sábado, 21 de marzo de 2020

Ventaja Religosa-Competitiva

Hace unos días fue el día de San Patricio y he visto un documental sobre este santo, patrón de los irlandeses, que impulsó el Cristianismo en aquella isla en el siglo V. 
El documental publicado en Netflix y producido desde algún grupo católico, es complaciente con la figura del santo, lo ensalza y no hay ni pizca de espíritu crítico, pero ayuda a entender el contexto de la época.
Irlanda está poblada por un mejunje de tribus paganas con querencia por lo salvaje. Al obispo Patricio llega con una misión personal para evangelizar a aquellas gentes. Él mismo fue esclavo años antes en ese territorio, cuando fue capturado en la isla de Bretaña por unos saqueadores irlandeses, lo que le permitió conocer aquella cultura y lengua antes de que pudiera escapar de allí.
Hay varios puntos que me llaman la atención, como las continuas llamadas de Dios que tiene el bueno de Patrick. Basándose en lo que él mismo dejo escrito, Dios mismo le indica que decisiones tomar o le anticipa lo que va a pasar. Entiendo que esto es seguramente una interpretación de sus propias acciones, en base a las firmes creencias que tiene, pero no puedo dejar de pensar en la posibilidad de inclinaciones esquizofrenicas…
Pero el punto que más me interesa en esta historia es más sociológico que psicológico: cómo se puede cambiar el sistema de creencias de un grupo a partir de la predicación. 
El punto de partida es la existencia de un “mercado de religiones” una expresión que leí en relación a la situación de la religión en Estados Unidos. Como español nacido en el siglo XX, es un concepto extraño, porque durante siglos el férreo control de la Iglesia Católica no ha permitido a las personas plantearse qué religión es la que más te interesa. “Católico-apostólico-y-romano”, y ya está. Pero Estados Unidos se originó como un refugio para minorías (cristianas) religiosas, y esa mentalidad ha perdurado hasta hoy en día, donde existen multitud de variantes del cristianismo, incluyendo muchas de su propia cosecha, como los mormones, pero también es normal que la gente profese otras religiones, desde el Islam al budismo, hasta la Cienciología.
El mundo anterior a las religiones monoteístas era un batiburrillo de dioses, espíritus y magias varias, con multitud de variantes locales, y con tendencia al sacrificio, a veces de animales, no pocas veces de humanos.
Y entonces llega el cristianismo y te lo simplifica. Un solo Dios. Bueno, más o menos, porque se liaron con lo de la Santísima Trinidad, seguramente por la inercia del politeísmo imperante hasta entonces. Pero de docenas de Dioses a quedarte entre 1 y 3, no está mal. Y no te exige sacrificios humanos (la historia de Abraham va sobre eso). Y parece que el tal Jesus dice cosas razonables…
Total, que los cristianos vendían un buen producto, para el contexto de la época, y esta fue seguramente una de las razones de su éxito. 
La cosa está en que, después de dos mil años, es normal, el producto se les ha quedado anticuado.

viernes, 20 de marzo de 2020

Cisnes Negros vs Conspiraciones

Amigos y familiares me dicen que parece que están en una película, que no parece real esa sensación de calles vacías, de silencio, de soledad.
Pero ha pasado lo que tenía que pasar. No era si iba a pasar, era cuando. 
Las pandemias son fácil de olvidar en el imaginario colectivo porque suceden cada varias generaciones. Y las que nos llegan a través de los libros de Historia tienen algo de impersonal, se cuentan como se cuenta tradicionalmente la Historia, con fechas y un par de párrafos, sin entender la magnitud y el drama que nos deberían transmitir. Las diversas pestes, las enfermedades que acabaron con buena parte de los indígenas americanos, la gripe mal llamada “española”, la plaga de Justiniano (siglo II)…
Ésta que nos está tocando vivir no es tan letal como otras, pero es la primera vez que se convierte en global en un tiempo récord. También es cuando mejor preparados estamos para afrontarla, comparado con cualquier otro momento de la Historia.
Pero, claro, la necesidad de las personas que aderezar la realidad lleva a muchos a aceptar maquiavélicas teorías sobre el origen de la enfermedad. Que si los chinos, que si los rusos, que si los americanos…
Necesitan un culpable, alguien en el que cagarse en “tos sus muertos”, porque creen que las cosas suceden porque alguien lo dicta. Pero no, todo esto tiene explicaciones muy naturales, lógicas, objetivas, no hay manos negras detrás. Es el Cisne Negro que nuestra generación tiene que afrontar.

jueves, 19 de marzo de 2020

Renovar la piel

Que todo este caos al que nos está arrastrando el virus sirva para apreciar lo bien que hemos estado este tiempo, que sirva para que apreciemos el valor de las pequeñas cosas. Un paseo, una cena con amigos, ir al supermercado y encontrar cualquier cosa que quieras, ver un partido de fútbol, ir al cine o al teatro…

miércoles, 18 de marzo de 2020

Renovar la piel

El sistema económico que nos hemos montado es un artificio, es artificial, y a pesar de que parece inevitable y nos hemos acostumbrado a él, puede ser diferente.
Este virus que está trastocando todo puede ser la oportunidad de repensar el sistema económico. Las empresas no van a poder subsistir muchas semanas así, los trabajadores menos, diferentes pagos van a tener que ser suspendidos: hipotecas, suministros, impuestos… Despidos masivos están a la vuelta de la esquina, empresas que tendrán que parar.
Las medidas que se tomen para paliar esta situación tendrán efectos en el nuevo sistema económico que surja tras este desastre.

martes, 17 de marzo de 2020

Año 3 desde el inicio del Aislamiento

La sociedad se ha adaptado a vivir con un virus que mutó hasta convertirse en letal. 
Todos vivimos en nuestras casas, salir es una muerte segura. Sólo algunos trabajadores pueden salir para realizar el mantenimiento básico de parte de las infraestructuras.
Una nueva generación de drones se encarga de transportar productos a todas las casas, desde comida a cables para el ordenador.
Los niños asisten a clases virtuales a través de Internet, los adultos quedan para tomar unas cervezas y bailar usando aparatos de realidad virtual.
Las fábricas están siendo robotizadas, la necesidad de operarios es mínima.
Cuando alguien muere un servicio fúnebre de drones se lleva los cuerpos para ser incinerados.

lunes, 16 de marzo de 2020

Renovar la piel

La crisis del Corona Virus tendrá efectos en el largo plazo que van más allá de la crisis médica o económica a corto plazo. Y muchos de estos efectos serán positivos.
El más inmediato y obvio es el del tele-trabajo. Era más posible de lo que parecía y esta crisis le va a dar un impulso definitivo.
Como consecuencia de la expansión acelerada del tele-trabajo, la congestión y la contaminación de las ciudades disminuirá en el medio plazo.
A su vez, ¿qué tal un resurgimiento de las ciudades medianas y pequeñas? Si puedo teletrabajar, puedo hacerlo desde donde quiera. Los gobiernos, especialmente el de España, tiene que aprovechar esta inercia para desarrollar infraestructuras que permitan florecer las regiones menos desarrolladas: vías de transporte, colegios, hospitales. Repoblar la España vaciada aprovechando el impulso de un cambio de mentalidad en las personas y las empresas.
Otro efecto es más psicológico. Más allá de las imágenes de supermercados vaciados, que lo considero lógico, la gente se está comportando de forma muy cívica y solidaria. Estas crisis nos unen. Y por otra parte, nos debería invadir una sensación de vivir el momento, de dejarnos de tonterías, que la vida son cuatro días y mejor disfrutarlos. Es posible que esta crisis conlleve en el corto plazo un “buen rollo” que deberíamos aprovechar lo más posible.
Otro efecto es el de hablar más con las personas que tenemos al lado. Netflix y los móviles te acaban saturando, y al final tenemos que hablar más, jugar más, escuchar más a las personas con las que convivimos. En este caso se producirán dos efectos contrapuestos: algunas parejas se acabarán divorciando, porque se darán cuenta de que no tienen nada en común con la persona con la que convivían (unido al efecto “vivir el momento” que describía antes). En toros casos, que creo que serán los más, esta crisis reforzará sus relaciones. Ambas situaciones, a la larga, son positivas.
Seguiremos desarrollando posibles consecuencias en futuros posts.

domingo, 15 de marzo de 2020

El espejismo del Destino

El contexto en el que vives es el que reparte las cartas con las que tienes que jugar.
Las acciones que has tomado abre y cierra oportunidades, tienen una “inercia” implícita.
Los factores externos, que no controlas, juegan su papel, a tu favor, o en tu contra.
El “Destino” no es más que una ilusión, un espejismo fruto de la combinación del contexto que te ha tocado vivir, la fuerza de la inercia de tus decisiones y las probabilidades de los factores externos que no puedes controlar.

sábado, 14 de marzo de 2020

Rituales

Somos unos copiones. Lo de copiar en los exámenes es un efecto colateral de algo que ha sido muy provechoso durante centenares de miles de años de evolución humana. Es una ventaja evolutiva que nos distingue de nuestros primos cercanos, como los chimpancés, que según los científicos no imitan con el mismo garbo que nosotros.
Este espíritu imitador nos lleva a copiar todo sin apenas plantearnos si parte de lo que estamos replicando tiene sentido. Y aquí es cuando aparece el maravilloso concepto de “ritual” y su pariente cercano, la “liturgia”, esta última con connotaciones religiosas.
Los rituales, cuando se convierten en colectivos, no son procesados por nuestro lado racional, sino que dan un rodeo y los replicamos como autómatas. Los “esto se ha hecho así toda la vida” tienen que ver con esta parte no masticada de nuestras vidas, que nos tragamos así, de un trago, a palo seco.
Y pueden ser muy bonitos, no hay más que ver las procesiones que se montan, los desfiles, las aglomeraciones y las emociones que despiertan.
Pero lo que es a mí, esta falta de procesamiento y esta aceptación tan desinteresada siempre me ha dado mala espina.

viernes, 13 de marzo de 2020

Errores y Pata de Palo

En mis veintitantos bromeaba con que debía estar cerca del “Nirvana del ligue”, porque me habían rechazado tantas veces, probando diferentes técnicas, que simplemente por estadística debía estar cerca de encontrar el secreto de conquistar a las mujeres.
Ni que decir que nunca lo encontré. Y, bueno, dejé de experimentar hace años porque afortunadamente encontré a mi media naranja y paré de mosconear alrededor de las mujeres.
Más allá de la broma, y de la inquietante imagen de mí mismo dejándome llevar por los hormonales impulsos de apareamiento propios de un cachorro humano, la idea de que los errores tienen su provecho, es cierta.
La formación educativa que hemos sufrido no ayuda a entender este mecanismo, se centra más en los éxitos que en los fracasos. En aprenderte algo de memoria más que en experimentarlo y sufrir las consecuencias si no lo haces bien.
A nivel profesional es donde es más evidente. Utilizo en mi día a día muy poco de lo que aprendí en la Unversidad, lo que realmente me ha permitido progresar es aprender de mis errores y cambiar mis estrategias sobre la marcha. Y son las cicatrices que tengo sobre el cuerpo las que me dan credibilidad ante mi equipo, como si de un rudo pirata que tiene que liderar a su banda de sanguinarios malhechores. Me falta un brazo, llevo un parche en un ojo y una cicatriz que me cruza la cara. 
Si fuera perfumado, con una camisa limpia y un cutis perfecto, el equipo no me tomaría en serio.

jueves, 12 de marzo de 2020

Pérdida de Privacidad, pero no tanto

Internet ha cambiado los modelos de servicio en nuestra sociedad y economía. Hoy lo damos por sentado, pero muchas cosas que hoy “disfrutamos” son gratis: encontrar, en segundos, lo que buscamos, a través de buscadores como google; leer la noticias del día en plataformas que publican las mismas noticias en papel y cobrando; sistemas de intercambios de mensajes (emails, WhatsApp’s, Facebook y compañía)… 
El caso es que no son exactamente gratis, sino que hay un trueque implícito: recibimos estos servicios a cambio de que las empresas que lo gestionan puedan utilizar libremente nuestros datos. Así que no es realmente gratis, lo que pasa es que el servicio no lo pagamos con dinero pero con, eso, nuestros datos.
Y alguna gente pone el grito en el cielo, porque según ellos esto es un atropello. Estas organizaciones maléficas nos están timando porque están sacando un partido desorbitado a esta información que ingenuamente les estamos “regalando”.
Pues no creo que ni unos sean tan malvados ni nosotros seamos tan ingenuos. Empresas como Google o Facebook, empezaron como startups con animo de aprovechar una oportunidad de negocio, sin un maquiavélico plan para conquistar el mundo. Fueron muy listos y vieron la oportunidad en un territorio inexplorado. Al ser lo primeros al llegar a este nuevo territorio seguro que cometieron errores, viene de fábrica con la naturaleza humana, y ahora tienen los problemas inherentes a cualquier gran organización. Pero no los considero malvados.
Y en cuanto a todos nosotros, a ver, que nadie nos obliga a utilizar éste o aquel servicio. Si lo hacemos es porque nos viene bien. Y la supuesta privacidad a la que estamos renunciando, entre tú y yo: a estas organizaciones no les interesamos ni tú ni yo, de forma individual. Lo que les interesa son nuestros profiles y cuantos más hay como nosotros. No es nada personal, solo quieren saberlo para vendernos más cosas. Ni más ni menos, solo para eso.
Yo no sé tú, pero yo no me siento amenazado por este intercambio.

miércoles, 11 de marzo de 2020

Balas de Plata

Trabajo en el mundo del “data”, y sufro las consecuencias de las inusitadas expectativas que hoy en día existen sobre “el poder del data”.
Machine Learning, Text Analytics, Visualizations… La gente espera un “click” mágico que les pondrá ante sus ojos la visualización definitiva, esa que les hará entender con un simple vistazo todas las razones que se esconden detrás de la compleja realidad en la que vivimos. Caeremos del caballo por el incomparable resplandor que generará, tan fuerte que quedaremos ciegos pero nos hará conocedores de “la verdad’, al más puro estilo sanpablesco.
Que pena que la realidad sea mucho más pegajosa y antipática. Esas revelaciones mágicas no existen.

martes, 10 de marzo de 2020

La Tierra es plana (manda güevos)

Hace poco murió un fervente creyente en el tierraplanismo, cuando probaba un cohete con el que pretendía ver por si mismo desde las alturas que todos los demás estamos equivocados.
Tiene su mérito esta actitud desafiante, de “pa chulo mi pirulo”, con la que trataba de ver por si mismo esa excelsa planicie que imaginaba. Todo ese esfuerzo, todo ese dinero, ese ir en contra de la opinión de todos. 
Y mira que hay que ser cabezota, cabezón hasta límites absurdos. Tonto como él solo.
En todo caso, tengamos en cuenta que todos nosotros, en mayor o menor medida, creemos en cosas absurdas. No es nuestra culpa, es consecuencia del contexto y el tiempo en el que vivimos. La clave es no ser tan cabezota como para poner nuestra vida en riesgo por ello.

lunes, 9 de marzo de 2020

Creo, pero a mi manera

La necesidad de creer en un mundo sobrenatural que de sentido a nuestras vidas se puede manifestar de varias formas. Hay quien acepta los postulados de esta o aquella religión y se deja guiar por sus líderes, sus dogmas y sus normas. Otras personas desconfían de estas creencias organizadas, reconocen sus contradicciones, pero todavía sienten la necesidad de creer en “algo”, y de alguna forma sienten que tiene que haber algo allá fuera. 
Como ateo lo entiendo, porque el mundo es tan enrevesado y tan injusto, que entiendo la necesidad de creer que tiene que haber algo más que le de sentido a todo.
Es una pena que, realmente, ese éter no exista.

domingo, 8 de marzo de 2020

Más es menos

Barry Schwartz, psicólogo estadounidense, explica en su libro “La Paradoja de la Elección” que el dogma de que tener más opciones nos hará mas felices es falso. 
Más opciones en el supermercado para comprar una salsa genera varios efectos nocivos: incremento en el esfuerzo para decidir, lo que puede degenerar en parálisis; incremento del coste de oportunidad, ya que elijamos lo que elijamos corremos el riesgo de sentir que otra de las opciones podría haber sido mejor; incremento de las expectativas, debido a que más opciones parece indicar mejores oportunidades; y la consecuencia de todo ello: frustración. Frustración por perder el tiempo eligiendo, por no haber elegido lo correcto, por tener la expectativa de que algo mucho mejor estaba a la vuelta de la esquina y no elegimos bien.
“La clave de la Felicidad está en tener pocas expectativas”, dice el bueno de Barry. Mi alma epicúrea me dice que tiene razón.

sábado, 7 de marzo de 2020

Cambios

Cuando era niño Internet no estaba en nuestras vidas, disponíamos de un par de cadenas de televisión, viajar al extranjero era la excentricidad de unos pocos, llamábamos por teléfonos atrapados en cables, comprar era un proceso que requería ir físicamente a los establecimientos, escuchábamos la música que nos empaquetaban las discográficas, si te preguntabas por algo lo buscabas en enciclopedias, jugábamos en la calle, no sabía lo que era un aguacate, comprar ropa era caro, para quedar con alguien lo planificabas con antelación y aparecías en un lugar con la expectativa de que esa personas iba a acudir a la cita…
Hoy veo a mis hijos jugando con videojuegos, navegando por internet, teniendo a su disposición tantos formas de entretenimiento y conocimiento, tengo la sensación de que su infancia es muy diferente a la que yo experimenté.
Pueden parecer cambios significativos si lo comparamos con el mundo en que están creciendo las nuevas generaciones. Pero la escala de este cambio es menor a la que experimentaron nuestros padres y abuelos.
Mis padres no tenían luz eléctrica en la casa en la que crecieron, lavaban la ropa a mano, no tenían televisión, los periódicos no llegaban al pueblo sino días más tarde (aun siendo niño yo el periódico llegaba a este pueblo un día a tarde). 2 de mis abuelos eran analfabetos, mis padres apenas aprendieron lo elemental en el corto periodo que estuvieron en la escuela…
Cuando te pones a comparar, la infancia de mis padres está más cerca de la de un niño de la Edad Media que de la mía. Y esto pone en perspectiva la diferencia de mi infancia con la de mis hijos. Desde este punto de vista, los cambios son relevantes, pero fueron más relevantes los de hace un par de generaciones.

viernes, 6 de marzo de 2020

La Teoría de las Cuerdas y el Sexo de los Ángeles

Un artículo sobre el libro “La naturaleza del tiempo”, del astrofísico Gustavo E. Romero, describe el sinsentido en que ha degenerado parte de la Física, desarrollando teorías que no tienen aplicación práctica, alejadas de la realidad, como las teorías de las cuerdas, y que ha falta de una realidad a la que asistes se inventan otras, desarrollando fábulas sobre multi-universos y realidades paralelas.
Es cierto que hay fases necesarias de especulación en la creación científica, el problema es pasarse de rosca. Este libro describe el círculo vicioso en que se ha convertido el circo universitario norteamericano, sediento de publicaciones que generen ingresos, primando la verborrea publicatoria frente al desarrollo de teorías apegadas a la realidad.
La situación en la que nos encontramos tiene sus parecidos a las discusiones teológicas de la Edad Media, cuando cosas como el Sexo de los ángeles, la naturaleza de la Inmaculada Concepción o la existencia o no de la divina Trinidad, no sólo ocupaba el tiempo de sesudos filósofos sino que se convertían en poderosas razones para empezar una guerra o ejecutar a tal o cual persona.
Las teorías de las cuerdas no van a degenerar en violencia, seguramente, pero sí que son una muestra de la capacidad de los seres humanos en perder el tiempo y centrarse en tonterías.

jueves, 5 de marzo de 2020

¿Te gusta conducir?

Éste es el eslogan de BMW. Se supone que si te gusta conducir te tiene que gustar BMW.
El caso es que a mí, realmente, no me gusta conducir. Si me pueden llevar a los sitios, mejor. No me van las cosas de coches.
Así que por ahí los de BMW no me van a pillar.

miércoles, 4 de marzo de 2020

Autosuficientes

¿Es posible crear una economía y una sociedad autosuficiente?
Imaginemos un mundo en el que generas la energía que vas a utilizar en tu casa gracias a unas bicicletas estáticas que cargan unas baterías. Llegas, haces unos kilómetros, te turnas con tu mujer, con tus hijos, y tienes electricidad para ver la tele, para la luz, para la nevera, para la lavadora, y encima haces ejercicio y te pones en forma.
Todas las casas tendrían paneles solares y pequeños molinos de viento, que también cargan esas baterías. 
En nuestros hogares hay sitio para un nuevo electrodoméstico: el consumidor de basura. Del tamaño de una lavadora, tiene una puerta por la que introduces los desechos que generas durante el día. Este aparato procesa la basura, enviando parte de ella, a través de unas tuberías, a un lugar de reciclado central, otra parte es transformada en energía, cargando de nuevo las baterías.
También todos tenemos en nuestras casas pequeños huertos en los que cultivamos comida. Aprovechan espacios en las ventanas y en los tejados para producir, en espacios muy reducidos frutas y verduras. Pequeñas contribuciones, pero también tienen su papel, sobretodo a nivel de concienciación, de acercarnos y vivir la Naturaleza.
¿Por qué no? Seguro que si seguimos pensando, muchas otras cosas pueden ser posibles.

martes, 3 de marzo de 2020

Naciones Inventadas

Los independentistas catalanes tienen la manía de encabronar a los que defienden la unidad indivisible de la Nación Española. Los indepes justifican su quimera con ridículos mitos inventados: que si 1714, que si los Segadores, que si los ataques de Franco…
Total, que se inventan una nación donde sólo hay una región mas de ¡España! Por que ésta sí, ésta sí que tiene sus rotundos hechos históricos como la copa de un pino: que si la Reconquista, que si El Cid, que si los Reyes Católicos, que si Recaredo, que si Don Pelayo y la madre que lo parió…
Qué más dará que no hubieran referencias a Don Pelayo hasta el siglo X, tres siglos después de sus proezas, que El Cid fuera un mercenario que luchaba por sus propios intereses, que a los Reyes Católicos lo que de verdad les importaba era extender los dominios de su familia, que la Reconquista no fuera el resultado de un plan pre-establecido pero la lenta consecuencia de la expansión de dispares territorios que rivalizaban entre ellos.
Lo que importa es que unos creen en la nación verdadera y los otros no. ¿O eran los otros que sí y los unos que no? O a ver si resulta que ninguno tienen razón…

lunes, 2 de marzo de 2020

San Vicente, Rock Star

Estas Navidades nos pasamos por el Museo de Historia de Valencia. Una agradable sorpresa. Nunca había estado y nos pareció un sitio interesante y bien organizado. 
Pudimos disfrutar de una exposición temporal sobre San Vicente Ferrer, explicada a un pequeño grupo de personas por uno de los comisarios, un tipo fantástico, historiador entusiasmado con su trabajo que logró transmitir su pasión a todos nosotros.
Lo que descubrí es una historia totalmente desconocida para mí, la de un personaje que podría describirse como una estrella del rock del siglo XV.
En una época en la que no había televisiones, cines o internet para entretenerse, este charlatán embaucador utilizó sus historias del fin del mundo (decía que estaba a punto de llegar) para convocar a las masas en una gira que le llevó durante años por muchas ciudades de Castilla, Aragón, Francia, Italia, Países Bajos… Las personas influyentes de muchas ciudades le pagaban para que viniera a montar su “espectáculo”, ya que las masas que congregaba eran beneficiosas para las economías locales.
Su erudición, don de lenguas, capacidad de hablarle al pueblo con un lenguaje claro, lleno de metáforas y ejemplos, le convirtieron en la mayor celebridad del momento. En ese contexto adjudicarle milagros era inevitable, y se le atribuyeron muchos y muy disparatados. ¡Incluso fue capaz de regenerar un niño que había sido descuartizado y guisado por su madre! 
Todo un personaje, como se ve, y una oportunidad para entender otra época, para darnos cuenta de las diferencias y las similitudes con el mundo en el que vivimos.