y proyectar el futuro.