jueves, 20 de febrero de 2020

Los flecos

La Física Newtoniana funciona. Un señor un poco raro y muy listo, el tal Isaac, desarrolló una serie de ecuaciones que sirven para explicar muy bien nuestro día a día. Aunque no todo. Cuando los físicos se ponían a estudiar cosas menos cotidianas, como la velocidad de la luz, que si las radiaciones, que si tal que si cual, pues las sesudas fórmulas del bueno de Isaac no funcionaban.
Pero entonces llegó el bueno de Albert y se sacó de la manga, desde su oficina de patentes allá en Suiza, la Teoría de la Relatividad. Su mujer también ayudó lo suyo, por cierto. Así que ahora, con nuevas fórmulas y nuevas formas de entender la realidad, pues resulta que es más fácil lanzar cohetes y satélites y cosas de esas. Y no es que lo que Isaac descubrió estuviera mal, es que sólo se refería a una parte de la realidad, no a toda.
Pero, fíjate tú, que todavía quedan huecos por ahi. Que si la Física Cuántica, que si el Big Bang y que si Singularidades y cosas de esas. Poco que ver con el día a día, pero que son cuestiones que tienen su aquel y mantienen ocupados a los que se preocupan de estas cosas.
Y todavía no ha salido un Isaac o un Albert que nos haya encontrado las formulitas para explicar estos flecos. Ya llegará, aunque probablemente no será una única persona, porque estos flecos no se resuelven con unos pocos folios y una inspirada persona de pelo alocado. Lo que queda por explicar tiene tomate y acabará siendo el resultado de la contribución de varias personas, organismos e inteligencias artificiales. 
Para colmo, seguro que los nuevos descubrimientos también tendrán sus flecos.

miércoles, 19 de febrero de 2020

Lo que no mata engorda

En una entrevista a Antonio Banderas le preguntan por el ataque al corazón que tuvo hace 3 años. Responde que fue una experiencia que le cambió la vida, que la mejoró. “Obviamente si lo superas y no te mueres”, o algo así dijo, pero en general fue una experiencia que le ha ayudado a apreciar más la vida.

martes, 18 de febrero de 2020

Fronteras

Estoy leyendo el libro Sidi, de Pérez Reverte, y lo estoy disfrutando mucho. Cuenta la historia de El Cid, en pleno siglo XI, desterrado por el rey de Castilla y León, buscando un señor al que servir, aunque sea el rey moro de Zaragoza. Una vida de mercenario en la “frontera”. 
Ir hoy en día por zonas de Castilla La Mancha, sur de Castilla y León, o Aragón puede ser interesante por todas las ciudades, pueblos y paisajes que contiene, pero no te da una sensación de estar en un sitio con las connotaciones que tienen las fronteras. Sin embargo durante algunos siglos lo fue, un lugar que determinaba no sólo la diferencia entre reinos pero también entre religiones.
Mi familia es de una pedanía de un pueblo que tuvo sus tiempos de gloria, Alcaraz, en Albacete. En los siglos XII y XIII fue un territorio de frontera, algo que es difícil de vislumbrar hoy, entre cotos de caza, rebaños de ovejas y campos de cultivo. Pero las ruinas de un castillo atestiguan que tuvo su importancia estratégica, algo que siempre me tuvo encandilado de niño.
Hoy las fronteras están en Melilla, en el Río Grande, en los estrechos, en las líneas imaginarias que los seres humanos se auto imponen según las circunstancias del año en que vivamos. 
Mañana estarán en otro lado, pero en un mundo globalizado como en el que vivimos, las fronteras físicas en este planeta acabarán diluyéndose, como dejaron de tener sentido en el pueblo de mis padres, allá por Albacete. Las nuevas fronteras serán, o lo están siendo ya, digitales, virtuales, propias de ese mundo del “Internet de las Cosas”. Y en cuanto seamos capaces de navegar de verdad en el espacio, las fronteras serán interplanetarias.

lunes, 17 de febrero de 2020

Complejidad, Simplicidad, Frustración

No sé ya cuantas veces he dicho ya que el mundo es muy complicado. Hoy más que nunca. La globalización y la tecnología lo mezcla todo mucho más que antes. No es lo mismo un problema de criminalidad en un pequeño pueblo de hace siglos que en un barrio de una megaciudad de hoy en día. 
Si habían unos malos-malotes que hacían de las suyas, sólo hacía falta contratar a los 7 Magníficos y ellos ya se encargaban de solucionarlo. Temporadas y temporadas del Equipo A se basaron en esta simple premisa, y aun se utiliza en muchas películas y series, de tal forma que tenemos imbuido en nuestra psique que grandes problemas pueden ser resueltos con soluciones simples.
Pero para erradicar la droga en un barrio de una gran ciudad no basta con fichar a Anibal, Phoenix, MA y Murdock. Te hacen falta sociólogos, trabajadores sociales, buenas escuelas, oportunidades de trabajo, centros de salud… El Equipo A no está preparado para esto. Lo suyo es llenar la furgoneta de armas de gran calibre y disparar a los malos ráfagas que milagrosamente no parecen matar a nadie.
A pesar de las expectativas que tenemos marcadas a fuego en nuestras mentes, no existen soluciones simples a problemas complejos. La consecuencia inevitable es una sensación irremediable de frustración.

domingo, 16 de febrero de 2020

El Cisne Negro está acercándose...

Leí hace unos años el libro de Nassim Taleb, El Cisne Negro, en el que desarrolla la idea de la existencias de eventos aparentemente extraordinarios e improbables pero que acaban sucediendo, porque no se trata de si algo va a suceder, sino de cuando va a suceder. Aplica esta idea a los movimientos de los mercados y sus crisis, a la caída de imperios, a guerras…
En estos tiempos de globalización estamos más expuestos que nunca, ya que el efecto multiplicador de cualquier suceso puede ser desastroso. 
Llevamos unos trescientos años con un progreso extraordinario. El claro exponente es la población mundial: de unos 600 millones alrededor de 1700 a 7.600 millones hoy, gracias al desarrollo que ha proporcionado la ciencia.
Las proyecciones ponen muy cerca los 10.000 millones, pero son proyecciones que recuerdan al pavo que ve al granjero como una persona que le cuida y le quiere de forma desinteresada, hasta que viene un día y le corta el pescuezo para servirlo como cena.
En estos días de viruses y brexits, me he levantado algo sombrío, como si escuchara pasos de un granjero acercándose…

sábado, 15 de febrero de 2020

Reviews y Pereza

Yo miro las reviews. Bueno, sólo el número final, el 4.2 o el 3.4. Normalmente soy demasiado perezoso como para leer que dicen. Hay muchas, miles, leer unas pocas no me servirá de nada, ¿no?
Supones que estas reviews están escritas por personas objetivas, que se han molestado por dedicarle un tiempo a compartir sus experiencias con el resto de la humanidad, que a pesar de cierta parcialidad, el resultado final será justo.
Pero no es un sistema justo. No lo es. La razón por la que les hacemos caso es básicamente la pereza. Análisis concienzudos requieren esfuerzo y, para el 95% de las compras que hacemos, no nos vamos a esforzar.

viernes, 14 de febrero de 2020

Memorias aumentadas

No tengo muchas fotos de cuando era niño. Me da envidia cuando lo comparo con mis hijos, que tienen fotos probablemente de cada mes de su vida. La implicación es que cuando sean mayores esas fotos activaran muchos más recuerdos sobre su vida de los que yo soy capaz de recordar sobre la mía.
Hay gente que tiene una buena memoria y pueden recordar muchos detalles de su pasado. No es mi caso, apenas recuerdo los más relevante. Pero estoy convencido que si algún amigo o familiar viniera con una vieja fotografía que yo nunca había visto, activaría recuerdos sobre lo acontecido alrededor de aquella foto.
Pero no se trata sólo de fotografías. Google Maps tiene un servicio que puedes activar desde el móvil, en el que graba dónde has estado, creando una visualización de la ruta que tomaste en un día determinado. “Gran Hermano” dirán algunos con asco. Pero no es mi caso. No me importa que Google se aproveche de esos datos porque me ofrece la oportunidad de recordar dentro de 40 años donde estuve y de esa forma activar mis recuerdos. ¿Hay algo más importante que los recuerdos? Somos lo que somos y lo que recordamos.
Nuevas tecnologías traerán nuevas formas de registrar nuestros día a día. Hasta que llegará el momento en el que lo registre todo. Otra vez, los más aprensivos verán esto con miedo. Yo lo veo como una oportunidad de ayudar a mi maltrecha memoria.

jueves, 13 de febrero de 2020

Fin de la Era del Individuo

Desde Einstein a Goya, Cervantes a Alan Turing. Estamos ante los últimos estertores de la Era del Individuo, donde obras, descubrimientos o invenciones relevantes pueden ser realizadas por una sola persona.
La Era del Ente Colectivo ha llegado con toda su fuerza. Empezó hace centenares, quizás miles de años, y está finalmente ocupándolo todo.
Las nuevas invenciones y avances tecnológicos hace tiempo que son tan complejos que necesitan la colaboración de decenas de personas y organizaciones. Pero también está ocurriendo con las creaciones artísticas: desde películas a la música, son producciones de decenas o centenares de personas. Todavía quedan reductos para la creación individual, como escribir novelas o coger una guitarra y sacar unos versos y unos acordes, pero lo normal es que el resultado sean ecos o variaciones de otros temas. La verdadera creación, la verdadera originalidad, ya no está al alcance de un sólo individuo, sólo puede venir del esfuerzo colectivo y de la ayuda de las nuevas e inteligentes tecnologías.

miércoles, 12 de febrero de 2020

Salamandras quietas-parás

Unos científicos del Reino Unido y Hungría han estudiado durante años unas salamandras ciegas que viven bajo el agua en la oscuridad de unas cuevas. 
Pueden vivir cien años y son capaces de reducir su metabolismo y permanecer “quietas-parás” durante años. 7 años es el récord por ahora. En su ecosistema no tienen depredadores que les puedan atacar, lo que les permite ese nivel de despreocupación, y la principal causa para desperezarse que tienen es cuando les apetece aparearse, cosa que sólo sucede cada 12.5 años… Vamos, que la libido lo que se dice desaforada no la tienen.
Una muestra más de lo joputa que puede ser la Madre Naturaleza. Millones de años de Evolución para acabar haciendo un un-dos-tres-pollito-inglés durante años. 
Y también digno de destacar a esos científicos que anotan minuciosamente durante ¡décadas! si tal o cual salamandra se ha apareado o ha movido la barbilla. 
Como dijo el torero El Gallo cuando le presentaron a Ortega y Gasset y le dijeron que era filósofo: “Hay gente pa tó”.

martes, 11 de febrero de 2020

Yo he nacido esta mañana



Éstas son las últimas líneas de “Juan Belmonte, matador de toros”, biografía escrita por Chaves Nogales.
Es el mejor final de un libro que he leído nunca. El periodista Manuel Chaves Nogales conoció al mítico torero a mediados de los años 30 y aunque no era aficionado a los toros, congeniaron y decidieron que escribiría su biografía a partir de largas conversaciones en las que el torero rememoraba su vida.
Una vida que empieza como un chaval que torea desnudo a la luz de la luna en la dehesa a una estrella del toreo, en una época en la que los toreros eran auténticas estrellas de rock, aquí y en Latinoamérica.
A mi tampoco me gustan los toros. O más bien no quiero que me gusten por lo que representan, aunque creo reconocer la belleza y el atractivo salvaje que tiene desprende, que me perdonen, pero también lo sintieron personajes como Goya o Picasso. 
Pero más allá de lo que uno pueda sentir por la tauromaquia, es una historia que engancha, por lo bien escrita que está, las peripecias de un personaje que vive de todo y por lo que ayuda a entender el primer tercio de la España del siglo XX.
Por eso sorprende las últimas palabras del torero, plasmadas con maestría por Chaves Nogales. Una persona que lo ha vivido todo, duda de si ha vivido lo que recuerda. Lo que importa es que un nuevo día empieza, todos volvemos a nacer por la mañana.
Aunque reconozco que también me influyó saber de antemano que Juan Belmonte se suicidó poco antes de cumplir los 70 años, en 1962. Parece ser que, él que había tenido una vida tan intensa, no se resignaba a la decadencia física y se pegó un tiro una noche en su despacho.

lunes, 10 de febrero de 2020

Las circunstancias

Hace ya algún tiempo vi uno de esos documentales sobre Hitler. Éste no se centraba en él, pero en us círculo de poder: Goebbles, Himmler, Goering… 
La impresión que me dio es que algunos de ellos eran personas ambiciosas y capaces, aunque enfocadas en el mal: la capacidad de organización de Himmler, la manipulación de Goebbles, un “artista” de la comunicación de masas… 
En otras circunstancias podrían haberse convertido en exitosos hombres de negocios, su maldad habría quedado oculta en algún anónimo consejo de administración.
Lo que te lleva a confirmar ese inquietante pensamiento, que hoy en día hay personas ahi fuera, ocupando puestos importantes en la Administración o las empresas con el potencial de convertirse en protagonistas de horrendos crímenes contra la humanidad. La suerte es que las circunstancias no son las adecuadas.
Pero en cuanto el contexto se tuerce, aparecen: la posguerra de Alemania en los años 20, las dictaduras estalinistas, maoístas, Camboya…

domingo, 9 de febrero de 2020

La Pereza y el Momentum

Es más fácil mantener el movimiento que arrancar. Requiere menos esfuerzo. 
La cantidad de movimiento que tenemos, el momentum, es el resultado de multiplicar la masa por la velocidad. Bueno, eso era antes, la Relatividad y la Física Cuántica hacen este concepto más complicado, por lo de que también tienen momentum partículas sin masa, como los fotones. Pero como concepto, mejor quedarnos con el de Galileo y Newton, mas de andar por casa.
El caso es que la pereza es una versión psicológica del “momentum físico”. Si estás “quietoparao” tienes masa, pero no velocidad y no tienes momentum = tienes pereza. Cuesta un huevo arrancar. En cuanto te pones manos a la obra, ganas momentum, ganas energía.
Conclusion, como lo del tiburón: no pares, sigue, sigue…

sábado, 8 de febrero de 2020

Ponerse de acuerdo, ostias...

Cuando era pequeño recuerdo que me preguntaba por qué no podía existir un grupo de música que gustara absolutamente a todo el mundo.
Vale, sí, hay grupos que casi han llegado a eso. Pongamos por ejemplo a los Beatles. ¿A quién no le gusta los Beatles? Te pueden gustar otros grupos más, pero no gustarte los Beatles es casi inconcebible… Pues, no, hay gente a la que no les gusta el grupo ese de Liverpool.
Y si no nos ponemos de acuerdo con algo tan evidente como los Beatles, ¿cómo nos vamos a poner de acuerdo con cualquier otra cosa?

viernes, 7 de febrero de 2020

Todos no éramos iguales

El sistema de castas está todavía muy vivo en países como India. Existen leyes que tratan de suavizarlo, pero es parte de su cultura y se manifiesta y se perpetúa a través de los matrimonios, en los que lo normal es casarse con gente de su misma casta. 
El punto central de esta mentalidad es creer que no todos somos iguales, que nuestro nacimiento determina lo que somos y lo que podemos ser, y esta creencia se manifiesta todos los días en las decisiones que uno toma.
Pero estas creencias están también en otras culturas, tal vez no de una forma tan descarada, pero lo están. Todos discriminamos de forma positiva o negativa en función de las apariencias, de hecho, seguramente es un mecanismo psicológico casi inevitable. Tenemos que tomar decisiones en función de la información que disponemos, y normalmente la información disponible es escasa y superficial.
Lo normal durante miles de años ha sido pensar que no somos iguales, porque de alguna forma es la conclusión más “natural” si no cuentas con suficiente información como para desafiar esta propensión.
El desarrollo del Conocimiento, propulsado por la palabra escrita, es lo que ha permitido que en los últimos siglos muchos pensemos que “todos somos iguales”. Es un salto evolutivo en nuestra forma de pensar.

jueves, 6 de febrero de 2020

Sabina

Hay artistas que fueron importantes en su época pero que no llevan bien el paso del tiempo y acaban olvidados. Para otros, siendo importantes y relevantes en vida, el futuro les depara una dimensión que les acerca a la Eternidad.
Si tuviera que apostar, apostaría por Joaquín Sabina. Me imagino un siglo XXIII o un siglo XXX en el que todavía se escuchen sus canciones y se estudien sus letras.
Mucho Sabina.

miércoles, 5 de febrero de 2020

El rodaje de la llegada del Hombre a la Luna

Los que creen que la llegada a la Luna fue un montaje no se paran a pensar en los detalles de lo complicado que hubiera sido fingirlo todo.
Imagínate un supuesto plató en el que se estuviera rodando el alunizaje, con Stanley Kubrick sentado en su silla, Armstrong y compañía en su modulo lunar diciendo sus frases, los de iluminación mirando la hora para ver cuanto falta para el siguiente break y comerse los bocadillos que los de catering están poniendo sobre la mesa. El guionista consultando que los actores/astronautas no se saltan el guión…
Llega el momento en que van a rodar la escena cumbre.
– Escena 148 – Bajada escalerilla – Toma 1 
– Es un pequeño paso… grrrr…. para mi… grrr… pero que día más importante para… grrrr… todos nosotros….
– ¡Corten!
Stanley Kubrick le hace gestos al guionista para que se acerque.
– Esto es una mierda, esta frase no funciona.
Armstrong, desde el medio del plató dice:
– Pues yo he dicho lo que ponía en el guión…
– Bien, Neil, lo has hecho de puta madre, pero la frase sigue siendo una mierda…
Anécdotas de este estilo tuvieron que haber a montones, y con lo chapuceros que somos los seres humanos, ¿cómo es posible que nadie se largara de la lengua con las más cachondas? Veo esto muchísimo más complicado que poner un hombre en la Luna.

martes, 4 de febrero de 2020

Confesor Virtual

Las nuevas tecnologías tendrán aplicaciones inesperadas.
Como podría ser el caso de un Confesor Virtual. Le puedes llamar, contarle tus pecados, te escuchará, gracias a sus algoritmos de inteligencia artificial elegirá el tono más adecuado para hablarte, decidirá las penitencias que tendrás que afrontar para redimir tus pecados.
Le empresa que llegara a controlar algo así controlaría el mundo, ya que tendría acceso a todos los secretos más oscuros de las personas.
Quizás este fue el secreto del dominio de la Iglesia Católica todos estos años…

lunes, 3 de febrero de 2020

Memoria

En los 70 los británicos tuvieron un referendum para entrar en la Unión Europea, y ganó el Sí . En aquellos años la Segunda Guerra Mundial era algo todavía reciente, había acabado apenas 30 años antes, las personas en sus 50 la habían luchado, los cuarentones la sufrieron de niños, y los más jóvenes la tenían presente porque sus padres y abuelos no paraban de contar batallitas durante las comidas de los domingos.
40 años después vuelven a votar, y decidieron en otro referendum salir de Europa. Esta vez la Segunda Guerra Mundial es algo que sale en las películas, los que pueden contar las batallitas en las comidas de los domingos hace ya tiempo que se murieron. Los horrores de aquella guerra se ven como algo lejano, peliculero, que no puede volver a pasar.
Me recuerda lo que leí una vez sobre las regulaciones financieras que se impusieron tras la depresión económica de los años 30. Décadas después esas regulaciones se fueron aligerando, los nuevos dirigentes no habían vivido las consecuencias de aquella crisis, lo que contribuyó a que a principios del siglo XXI se volviera a repetir.
Lo que aprende una generación puede perderse en las siguientes. Los más jóvenes tienden a “pasar” de lo que dicen sus padres y sus abuelos. Por eso las cosas se repiten.

domingo, 2 de febrero de 2020

La vida de un concepto antes de que exista

Hay afecciones que hoy en día están totalmente normalizadas: autismo, esquizofrenia, dislexia, estrés, depresión…
Antes, al no existir las palabras para entenderlas, estas afecciones no podían ni siquiera ser imaginadas. Los que las sufrían las padecían con sentimientos que mezclaban la culpa, la religión y la incomprensión. 
Más allá de la medicina, hay otros conceptos “nuevos” que contribuyen a entender la realidad de otra forma: ciencia, progreso, diversidad, igualdad… Y unos evolucionan a partir de otros.
El monoteísmo, un concepto “nuevo” (dos o tres miles de años), favoreció, tras unos cuantos siglos, la aparición del concepto “Igualdad” (si hay un único Dios y todos somos hijos de Él…
Si vives alrededor del año 1000, no concibes el concepto de “Progreso”, todo parece estático, monolítico, decidido. En cuanto se desarrolla la “Ciencia” y trae avances tecnológicos, uno empieza a tener a sensación de que algo se mueve. Y empezamos a buscar una palabra para describirlo.
El desafío es ser de los primeros en entender que necesitamos un concepto para algo nuevo que está ahí fuera.