Ya de mayor, convertido en un ateo de pelo en pecho, leo las noticias sobre el espionaje masivo perpetrado por la NSA. Qué cabrones… Los americanos juegan a ser dioses, la tecnología está convirtiendo esa mentira inventada por líderes religiosos del pasado para controlar al personal en algo que está cerca de convertirse en real. George Orwell falló en el año, pero poco más.
La versión de 2013 viene a ser algo así:
Seguramente yo
soy uno más de los millones de involuntarios participantes en ese "Gran Hermano" global, mis descargas de bitorrent
me habrán puesto ahí.
¿Me preocupa realmente? La verdad, no demasiado. Me imagino a un analista de la NSA viendo mi perfil en su ingente base de datos bostezando de aburrimiento: lo peor que he hecho es descargarme capítulos de Breaking Bad, de The Good Wife y ver los partidos del Madrid por rojadirecta. Lo demás, grandes cantidades de emails de publicidad recibidos, alguna que otra chorrada por WhatsApp, las lecturas matinales de los periódicos en Internet, el consciente despilfarro de unos eurillos en la improbable pero deseada esperanza de que me toque el Euromillón.
La realidad es
que los cachivaches que han caído en nuestras manos desde hace un par de
décadas generan información que está siendo acumulada por las empresas y los
gobiernos. Yo mismo trabajo en un proyecto de CRM en el que estamos
modernizando los sistemas, pero puedo decir que por ahora todo es bastante
rudimentario. Sí, acumulamos información, pero no tanta como uno podría pensar,
la calidad de los datos es cuestionable y la visibilidad que se tiene de ellos
es bastante mala. Existen leyes que dicen lo que puedes hacer con los datos y
lo que no deberías hacer, pero éstas, como siempre, van detrás de una realidad
tecnológica que avanza deprisa, muy deprisa.
¿Podemos
realmente parar todo este maremágnum de datos? Es
inevitable que la información fluya, la tecnología lo hará cada vez más fácil,
llegará el momento en el que realmente hablemos de Omnisciencia Tecnológica. A
lo mejor, si somos conscientes de que estamos siendo "vigilados", lo que
deberíamos hacer es pedir que exista algún tipo de
“sistema consolidado” donde reside toda la información generada a partir de
cualquier medio, con el fin de controlar mejor quien tiene acceso a esos datos,
con qué fines, cuando tienen acceso… Esto permitiría un mejor control, el
escenario opuesto sería la existencia de múltiples islas de información, mucho
más difíciles de controlar.
Pero, claro, esto sería reconocer que no podemos quitarnos de encima ese ojo cotilla que nos atosiga hasta en nuestros momentos más íntimos.
Qué lío de irreflexión. Mejor lo dejo aquí, que me deprimo.