Entre sus aportaciones al mundo de las ideas está también su defensa de la existencia de Dios y del Alma. Para él todas nuestras mentes forman parte de la mente del mismo Dios, y afirma que esto puede ser probado matemáticamente.
Como ateo irredento que soy (perdonen a partir de ahora los sarcasmos) el que este tío sea “oficialmente” tan listo no me intimida lo más mínimo. Lo que sí muestra es que la creencia o no en Dios no está relacionada con la inteligencia, que hay mucho ingeniero y doctor en diversas ramas de la Ciencia que son muy, pero que muy devotos. Está en otra cosa, algo a lo que es difícil ponerle nombre. La palabra más cercana que se me ocurre es "Ingenuidad".