jueves, 17 de septiembre de 2020

Cosas que resisten

En un mundo en constante cambio es extraño ver cosas que no cambian.

El boli Bic vino al mundo en Francia en 1950 y desde entonces se ha vendido miles de millones en todo el mundo. Todavía hoy, en el mundo de internet, coches eléctricos y populismos virtuales, el diseño de este bolígrafo resiste y se sigue utilizando todos los días.

Y lo que le queda, moreno. 

miércoles, 16 de septiembre de 2020

Jugando con fuego

Lo del Brexit no lo termino de entender del todo. Como concepto estoy en contra. La idea de la Unión Europea es buena, es necesaria, eso de construir organizaciones que vayan más allá de los decimonónicos estados nacionales. Pero reconozco que su implementación es tosca, mal vendida, no lo suficientemente ilusionante y entendida. Así que en el mundo populista en el que vivimos entiendo que haya quien aproveche la confusión para retroceder a las ideas antiguas. Es una especie de momentáneo impulso reaccionario en un mundo que se dirige hacia la globalización de una forma irremediable.

Pero al mismo tiempo creo que todos los estados nacionales, todos, están sucumbiendo gotita a gotita a esa globalización. Las organizaciones supranacionales están en todas partes: desde las empresas multinacionales, a las comunicaciones, a nuestro supermercado. Las legislaciones tienen que adaptarse a este nuevo contexto y, por ejemplo, ante la aceleración de lo de trabajar desde casa que conlleva la aparición del Covid-19, será habitual en pocos años que una pyme tenga entre sus trabajadores gente que viva en diferentes continentes.

Así que lo del Brexit, a corto plazo, es una gotita en un océano, a largo plazo se verá como una anécdota. El problema es que esa gotita está en la parte del océano en la que yo vivo, y más allá de las dinámicas macroeconómicas, nos va a afectar a unos cuantos. Y alarma que los que están negociando por la parte británica son unos descerebrados que no entienden de la misa la mitad.

Así que a ver con qué consecuencias nos vamos a enfrenar, en el corto plazo.

martes, 15 de septiembre de 2020

Factor Amor en el desarrollo del Ser Humano

Fisiológicamente los seres humanos somos seres humanos desde hace 200.000 años, miles de años arriba o abajo. La "explosión" cultural llegó hace unos 70.000. Así que requirió su tiempo llegar al punto de que la "gente" se comportara como "gente".

Puede que una mutación genética que favoreciera el desarrollo del cerebro ayudara, pero en principio es la acumulación de conocimiento, gotita a gotita, la que permitió esta explosión de manifestaciones culturales. En un contexto en el que no había un medio escrito sobre el que transmitir el conocimiento, este pasaba de persona a persona, con las limitaciones de la cantidad de información que puede transmitirse con este sistema.

Y un factor importante en este "boca a boca" es tener el suficiente tiempo para recibir y transmitir información. Si te mueres pronto, no da tiempo a mucho que transmitir, la cadena se rompe.

Por otra parte, la continuidad en el tiempo de las comunidades en las que vivían estos individuos es otro factor relevante. De nada sirve tener a unos tipos superinteligentes en una tribu si la tribu desaparece por una hambruna o comidos por unos tigres.

Y para que la tribu tenga más probabilidades para sobrevivir, esta necesita de un número mínimo de individuos, no vale con que la tribu sea sólo de un par de docenas, seguramente hacen falta algunos más.

Por último, el "vivir lo suficiente para contarlo" implica la posibilidad de equivocarse y rectificar, intentar algo, fallar y aprender de ello. En un contexto en el que equivocarse tiene consecuencias físicas, la conclusión es que necesitas de personas que cuiden de tí cuando te equivocas, cuidarte cuando estás malito, un período esencial para recapacitar y aprender de los errores. Así que uno de los factores esenciales para el desarrollo de la cultura es cuidarse los unos a los otros. Llamemos a este último factor, el Factor Amor.


lunes, 14 de septiembre de 2020

Tanques y oficinas

¿Tiene sentido invertir miles de millones en que el ejército renueve tanques, aviones o barcos? En la época de los ataques terroristas, de los hackers informáticos, los riesgos no están en una invasión a la antigua usanza. De la misma forma que los fabricantes de espadas dejaron de ser importantes hace más de doscientos años, los ejércitos tienen que repensar si vale la pena en invertir en las armas habituales en el último siglo.

Las empresas tienen desafíos parecidos hoy en día. ¿Invierten en edificios de oficinas donde los trabajadores se concentren para trabajar? ¿O invierten en la infraestructura necesaria para permitir el trabajo en remoto? Los tiempos cambian, y las dueños de las zonas de oficinas en las ciudades ya se están planteando reorientar su uso a viviendas.  

domingo, 13 de septiembre de 2020

El chocho de ahí fuera

Tras leer un par de artículos sobre una conjetura matemática que no ha sido probada después de más de dos mil años, y sobre la evolución de la Inteligencia Artificial en el mundo del ajedrez, me doy cuenta de que la capacidad del ser humano de crear sus propios mundos virtuales es algo que raya en lo vicioso.

¿Qué es lo que lleva a que unas personas dediquen la mayor parte de su energía a algo que no tiene una evidente aplicación práctica? Porque no me vale que luego se puedan aprovechar los frutos de esos esfuerzos en otras aplicaciones prácticas y provechosas. La realidad es que a esos matemáticos y programadores lo que les pone no es la utilidad práctica de sus esfuerzos, es el desafío de solucionar un problema, un problema imaginario, para más inri. Así que cualquier beneficio que se pueda sustraer de esto es puro efecto colateral.

No sé por qué lo hacen, de la misma forma que no sé porqué yo escribo estas líneas. O quizás sí que lo sé... Lo hago por tratar de entender mejor la realidad de ahí fuera, es un intento de desmadejar todo el chocho en el que nos encontramos. Así que supongo que estos matemáticos y programadores, de alguna forma, también están intentando lo mismo.


sábado, 12 de septiembre de 2020

Caminos por descubrir

Las hijas de un par de familias amigas nuestras van a empezar la Universidad esta semana. Se van a Londres a vivir en un colegio mayor, se independizan formalmente de sus padres, aunque todavía dependan económicamente de ellos.

Es un cambio brusco para los padres, que sufrirán el síndrome del nido vacío, pero para ellas comienza toda una aventura, la aventura de sus vidas, y no puedo evitar sentir una envidia sana.

Tener la vida por delante, experimentar por primera vez tantas cosas, equivocarte por el camino sin que las consecuencias sean irreversibles... Todo esto no es algo que ellas aprecien a sus 18 años, pero perros viejos como yo lo vemos un momento excitante que tiene que ser exprimido y aprovechado al máximo.

Una pena que cuando eres joven te falta la experiencia, y cuando tienes la experiencia no tienes la libertad, por las obligaciones que contraes al formar una familia, y la reducción de oportunidades que se manifiesta conforme te vas haciendo mayor.

Supongo que es posible encontrar un punto intermedio, y la verdad es que no me quejo de dónde estoy, de dónde me ha llevado la vida. Pero es cierto que no es lo mismo la inercia de una vida satisfactoria que las emociones de una por descubrir.


viernes, 11 de septiembre de 2020

2020

Uno de los regalos de cumpleaños para mi hija ha sido una máscara con la boca de un oso de peluche. Ha sido sólo una broma, pero es un detalle que no habría tenido sentido hace sólo unos meses.

Este 2020 va a ser un año recordado como un momento de inflexión en el que se aceleraron transformaciones latentes, cambios que redibujarán la sociedad en la que vivimos.

2020 será un año con significado propio, como lo fueron 1989, 1939, 1914, 1969, 2001, 1492, 1789...

Años que sólo con nombrarlos ya te dicen algo.

jueves, 10 de septiembre de 2020

Perder el contexto, perder el sentido

En la serie documental Larry Charles' Dangerous World of Comedy, Larry Charles, guionista de la serie Seinfield, entrevista a Genral Butt Naked, un señor de la guerra de Liberia y le pregunta a qué sabe la carne humana. Este le responde que algunas partes saben a costillas de cerdo. Este diálogo no forma parte de un guión, es una conversación real, porque este general ha comido carne humana, muchas veces.

Este general también ejecutaba rituales en los que se sacrificaban niños traídos por los líderes de una tribu que estaban pasando por algún momento complicado. Cuenta el caso de una madre que le suplique que sacrifique a su hija de 3 años porque personas de su tribu estaban muriendo.

Este tipo de pensamiento mágico, el del sacrificio incluso de seres humanos para solucionar un problema, ha sido normal durante miles de años y es el que da sentido a la historia de la Biblia en la que Abraham está a punto de sacrificar a su hijo porque Dios lo quiere. Esta historia está escrita en un contexto en el que era normal sacrificar personas, y lo que ofrece esta nueva religión, es revolucionario: no hace falta matar a un ser humano en nombre de tu Dios.

Pero pasan centenares, miles de años, ese contexto cae en el olvido, y lo que nos queda es una historia confusa en la que parece que el mensaje es seguir a tu Dios, aunque te pida hacer cosas horribles. Fe ciega en tu Dios.

El mensaje original ha quedado totalmente adulterado, ya no tiene sentido.

Esta pérdida de sentido puede ser aplicada a muchas de las ideas que nos influyen hoy en día, de forma más o menos explícita. El mundo de la religión tiene muchos casos, ya que se trata de sistemas de pensamientos anclados en escritos antiguos, pero también puede ser aplicada al mundo de la política, en el que seguir a pies juntillas escritos de pensadores del siglo XIX puede inducir a conclusiones peligrosas en un mundo, el del XXI, que es radicalmente diferente.

Entender la historia es fundamental para entender el presente y el futuro que nos espera.

miércoles, 9 de septiembre de 2020

Levantar la cabeza

Ir desde mi casa al instituto me tomaba unos cinco minutos, el mismo camino, 4 veces al día, durante varios años, de lunes a viernes, por las monótonas y prosaicas calles de un pueblo a las afueras de Valencia.

Un día de tantos, mientras andaba por la calle, a punto de llegar al colegio, miré hacia el cielo, y me fijé en la fachada de una de las casas. No tenía nada realmente especial, pero, avergonzado, me di cuenta de que la miraba por primera vez, que había estado dos años caminando por ese mismo sitio varias veces al día y siempre había pasado por allí con la cabeza gacha, mirando al suelo.

Ese día, al volver del colegio, levanté la cabeza tratando de recuperar el tiempo perdido, abriendo bien los ojos para absorber todos los detalles de las calles, sus fachadas, los coches, los perros y los gatos, las tiendas, las manchas de aceite en el asfalto, las baldosas rotas de la acera, la ropa tendida en los balcones…

De vez en cuando recupero esta anécdota, para evitar el vicio de mirar el suelo, de recordarme de que tengo que levantar la cabeza y disfrutar del camino por el que transito.

martes, 8 de septiembre de 2020

Escritura abstracta

Leer un libro hoy no es lo mismo que antes. Hoy el lector tiene a su disposición películas, series de televisión, noticias, internet, tweets, tik toks... De la misma forma que la aparición de la fotografía liberó a los pintores del siglo XIX de la necesidad de captar con realismo la realidad, escribir hoy en día no implica contar una historia bajo las pautas de la realidad: historias lineales, objetivas, con sentido.

La escritura necesita de impulsos impresionistas, abstractos, surrealistas, cubistas, expresionistas, para moldear y modificar una realidad que ya está siendo contada en otros formatos.

A pesar de que la literatura de hoy en día tiene algunos de estos efectos, como la no necesidad de seguir la flecha del tiempo, no da la sensación de que, a día de hoy, haya sido "impactada" realmente. Da la sensación de que la verdadera revolución está por venir.

lunes, 7 de septiembre de 2020

Líneas mágicas

Hay algo mágico en la línea que nos une con nuestros antepasados. Si estamos aquí es porque tenemos un padre y una madre, y a su vez ellos, obviamente, también los tuvieron. Si remontamos la línea que a través de la historia nos ha llevado hasta aquí nos encontramos con personas luchando en la Guerra de la Independencia de principios del XIX con los franceses, con mujeres que labran el campo en el siglo XVI, con mercaderes que van de pueblo en pueblo durante la Edad Media, con herreros visigodos, con soldados romanos que luchan contra iberos en algún punto de España, sin saber que, miles de años después, ambos tendrán un descendiente, el mismo descendiente que escribe o lee estas líneas.

domingo, 6 de septiembre de 2020

Genialidad, irregularidad

Orson Welles confiaba en la magia de la improvisación. Creas una escena, pones unos actores, pero das libertad para que los actores, imbuidos en los personajes, lleven la acción hacia donde quieran.

Esto le funcionó, pero no le funcionó demasiado. Sus dos o tres obras maestras fueron estructuradas por otros guionistas, el resto de su obra es irregular, está lleno de improvisaciones, no llega a despuntar.

Quizás sea el precio a pagar por llegar a algo sublime, quizás el trabajo planificado puede dar buenos resultados pero no trabajos geniales. 

sábado, 5 de septiembre de 2020

Datos, bien común

Google, Facebook, Twitter, Amazon, Microsoft... Las grandes corporaciones almacenan cantidades ingentes de datos de todos nosotros: dónde estamos, cuándo estamos, qué comemos, qué leemos, qué nos gusta, que no nos gusta...

Esta información les da poder, un poder que puede ser utilizado para tratarnos como objetivos para vendernos productos o para fines más oscuros, para manipularnos, para controlarnos.

El desarrollo durante las últimas décadas de la tecnología ha permitido esta situación, que todo este nuevo "activo" esté en manos de unas pocas grandes organizaciones, es una consecuencia inevitable bajo las reglas de mercado en las que vivimos. Y son estas reglas de mercado las que hay que revisar, no la tecnología, que nos ha brindado nuevos servicios muy útiles y necesarios.

Es necesario ver el "activo de los datos" como un bien comunal, un bien sobre el que ninguna persona en concreto tiene un control sobre su uso y explotación, sino que es un bien de todos y que tiene que ser gestionado por una organización que lo haga en nombre de todos.

De esta forma estos datos pueden ser comercializados, pero su beneficio repercutiría en beneficio de todos, los ingresos podrían ser utilizados para invertirlos en otros servicios públicos. 

viernes, 4 de septiembre de 2020

Mucho lío para ser hecho por alguien

Las salpas son unos seres marinos similares a las medusas, con un cuerpo translúcido y un incipiente sistema nervioso. Ver este ser es como ver un ser de otro planeta. Y lo mismo se puede decir de multitud de otros seres, marinos, microscópicos, insectos... La increíble variedad de seres vivos es otro síntoma de que en este planeta, en este Universo, somos sólo una más de las posibilidades en las que se ha manifestado la vida, que todo esto que está montado a nuestro alrededor no fue hecho para nosotros, que no somos el centro de nada.

jueves, 3 de septiembre de 2020

mE eQUIVOQUÉ

"Sólo aprende el que falló..."

Éste es un verso de la canción "Me equivoqué", de el Kanka, un cantautor que descubrí no hace mucho y está poniendo melodía estos días a los trayectos de mis casa al trabajo.

El Kanka es el cantautor que yo hubiera querido ser si me hubiera atrevido a ser cantautor. Es la música y las letras, que me hubiera gustado componer y escribir en ese otro Universo en el que voy con la guitarra de aquí para allá.

Supongo que me equivoqué de Universo.

miércoles, 2 de septiembre de 2020

Inteligencia Artificial nuestra, que estás en los cielos...

Dicen que la Inteligencia Artificial está empezando a resolver problemas matemáticos que no habían sido resueltos por humanos y, además, en 30 minutos.

El problema en cuestión es uno de hipercubos en espacios multidimensionales que no soy capaz de entender. Lo curioso del artículo es que dice que el resultado no puede ser confirmado por humanos, debido al gran esfuerzo computacional que implica.

Así que parece que "intuimos" que el resultado es cierto a pesar de que no somos capaces de demostrarlo.

Todo este tiempo tratando de liberarnos de la Fe ciega en Dios y resulta que nos estamos acercando a la Fe ciega en la Inteligencia Artificial.

martes, 1 de septiembre de 2020

Esperando al genio

La cantidad de variables que se miden y se convierten en datos se ha incrementado de forma exponencial en los últimos años. Tenemos datos sobre las películas que vemos, las fotos que nos gustan, el tiempo que pasamos leyendo un periódico, el dinero que nos gastamos en el supermercado, dónde nos vamos de vacaciones, cuántos pasos damos al día, nuestro ritmo cardíaco, la hora a la que nos levantamos, cuánto ahorramos, cuánto tiempo tarda nuestra aspiradora en limpiar la habitación, cuál es la temperatura y la calidad del aire de nuestra casa...

Todo esto y mucho, mucho más, está siendo almacenado en bases de datos, con la posibilidad de analizarlo, de conectarlo, de aprovecharlo. Hoy por hoy es un inconexo batiburrillo de números y texto al que no le hemos sacado mucho jugo, porque todavía hay mucho trabajo para organizarlo, conectarlo y sobretodo, desarrollar modelos y teorías que les saquen partido.

Pero no se trata sólo de un problema técnico, de unas líneas de código mágicas en Python, no es terreno para los "data scientists". Es un desafío sociológico que necesita de un Newton, de un Einstein, que defina las bases del entendimiento de la sociedad con el equivalente a la Teoría de la Gravitación o la Teoría de la Relatividad.

lunes, 31 de agosto de 2020

Ermitaños virtuales

Gracias a la tecnología estamos cerca de poder vivir como ermitaños virtuales: vivir en medio de las montañas, en una cabaña, con la comida y los productos esenciales servidos a través de drones, con conexión a internet que te permite estar conectado, con generadores que mantienen el suministro eléctrico, con depuradores de agua, recicladores de basura...

La opción de vivir aislado se convierte así en menos dura, más accesible.

domingo, 30 de agosto de 2020

Espejismos egocentristas

Todos los caminos llevan a uno mismo. Somos el centro de nuestro mundo, todo parece encajar, para lo bueno y para lo malo, lo que produce un espejismo de designio, de inevitabilidad, de destino, de cartas marcadas.

Pero la ilusión de ser el centro del Universo tiene que ser desafiada por el giro copernicano de comprender que el centro está en otra parte y que nosotros somos actores secundarios, para lo bueno y para lo malo.

Nuestro ego nos puede acusar de herejía, nos puede amenazar con la excomunión o con la hoguera, pero aunque nos veamos forzados a negar la evidencia, en el fondo sabemos, que a pesar de todo, "e pour si muove".

Pero esto no es una derrota, es una liberación, nos permite entender mejor el mundo y tomar las decisiones más acertadas. Y disfrutarlo más.

sábado, 29 de agosto de 2020

Hormigas que se plantean el sentido de la vida

Hay quien dice que de la misma forma que una hormiga no es capaz de comprender la escala humana del mundo que le rodea, nuestra inteligencia no nos permite entender escalas superiores a la nuestra. Este argumento, intelectualmente derrotista, se convierte en un cajón de sastre en el que caben diferentes tipos de creencias, desde los que afirman que los extraterrestres están ya entre nosotros a los que defienden la existencia de Dios o variopintos mundos espirituales, por lo que siempre me sentí incómodo con él.

Pero hoy he visto un documental en el que han explicado de una forma ciertamente esperanzadora los logros del intelecto humano. El presentador, coge la arena de una playa y afirma que existen más estrellas en el Universo que granos de arena en todas las playas del Planeta Tierra, un planeta insignificante, que orbita alrededor de una estrella cualquiera, en el rincón de una galaxia más entre una infinidad de otras muchas. Desde este punto de vista, no es nada desdeñable que nosotros, los seres humanos, hayamos sido capaces de entender nuestro insignificante rol en este Universo. Puede que apenas lo hayamos empezado a entender, pero lo hemos hecho, y nuestro conocimiento sigue creciendo a un ritmo exponencial.

Es como si las hormigas que serpentean por la acera de al lado de casa supieran que existe Australia y la Copa del Mundo de Fútbol.

Así que, a pesar de que ciertamente la mente humana puede tener ciertos límites, estos están todavía por encontrarse, y no me vale el argumento de que no somos capaces de entender ciertas cosas porque no estamos diseñados para entenderlas.