lunes, 2 de marzo de 2020

San Vicente, Rock Star

Estas Navidades nos pasamos por el Museo de Historia de Valencia. Una agradable sorpresa. Nunca había estado y nos pareció un sitio interesante y bien organizado. 
Pudimos disfrutar de una exposición temporal sobre San Vicente Ferrer, explicada a un pequeño grupo de personas por uno de los comisarios, un tipo fantástico, historiador entusiasmado con su trabajo que logró transmitir su pasión a todos nosotros.
Lo que descubrí es una historia totalmente desconocida para mí, la de un personaje que podría describirse como una estrella del rock del siglo XV.
En una época en la que no había televisiones, cines o internet para entretenerse, este charlatán embaucador utilizó sus historias del fin del mundo (decía que estaba a punto de llegar) para convocar a las masas en una gira que le llevó durante años por muchas ciudades de Castilla, Aragón, Francia, Italia, Países Bajos… Las personas influyentes de muchas ciudades le pagaban para que viniera a montar su “espectáculo”, ya que las masas que congregaba eran beneficiosas para las economías locales.
Su erudición, don de lenguas, capacidad de hablarle al pueblo con un lenguaje claro, lleno de metáforas y ejemplos, le convirtieron en la mayor celebridad del momento. En ese contexto adjudicarle milagros era inevitable, y se le atribuyeron muchos y muy disparatados. ¡Incluso fue capaz de regenerar un niño que había sido descuartizado y guisado por su madre! 
Todo un personaje, como se ve, y una oportunidad para entender otra época, para darnos cuenta de las diferencias y las similitudes con el mundo en el que vivimos.

domingo, 1 de marzo de 2020

Tergiversaciones

Un ermitaño vive en algún perdido lugar de Montana durante décadas. Esta obsesionado con los males de la sociedad industrial y quiere incitar a las masas a rebelarse. Su método, mandar bombas caseras que empiezan causando algún que otro destrozo y acaban matando a 3 personas e hiriendo a docenas. 16 atentados en 17 años.
Tras unas cuantas series de televisión, documentales y películas, el personaje corre el riesgo de ser idealizado y convertirse en un símbolo para personas que simpaticen con sus ideas. Un “la violencia puede a veces ser justificada si los fines son nobles”, el no entender que este personaje era indudablemente inteligente pero obviamente desequilibrado, ha contribuido a que, con el paso de los años, nuevas generaciones compren camisetas con el rostro que utilizó el FBI en su búsqueda.
Hoy en día, cuando se supone que tenemos a nuestra disposición una cantidad ingente de información, corremos riesgos como éste. ¿Cómo era hace siglos, cuando las historias se transmitían a través de conversaciones en los mercados, tardaban semanas en desplazarse de ciudad a ciudad, dando tiempo a que “maduraran” y se adornaran? ¿Cuántos de los iconos de hoy en día fueron charlatanes cuyas historias fueron aprovechadas por otros para su propio beneficio?

sábado, 29 de febrero de 2020

El tamaño sí importa

He trabajado en diferentes sitios: desde la modesta auto-escuela de mi padre hasta una multinacional como Dyson, pasando por ONGs, restaurantes e incluso el ejército. 
Este ir y venir por diferentes sitios permite ver las cosas con perspectiva. El factor en el que me quería centrar ahora es el del tamaño.
El tamaño, digan lo que digan, sí importa.
En las empresas, por lo menos. Y es que con el tamaño surge el problema de como organizar el trabajo. Cuando una empresa crece de forma rápida, existe una tensión entre la gente nueva que necesariamente tienes que incorporar al trabajo y el contenido que les tienes que dar a esos trabajos. Las responsabilidades se fragmentan, se diluyen, y llega un momento en que las cosas suceden más por inercia que por otra cosa.
Sólo las empresas que sean capaces de gestionar estos cambios y estos tamaños de forma adecuada son las que acabarán sobreviviendo.

viernes, 28 de febrero de 2020

One Child Nation

Hace unas semanas me estremecí con el documental “One Child Nation”.
Una chica china va a vivir a Estados Unidos cuando tiene 18 años. Pasados lo años se ha establecido en su nuevo país, se ha casado, tiene un hijo pequeño, ella debe estar en los treinto y pocos.
Trabaja en el mundo de los documentales y decide hacer uno sobre la experiencia de su familia con la política del hijo único, implantada en China desde los años setenta hasta bien entrado el siglo XXI. 
Esta cercanía, el documental empieza preguntando a sus propios familiares sobre sus experiencias, ayuda a entender la escala del drama que han vivido centenares de millones de personas durante décadas. 
Su propio tío abandonó a una hija en el bosque, porque su existencia no estaba permitida por la política del partido. La niña, un bebe abandonado, murió. El alcalde de la aldea cuenta como ordenaba destruir las casas de las personas que habían tenido más de un hijo, una mujer que practicó miles de abortos a mujeres embarazadas de 8 meses, explica que no se arrepiente porque era lo que el Partido había decidido, era mejor que una minoría sufriera que todos pasaran hambre. Unos videos muestran el adoctrinamiento que se ejercía incluso con niños cantando amenazas a todos aquellos que no obedecieran. En los muros de muchas ciudades todavía hoy se pueden ver las advertencias: “Si una persona tiene más de un niño, todo el pueblo sufrirá”, “Mejor sangre fluyendo que niños naciendo en contra del plan del Estado”. Un artista explica la exposición que está preparando basándose en imágenes de vertederos en los que se pueden encontrar fetos de niños de hasta 8 meses, algo que no era inusual. Una mujer que practicaba esterilizaciones forzadas, explica como las mujeres eran muchas veces arrastradas a las clínicas para practicarles las esterilizaciones. La gran cantidad de niñas abandonadas en las calles abrió la oportunidad de negocio de “venderlas” en el mercado internacional de adopciones…
Acabé el documental con la boca abierta, horrorizado por la magnitud de esta política. Como muchos, sabía que China había tratado de controlar su crecimiento poblacional, pero nunca se me había ocurrido pensar en que aplicar algo así tiene que conllevar de forma casi inevitable un sinnúmero de barbaridades y la complicidad de todo un pueblo.

jueves, 27 de febrero de 2020

Creatividad

He descubierto hace poco “Garage Band”, la aplicación de Apple que te permite crear música. Empecé tratando de copiar la canción “Bad Guy” de Billie Eilish, porque pensé que al tener pocas “pistas” debía ser fácil de imitar. Y, efectivamente, al rato conseguí producir algo que, por lo menos a mí, se parece bastante. Animé a mi hija que la cantara, por un trabajo que tiene que hacer para la escuela y, ¡voilá!, nos ha salido una cosa muy maja.

Me he animado a hacer otras canciones y, oye, la cosa va saliendo.
Más allá de que no tendré la disciplina y el tiempo necesario para hacer cosas más dignas, es un instrumento increíble para desarrollar tu creatividad. Me pilla con 12 años y me podría haber convertido en un maestro.
Y es aquí donde quería llegar: las fascinantes oportunidades que tienen las nuevas generaciones para desarrollar cosas nuevas.
Hace miles de años bastante tenían las personas con sobrevivir. A alguno le daba por pintar en las paredes, y estarían los que cogían un palo le hacían unos agujeros y sacaban unas notas, con otro al lado dándole a algo con el palo y otro más allá bailando aquella maravilla. Y todo esto tenía un mérito extraordinario, dado lo limitado de las opciones.
Hoy en día, el sustento nos lo garantiza Mercadona, sin leones de por medio que pongan en riesgo nuestras vidas, y tenemos infinidad de opciones para crear: un simple trozo de papel y un lápiz te permiten crear un cómic o un retrato, un video de Youtube te ayudará a mejorar tus acordes de soul, puedes aprender a hacerte una bufanda de ganchillo, preparar un corto con el móvil y unos amigos, desarrollar una aplicación o escribir un libro.
Tenemos más tiempo y más herramientas que nunca para crear. La cuestión es utilizar todo este potencial en “hacer algo de provecho”, como diría tu abuela…

miércoles, 26 de febrero de 2020

Realidad

Acaba de llegar a casa un nuevo juguetito: un aparato de realidad virtual, Oculus.
Esta tecnología está todavía en su más tierna infancia pero ya es algo que te impresiona. Cuando te pones las gafas y te adentras en alguno de sus juegos, estás dentro de otra realidad. Tú sabes sabe que todavía estás en el salón de tu casa, pero tu cerebro está confundido y reacciona a los objetos virtuales que son lanzados contra ti, te apartas, gritas, te ríes… 
Hoy son sólo unas gafas, un par de mandos que tienes en tus manos, y unos gráficos muy elaborados pero claramente generados por ordenador. Pero el nivel de inmersión seguirá creciendo, seguramente a través de conexiones cerebrales, y será imposible distinguir las imágenes que te rodean de las reales.
Entonces llegará el momento en el que no podremos distinguir si estamos viviendo la realidad o un mundo virtual. Al más puro estilo de “The Matrix”, podremos ser engañados y vivir vidas enteras conectados a una máquina. 
Pero ¿qué es la realidad sino el mundo virtual que nuestro cerebro genera a partir de los estímulos que recibe? Un mundo virtual generado por una máquina es sólo una más de las opciones que tendremos. Hoy mismo, sin cachivaches tecnológicos, todos vivimos en nuestros propios mundos, distorsionados por las influencias que nos rodean. 
En los futuros mundos que nos vienen por lo menos podremos volar.

martes, 25 de febrero de 2020

Culpar al mensajero

Acabo de leer un artículo más en el que se culpa a Mark Zuckerberg y otros de igual pelaje por las maldades que sus creaciones han generado en la sociedad de hoy en día, con sus Facebook, sus Amazon y sus manipulaciones e intromisiones.
Y personas como éstas pueden tener su parte de culpa, pero no hay que olvidar que las circunstancias de la sociedad, su desarrollo tecnológico, su contexto económico y politico, hasta moral, es el caldo de cultivo que produce cosas como Facebook.
Si Mark Zuckerberg, con toda su habilidad como desarrollador de software (creó una primera versión de “thefacebook” en apenas unas semanas) hubiera nacido 50 años antes, habría sido un anónimo auditor o vendedor de seguros. Al mismo tiempo, sin Mark Zuckerberg a principios de la década del 2000 no se hubiera creado Facebook exactamente, pero se hubiera creado algo muy parecido, simplemente porque las circunstancias no hacían inevitable.
Estamos donde estamos debido a fuerzas más poderosas que las que puedan ejercer personas especificas.

lunes, 24 de febrero de 2020

In-olvidados

Se estima que 107.000 millones de personas son las que han vivido desde el inicio de la especie humana. Hoy en día se estima que hay en el mundo unos 7.500 millones. 
A lo largo de la historia conocemos un puñado de nombres: Alejandro Magno, Cleopatra, Julio Cesar, unos cuantos Ramseses, Anibal, Lutero, Paquirri, Ariadna Grande… La lista no es pequeña, pero obviamente minúscula comparada con toda la gente que ha vivido, porque la inmensa mayoría de las personas que han existido han sido olvidados.
Pero esto está cambiando. Hoy en día, gracias a las redes sociales, casi todos nosotros tenemos un perfil publico. Unos vuelcan sus vidas en las redes, otros apenas publican nada, pero se ha normalizado tener una cuenta en esta red o en aquella, tener correos electrónicos, guardar fotografías en la nube…
Todos dejamos un rastro digital que hará las delicias de los historiadores del futuro. Será posible reproducir la vida de todos, reconstruir el día a día de una sociedad que dejó de existir siglos atrás.
Y todos y cada uno de nosotros tenemos el potencial de ser recordados, de ser observados dentro de mil años. No vas a ser olvidado, así que cuidado con lo que publicas…

domingo, 23 de febrero de 2020

Fraglidad

En un “mercado mojado” de una ciudad de china un animal es recién sacrificado. Las condiciones higiénicas no son ideales y favorecen la transmisión de viruses de animales a personas.
Tras unos meses uno de esos seres microscópico evoluciona hasta conseguir transmitirse de humano a humano. Este virus logra contagiar a un puñado de personas que viajan y lo transmiten a más personas.
Todavía no ha sucedido, y puede que este “Corona Virus” no lo logre, pero un día algo así sucederá. Una muestra de la fragilidad del mundo en que vivimos. 
Un simple ser microscópico tiene el poder de tumbar la economía mundial, provocando más caos y destrucción con sus efectos sociales que a través de las enfermedades y muertes que provoque.

sábado, 22 de febrero de 2020

Palabras que sobreviven 15.000 años

La evolución del lenguaje es algo que siempre me ha fascinado. Siendo español y viviendo en Inglaterra, soy testigo de como mis hijos aprenden un lenguaje en el colegio, el inglés, y otro en casa, el español. Como resultado, su primer lenguaje, con el que se sienten más cómodos y se expresan mejor, es el inglés. El español lo entienden y lo hablan, pero no se expresan con naturalidad, hacen traducciones literales desde el inglés, les falta vocabulario y no la pronunciación también se ve afectada.
Obviamente es mi culpa. Me da pereza leer con ellos todos los días, enseñarles de forma más formal. No me preocupa demasiado, hablarlo lo hablan y siempre podrán mejorar algunas cosas más adelante.
Puede que suene que trato a mis propios hijos como conejillos de indias, pero una de las cosas que me gusta de esta experiencia es que soy testigo de como un niño aprende un lenguaje de forma “natural”, porque lo natural durante miles y miles de años es que los niños aprendieran la lengua sin una educación estructurada. Así ha sido hasta hace apenas uno o dos siglos.
Esta falta de educación lingüística formal para el 99.99% de la humanidad durante miles de años es lo que probablemente aceleraba la evolución y separación de las lenguas. Con medios de transporte limitados, la bifurcación de lenguas en espacios relativamente reducidos debían sucederse con apenas un puñado de generaciones.
Aún así, algunas palabras pueden haber sobrevivido esta evolución, tal y como aseguran algunos lingüistas, que han identificado un grupo de palabras que pueden haber sobrevivido 15.000 años, siendo reconocibles en diferentes lenguas: “Madre”, “oír”, “no”, “fluir”…

viernes, 21 de febrero de 2020

Evolución de la Miopía (y de los Gilipollas)

Soy miope, no mucho, pero miope. Y supongo que hace unos pocos miles de años lo hubiera tenido crudo para sobrevivir. El tigre dientes de sable de turno me habría almorzado a mí antes que a mi compañeros de tribu no miopes. Cosas de la Naturaleza, que no se anda con chiquitas, la muy cabrona. Y si me hubiera almorzado antes de tener hijos mi potencial estirpe de descendientes miopes se habría acabado ahí mismo, a los pies de ese tigre panzón.

Hoy en día ser miope no es una desventaja, el contexto ha cambiado. Puede incluso ser una ventaja: si te quedan bien las gafas, hasta puedes parecer más interesante y tener más éxito reproductor.

Las preguntas entonces son las siguientes.

¿Cómo puñetas sobrevivieron los pocos miopes antecesores de todos los miopes de hoy en día? ¿Por pura chiripa? Supongo que el ratio de supervivencia era bajo, pero alguno se libraba y llegado en momento adecuado, en el que el contexto es más favorable, se extienden.

Y por otro lado, ¿qué otras deficiencias hoy en día se expanden gracias a que el entorno ha cambiando? Así de primeras se me ocurre una: la gilipollez.

Si eras muy tonto en el pasado el tigre te acababa comiendo, seguramente. Me imagino a un gilipollas en medio de la selva haciendo ruido como si estuviera en la ruta del bacalao, y claro, ¡zasca!, almorzado. Hoy en día, en cambio, miro alrededor y veo muchos gilipollas, por lo que algo el entorno se les ha vuelto más favorable. Y no sólo sobreviven sino que tienen hijos y sus estirpes se extienden.

Seguiremos investigando.

jueves, 20 de febrero de 2020

Los flecos

La Física Newtoniana funciona. Un señor un poco raro y muy listo, el tal Isaac, desarrolló una serie de ecuaciones que sirven para explicar muy bien nuestro día a día. Aunque no todo. Cuando los físicos se ponían a estudiar cosas menos cotidianas, como la velocidad de la luz, que si las radiaciones, que si tal que si cual, pues las sesudas fórmulas del bueno de Isaac no funcionaban.
Pero entonces llegó el bueno de Albert y se sacó de la manga, desde su oficina de patentes allá en Suiza, la Teoría de la Relatividad. Su mujer también ayudó lo suyo, por cierto. Así que ahora, con nuevas fórmulas y nuevas formas de entender la realidad, pues resulta que es más fácil lanzar cohetes y satélites y cosas de esas. Y no es que lo que Isaac descubrió estuviera mal, es que sólo se refería a una parte de la realidad, no a toda.
Pero, fíjate tú, que todavía quedan huecos por ahi. Que si la Física Cuántica, que si el Big Bang y que si Singularidades y cosas de esas. Poco que ver con el día a día, pero que son cuestiones que tienen su aquel y mantienen ocupados a los que se preocupan de estas cosas.
Y todavía no ha salido un Isaac o un Albert que nos haya encontrado las formulitas para explicar estos flecos. Ya llegará, aunque probablemente no será una única persona, porque estos flecos no se resuelven con unos pocos folios y una inspirada persona de pelo alocado. Lo que queda por explicar tiene tomate y acabará siendo el resultado de la contribución de varias personas, organismos e inteligencias artificiales. 
Para colmo, seguro que los nuevos descubrimientos también tendrán sus flecos.

miércoles, 19 de febrero de 2020

Lo que no mata engorda

En una entrevista a Antonio Banderas le preguntan por el ataque al corazón que tuvo hace 3 años. Responde que fue una experiencia que le cambió la vida, que la mejoró. “Obviamente si lo superas y no te mueres”, o algo así dijo, pero en general fue una experiencia que le ha ayudado a apreciar más la vida.

martes, 18 de febrero de 2020

Fronteras

Estoy leyendo el libro Sidi, de Pérez Reverte, y lo estoy disfrutando mucho. Cuenta la historia de El Cid, en pleno siglo XI, desterrado por el rey de Castilla y León, buscando un señor al que servir, aunque sea el rey moro de Zaragoza. Una vida de mercenario en la “frontera”. 
Ir hoy en día por zonas de Castilla La Mancha, sur de Castilla y León, o Aragón puede ser interesante por todas las ciudades, pueblos y paisajes que contiene, pero no te da una sensación de estar en un sitio con las connotaciones que tienen las fronteras. Sin embargo durante algunos siglos lo fue, un lugar que determinaba no sólo la diferencia entre reinos pero también entre religiones.
Mi familia es de una pedanía de un pueblo que tuvo sus tiempos de gloria, Alcaraz, en Albacete. En los siglos XII y XIII fue un territorio de frontera, algo que es difícil de vislumbrar hoy, entre cotos de caza, rebaños de ovejas y campos de cultivo. Pero las ruinas de un castillo atestiguan que tuvo su importancia estratégica, algo que siempre me tuvo encandilado de niño.
Hoy las fronteras están en Melilla, en el Río Grande, en los estrechos, en las líneas imaginarias que los seres humanos se auto imponen según las circunstancias del año en que vivamos. 
Mañana estarán en otro lado, pero en un mundo globalizado como en el que vivimos, las fronteras físicas en este planeta acabarán diluyéndose, como dejaron de tener sentido en el pueblo de mis padres, allá por Albacete. Las nuevas fronteras serán, o lo están siendo ya, digitales, virtuales, propias de ese mundo del “Internet de las Cosas”. Y en cuanto seamos capaces de navegar de verdad en el espacio, las fronteras serán interplanetarias.

lunes, 17 de febrero de 2020

Complejidad, Simplicidad, Frustración

No sé ya cuantas veces he dicho ya que el mundo es muy complicado. Hoy más que nunca. La globalización y la tecnología lo mezcla todo mucho más que antes. No es lo mismo un problema de criminalidad en un pequeño pueblo de hace siglos que en un barrio de una megaciudad de hoy en día. 
Si habían unos malos-malotes que hacían de las suyas, sólo hacía falta contratar a los 7 Magníficos y ellos ya se encargaban de solucionarlo. Temporadas y temporadas del Equipo A se basaron en esta simple premisa, y aun se utiliza en muchas películas y series, de tal forma que tenemos imbuido en nuestra psique que grandes problemas pueden ser resueltos con soluciones simples.
Pero para erradicar la droga en un barrio de una gran ciudad no basta con fichar a Anibal, Phoenix, MA y Murdock. Te hacen falta sociólogos, trabajadores sociales, buenas escuelas, oportunidades de trabajo, centros de salud… El Equipo A no está preparado para esto. Lo suyo es llenar la furgoneta de armas de gran calibre y disparar a los malos ráfagas que milagrosamente no parecen matar a nadie.
A pesar de las expectativas que tenemos marcadas a fuego en nuestras mentes, no existen soluciones simples a problemas complejos. La consecuencia inevitable es una sensación irremediable de frustración.

domingo, 16 de febrero de 2020

El Cisne Negro está acercándose...

Leí hace unos años el libro de Nassim Taleb, El Cisne Negro, en el que desarrolla la idea de la existencias de eventos aparentemente extraordinarios e improbables pero que acaban sucediendo, porque no se trata de si algo va a suceder, sino de cuando va a suceder. Aplica esta idea a los movimientos de los mercados y sus crisis, a la caída de imperios, a guerras…
En estos tiempos de globalización estamos más expuestos que nunca, ya que el efecto multiplicador de cualquier suceso puede ser desastroso. 
Llevamos unos trescientos años con un progreso extraordinario. El claro exponente es la población mundial: de unos 600 millones alrededor de 1700 a 7.600 millones hoy, gracias al desarrollo que ha proporcionado la ciencia.
Las proyecciones ponen muy cerca los 10.000 millones, pero son proyecciones que recuerdan al pavo que ve al granjero como una persona que le cuida y le quiere de forma desinteresada, hasta que viene un día y le corta el pescuezo para servirlo como cena.
En estos días de viruses y brexits, me he levantado algo sombrío, como si escuchara pasos de un granjero acercándose…

sábado, 15 de febrero de 2020

Reviews y Pereza

Yo miro las reviews. Bueno, sólo el número final, el 4.2 o el 3.4. Normalmente soy demasiado perezoso como para leer que dicen. Hay muchas, miles, leer unas pocas no me servirá de nada, ¿no?
Supones que estas reviews están escritas por personas objetivas, que se han molestado por dedicarle un tiempo a compartir sus experiencias con el resto de la humanidad, que a pesar de cierta parcialidad, el resultado final será justo.
Pero no es un sistema justo. No lo es. La razón por la que les hacemos caso es básicamente la pereza. Análisis concienzudos requieren esfuerzo y, para el 95% de las compras que hacemos, no nos vamos a esforzar.

viernes, 14 de febrero de 2020

Memorias aumentadas

No tengo muchas fotos de cuando era niño. Me da envidia cuando lo comparo con mis hijos, que tienen fotos probablemente de cada mes de su vida. La implicación es que cuando sean mayores esas fotos activaran muchos más recuerdos sobre su vida de los que yo soy capaz de recordar sobre la mía.
Hay gente que tiene una buena memoria y pueden recordar muchos detalles de su pasado. No es mi caso, apenas recuerdo los más relevante. Pero estoy convencido que si algún amigo o familiar viniera con una vieja fotografía que yo nunca había visto, activaría recuerdos sobre lo acontecido alrededor de aquella foto.
Pero no se trata sólo de fotografías. Google Maps tiene un servicio que puedes activar desde el móvil, en el que graba dónde has estado, creando una visualización de la ruta que tomaste en un día determinado. “Gran Hermano” dirán algunos con asco. Pero no es mi caso. No me importa que Google se aproveche de esos datos porque me ofrece la oportunidad de recordar dentro de 40 años donde estuve y de esa forma activar mis recuerdos. ¿Hay algo más importante que los recuerdos? Somos lo que somos y lo que recordamos.
Nuevas tecnologías traerán nuevas formas de registrar nuestros día a día. Hasta que llegará el momento en el que lo registre todo. Otra vez, los más aprensivos verán esto con miedo. Yo lo veo como una oportunidad de ayudar a mi maltrecha memoria.

jueves, 13 de febrero de 2020

Fin de la Era del Individuo

Desde Einstein a Goya, Cervantes a Alan Turing. Estamos ante los últimos estertores de la Era del Individuo, donde obras, descubrimientos o invenciones relevantes pueden ser realizadas por una sola persona.
La Era del Ente Colectivo ha llegado con toda su fuerza. Empezó hace centenares, quizás miles de años, y está finalmente ocupándolo todo.
Las nuevas invenciones y avances tecnológicos hace tiempo que son tan complejos que necesitan la colaboración de decenas de personas y organizaciones. Pero también está ocurriendo con las creaciones artísticas: desde películas a la música, son producciones de decenas o centenares de personas. Todavía quedan reductos para la creación individual, como escribir novelas o coger una guitarra y sacar unos versos y unos acordes, pero lo normal es que el resultado sean ecos o variaciones de otros temas. La verdadera creación, la verdadera originalidad, ya no está al alcance de un sólo individuo, sólo puede venir del esfuerzo colectivo y de la ayuda de las nuevas e inteligentes tecnologías.

miércoles, 12 de febrero de 2020

Salamandras quietas-parás

Unos científicos del Reino Unido y Hungría han estudiado durante años unas salamandras ciegas que viven bajo el agua en la oscuridad de unas cuevas. 
Pueden vivir cien años y son capaces de reducir su metabolismo y permanecer “quietas-parás” durante años. 7 años es el récord por ahora. En su ecosistema no tienen depredadores que les puedan atacar, lo que les permite ese nivel de despreocupación, y la principal causa para desperezarse que tienen es cuando les apetece aparearse, cosa que sólo sucede cada 12.5 años… Vamos, que la libido lo que se dice desaforada no la tienen.
Una muestra más de lo joputa que puede ser la Madre Naturaleza. Millones de años de Evolución para acabar haciendo un un-dos-tres-pollito-inglés durante años. 
Y también digno de destacar a esos científicos que anotan minuciosamente durante ¡décadas! si tal o cual salamandra se ha apareado o ha movido la barbilla. 
Como dijo el torero El Gallo cuando le presentaron a Ortega y Gasset y le dijeron que era filósofo: “Hay gente pa tó”.