Olga Kahunismaya ha sido expulsada del torneo
preparatorio para las Olimpiadas de Londres 2012, que se está celebrando en
Roma, tras causar lesiones de diversa índole durante sus enfrentamientos a las
representantes de Portugal, Holanda y Luxemburgo.
El abultado diámetro de sus Juanetes, especialmente el
del pie derecho, convierte sus extremidades inferiores en armas mortíferas ante
las que ni las más experimentadas luchadoras pueden hacer nada.
“Va en contra del espectáculo” nos comenta el Presidente
de la Federación Lituana, “la simple contemplación de esas zarpas con Juanetes
como mi cabeza provoca arcadas. Así no hay quien venda los derechos
televisivos”.
“Si no la paramos un día va a matar a alguien”, nos dice
Paola Cohelo desde la cama del hospital en el que está siendo tratada de
fractura craneoencefálica severa
desde su enfrentamiento con la karateka ucraniana.
Existen sospechas de que el origen de las peligrosas
deformidades de Olga Kanunismaya es debido a un oscuro programa soviético de
experimentación genética al que fue sometido durante su infancia. Otras
fuentes afirman que viene de familia y existen rumores de que su abuelo, un
capitán ruso que murió durante la batalla de Stalingrado, tumbaba los tanques
nazis a juanetazos, hasta que murió tras pisar una mina con el canto del callo.