martes, 31 de marzo de 2020

Y dale con las conspiraciones

Mira que la gente tiene ganas de echarle la culpa a los chinos, a los rusos, a los americanos o a los reptiles extraterrestres si se tercia. Lo encuentro en las redes sociales, pero también me viene a través de familiares y amigos.
Eso de que la realidad sea compleja, con multitud de fuerzas que interactúan cada una a su bola, sin propósito ni concierto, no mola. Focalizar la culpa ayuda a desahogarse, te da más apariencia de control porque si la razón última de nuestras desgracias se esconde detrás de un único culpable en principio basta con acabar con ese pedazo de cabrón.
Aunque pueda entender este tipo de reacción como un mecanismo psicológico “perdonable”, debemos de ser lo suficientemente maduros como para superar esta tendencia cuasi-infantil que no ayuda a descifrar la realidad y afrontarla con las medidas más adecuadas.

lunes, 30 de marzo de 2020

El alma del minino de Schrödinger

No está claro porqué Schrödinger eligió a un gato para su famoso y sádico experimento mental. Pudo elegir un perro, un conejo, un oso o, por qué no, incluso una persona. 
Aunque hay que recordar que el católico Schrödinger propuso este experimento como una forma de mostrar lo absurdo de algunas de las interpretaciones de la física cuántica, esa dualidad estoy vivo/estoy muerto hubiera sido un tanto incómoda si hubiera elegido a una persona en lugar de a un animal. A las dudas cuánticas habría que haberle añadido las teológicas. ¿Cómo puede un ser humano estar vivo y muerto ala vez? ¿Qué pasa con su alma? Menudo lío…
Con un animal no hay problema, ya que para la Iglesia Católica “el alma de los animales no es como la de los seres humanos, porque no tiene una tendencia la vida espiritual, de reconocimiento personal De Dios”. Es algo así como un alma de segunda categoría, con menos prestaciones, ideal para ser manipulada en sesudos experimentos mentales.

domingo, 29 de marzo de 2020

Macro vs Micro

Cuando estudiaba en la Universidad teníamos dos asignaturas diferentes: Microeconomía y Macroeconomía. La primera está centrada en las “matemáticas y la lógica” de la empresa, la segunda en la de la economía de un país. 
La que más me gustaba era la segunda, supongo que por mi inclinación hacia los aspectos más sociológicos de la realidad. Me intriga el comportamiento de la sociedad en su conjunto, y la economía es un aspecto fundamental de ésta.
Cuando se observa a la sociedad en su conjunto percibes movimientos que no pueden derivarse directamente de los comportamientos individuales, y ayuda a entender mejor las causas y los efectos de lo que sucede o lo que ha sucedido o lo que sucederá. Pero esta visión es más impersonal, dejas de ver a los individuos como personas, se convierten en seres anónimos, hormiguitas sin nombre, sin rostro.
La Macroeconomía te habla de inflación, de nivel de paro, de producto interior bruto, de subidas o bajadas de interés. Pero cuando ves los gráficos de como interactúan y la demanda no visualizas colas del paro, al intimidarte director del banco poniendo presión al empresario que no ha pagado un par de cuotas del préstamo, a los almacenes repletos de stock esperando a unos precios más adecuados para vender la mercancía, a la familia que no llega a final de mes, acuciada por unos salarios que no crecen al mismo ritmo que la inflación.
Que conste que no hablo para nada mal de materias como la Macroeconomía, ya que son absolutamente necesarias. Solo hago constar la dificultad de mantener los dos puntos de vista a la vez, y al mismo tiempo la necesidad de ver la realidad con una óptica “Macro” para entenderla mejor.
Con una óptica “Macro”, la terrible realidad de la crisis del Covid-19, con sus muertes y su impacto económico en millones de familia, se convierte en un proceso histórico que transformará la sociedad de una forma que todavía no somos capaces de entender, un tratamiento de shock que tendrá repercusiones al principio negativas, pero de la que seguramente saldrán también cosas positivas, por su impacto en el medio ambiente, en la renovación de empresas, de formas de trabajar, de formas de entender la vida.

sábado, 28 de marzo de 2020

Besarse y abrazarse, deporte de riesgo

Las culturas son diferentes. En los países latinos nos besamos y nos abrazamos más que en las culturas anglosajonas o en las orientales.
Esta idea puede ser fruto de los estereotipos, pero si fuera verdad la consecuencia sería que los latinos seguramente somos más propensos a infectarnos de virus del tipo del Covid-19. 
Si esta hipótesis fuera cierta implicaría que la gripe común tiene más incidencia en los países latinos. ¿Es esto cierto? He buscado, de forma superficial eso sí, y no he encontrado todavía ninguna estadística que corrobore o refute esta hipótesis.
Seguiremos buscando.

viernes, 27 de marzo de 2020

El Karma del Planeta nos ataca

Ya he empezado a leer artículos que giran sobre la idea de una planeta, un “Gaia”, vengativo, que ataca a los seres humanos como consecuencia de lo mal que nos estamos portando, en este caso a través del Covid-19.
Es enternecedora la necesidad que algunas personas tienen de encontrar entes sobrenaturales que de forma más o menos consciente actúan en determinada dirección para ajustarnos las cuentas. 
Esta necesidad está relacionada con la búsqueda de significado y sentido a la compleja realidad que nos rodea, la necesidad de ajustar esta realidad a nuestra propia existencia. 
Entiendo esta necesidad, porque ayuda a sentirnos un poco menos solos y frustrados, pero reconozco que cuando escucho a alguien decir cosas como “todo sucede por una razón”, me pongo de los nervios.
Porque creo que es mejor reconocer que el mundo no gira en torno a nosotros, que muchas veces lo que te acaba influyendo obedece a fuerzas ajenas a ti, que no saben ni quien eres ni les importa un pimiento, ni tienen una “conciencia” ni un plan maquiavélico para ajustar cuentas con el Universo.
Y no creo que este pensamiento se más deprimente, sino todo lo contrario, es más liberador. Lo contrario tiene un punto de infantil, de dependencia en entes superiores que saben más que nosotros, de sumisión a esos supuestos poderes ocultos. Reconocer que somos pequeñitos e indefensos es más realista, pero al mismo tiempo te hace más consciente de tu capacidad de actuación y te hace valorar más la suerte que tienes de vivir y respirar y disfrutar de este mundo.
Así que no, el Covid-19 no es una respuesta vengativa de la Naturaleza a la sobre explotación que los seres humanos estamos ejerciendo sobre los recursos del planeta o una respuesta al cambio climático. El Covid-19 es la consecuencia de una mutación de un virus que afecta a los humanos más de lo normal, originado probablemente por las prácticas alimentarias en determinadas sociedades, amplificado por la superpoblación y por el desarrollo actual de las comunicaciones. Y tenía que pasar por pura estadística, el problema no era si iba a pasar, sino cuando. Nuestra falta de previsión ha hecho lo demás.

jueves, 26 de marzo de 2020

Colapso por estornudo

Ayer no pude evitar la tentación de retomar el libro de Jared Diamond, “Colapso”, que cuenta como diferentes civilizaciones, tras un tiempo de esplendor, se hundieron y prácticamente desparecieron. Mayas, Isla de Pascua, los noruegos que colonizaron Groenlandia… Las razones para estos colapsos, concluye Jared Diamond, están relacionadas con el abuso de los recursos naturales de la región en la que viven, vinculada a la sobrepoblación derivada de su propio éxito como sociedades.
Tengo que revisar el libro, pero creo que en la lista de razones no incluye la expansión de enfermedades como factor que contribuye al colapso de una civilización, punto que otros etnógrafos y arqueólogos destacan.
A la vista de los acontecimientos actuales, definitivamente los virus y bacterias deberían estar en la lista de razones para un colapso.

miércoles, 25 de marzo de 2020

Crisis histórica y mira en manos de quien estamos…

No es casualidad que algunos países tengan en estos momentos líderes del pelaje de Donald Trump, Boris Johnson y Pedro Sánchez. El mundo actual de Facebook, Tweeters y Tik Toks favorece que la política se convierta en un reality más, en un espectáculo que pide audiencia, likes y memes.
No es que los líderes de antes fueran mejores exactamente. Los anteriores eran la consecuencia de otras circunstancias, que giraban alrededor de las élites, las castas y la burocracia. Los de ahora son diferentes, con unos skills más adecuados para el mundo de las redes sociales en el que vivimos.
Y, fíjate tu, les ha tocado liderarnos en una época que tendrá su capítulo destacado en la Historia.
Manda huevos.

martes, 24 de marzo de 2020

El Teólogo Occam

La navaja de Occam es una herramienta conceptual que usamos mucho los escépticos. Viene a ser algo así como “si hay una explicación que requiere menos variables para explicar un mismo fenómeno, esta explicación es la más probable”.
Nunca me pregunté quien era este “Occam”, mi sorpresa ha sido descubrir, leyendo sobre algo diferente, que el bueno de “William de Occam” era un teólogo del siglo XIV.
Así que, fíjate, una herramienta utilizada por científicos y escépticos, conceptualizada por un teólogo…

lunes, 23 de marzo de 2020

Individuo frente a la masa

La reacción de muchas personas ante las imágenes de los estantes vacíos de los supermercados es de indignación, y acusan a todos los individuos que han osado acabar con esos productos de egoístas e insolidarios.
Pero no nos damos cuenta de que todos y cada uno de nosotros hemos contribuido a acabar con esas existencias, sin asignarnos ese “egoísmo” o “insolidaridad” a nosotros mismos. No, los cabrones son los otros…
La razón de no considerarnos “egoístas” o “insolidarios” es que no lo somos, pero tampoco la gran mayoría de la “masa”. La inmensa mayoría de las personas se han comportado de forma cívica y han comprado lo que es necesario para sus hogares, sin abusar. Muchos podrán echarme en cara videos de comportamientos aberrantes pero son excepciones. 
Algunos productos se están acabando pero principalmente porque todos vamos al mismo tiempo a comprarlos. No por egoísmo, no por insolidaridad. Es por pura estadística. Es por nuestra incapacidad de distinguir entre el comportamiento de un individuo y el comportamiento de la “masa”. Son cosas diferentes. 
Cuando estudiaba economía me explicaron la falacia de pensar que lo que es bueno para uno tiene que ser bueno para todos. El ejemplo era ahorrar. Que una persona consiga ahorrar dinero para él y su familia es bueno, ya que les prepara para futuros imprevistos o prepararse para el invertir en activos especialmente caros, como una casa. Y en principio puede ahorrar todo lo que quiera, es cosa suya cuanto tiempo quiere diferir el disfrute de su dinero. Pero si todo el mundo ahorra en exceso es malo para la economía, ya que si la gente no gasta las empresas no tienen ingresos, no contratan más personas, no producen más. Un comportamiento razonable y en principio beneficioso para un individuo no tiene porque ser bueno para el conjunto, para la masa. 
Algo parecido sucede con la situación actual. El simple hecho de comprar una caja de huevos para un solo individuo es razonable, pero hacerlo todos a la vez deja sin existencias a los supermercados. La forma de solucionarlo es crear nuevas normas para gestionar este incremento de tráfico, algo así como que los que nacieron en meses impares pueden ir los lunes al supermercado, los que nacieron en meses pares pueden ir los martes. Pero estas normas, aunque pueden surgir de forma espontánea en algunos casos, tienen que ser diseñadas por los gobiernos, que para eso están.
Pero no acusemos a toda la gente de insolidaridad, porque no es cierto. La mayor parte de la gente se está comportando de una forma muy cívica (al menos por ahora).

domingo, 22 de marzo de 2020

Criogenización de la Economía

Paremos todos los pagos que sea posible: hipotecas, suministros, impuestos… Es la única forma de sobrevivir a una crisis como la actual, donde empresas, personas y Estados dejan de tener ingresos. Tenemos que reducir al mínimo las constantes vitales de la Economía, porque sino los efectos sociales de este virus van a ser mas duros y duraderos que sus efectos físicos.

sábado, 21 de marzo de 2020

Ventaja Religosa-Competitiva

Hace unos días fue el día de San Patricio y he visto un documental sobre este santo, patrón de los irlandeses, que impulsó el Cristianismo en aquella isla en el siglo V. 
El documental publicado en Netflix y producido desde algún grupo católico, es complaciente con la figura del santo, lo ensalza y no hay ni pizca de espíritu crítico, pero ayuda a entender el contexto de la época.
Irlanda está poblada por un mejunje de tribus paganas con querencia por lo salvaje. Al obispo Patricio llega con una misión personal para evangelizar a aquellas gentes. Él mismo fue esclavo años antes en ese territorio, cuando fue capturado en la isla de Bretaña por unos saqueadores irlandeses, lo que le permitió conocer aquella cultura y lengua antes de que pudiera escapar de allí.
Hay varios puntos que me llaman la atención, como las continuas llamadas de Dios que tiene el bueno de Patrick. Basándose en lo que él mismo dejo escrito, Dios mismo le indica que decisiones tomar o le anticipa lo que va a pasar. Entiendo que esto es seguramente una interpretación de sus propias acciones, en base a las firmes creencias que tiene, pero no puedo dejar de pensar en la posibilidad de inclinaciones esquizofrenicas…
Pero el punto que más me interesa en esta historia es más sociológico que psicológico: cómo se puede cambiar el sistema de creencias de un grupo a partir de la predicación. 
El punto de partida es la existencia de un “mercado de religiones” una expresión que leí en relación a la situación de la religión en Estados Unidos. Como español nacido en el siglo XX, es un concepto extraño, porque durante siglos el férreo control de la Iglesia Católica no ha permitido a las personas plantearse qué religión es la que más te interesa. “Católico-apostólico-y-romano”, y ya está. Pero Estados Unidos se originó como un refugio para minorías (cristianas) religiosas, y esa mentalidad ha perdurado hasta hoy en día, donde existen multitud de variantes del cristianismo, incluyendo muchas de su propia cosecha, como los mormones, pero también es normal que la gente profese otras religiones, desde el Islam al budismo, hasta la Cienciología.
El mundo anterior a las religiones monoteístas era un batiburrillo de dioses, espíritus y magias varias, con multitud de variantes locales, y con tendencia al sacrificio, a veces de animales, no pocas veces de humanos.
Y entonces llega el cristianismo y te lo simplifica. Un solo Dios. Bueno, más o menos, porque se liaron con lo de la Santísima Trinidad, seguramente por la inercia del politeísmo imperante hasta entonces. Pero de docenas de Dioses a quedarte entre 1 y 3, no está mal. Y no te exige sacrificios humanos (la historia de Abraham va sobre eso). Y parece que el tal Jesus dice cosas razonables…
Total, que los cristianos vendían un buen producto, para el contexto de la época, y esta fue seguramente una de las razones de su éxito. 
La cosa está en que, después de dos mil años, es normal, el producto se les ha quedado anticuado.

viernes, 20 de marzo de 2020

Cisnes Negros vs Conspiraciones

Amigos y familiares me dicen que parece que están en una película, que no parece real esa sensación de calles vacías, de silencio, de soledad.
Pero ha pasado lo que tenía que pasar. No era si iba a pasar, era cuando. 
Las pandemias son fácil de olvidar en el imaginario colectivo porque suceden cada varias generaciones. Y las que nos llegan a través de los libros de Historia tienen algo de impersonal, se cuentan como se cuenta tradicionalmente la Historia, con fechas y un par de párrafos, sin entender la magnitud y el drama que nos deberían transmitir. Las diversas pestes, las enfermedades que acabaron con buena parte de los indígenas americanos, la gripe mal llamada “española”, la plaga de Justiniano (siglo II)…
Ésta que nos está tocando vivir no es tan letal como otras, pero es la primera vez que se convierte en global en un tiempo récord. También es cuando mejor preparados estamos para afrontarla, comparado con cualquier otro momento de la Historia.
Pero, claro, la necesidad de las personas que aderezar la realidad lleva a muchos a aceptar maquiavélicas teorías sobre el origen de la enfermedad. Que si los chinos, que si los rusos, que si los americanos…
Necesitan un culpable, alguien en el que cagarse en “tos sus muertos”, porque creen que las cosas suceden porque alguien lo dicta. Pero no, todo esto tiene explicaciones muy naturales, lógicas, objetivas, no hay manos negras detrás. Es el Cisne Negro que nuestra generación tiene que afrontar.

jueves, 19 de marzo de 2020

Renovar la piel

Que todo este caos al que nos está arrastrando el virus sirva para apreciar lo bien que hemos estado este tiempo, que sirva para que apreciemos el valor de las pequeñas cosas. Un paseo, una cena con amigos, ir al supermercado y encontrar cualquier cosa que quieras, ver un partido de fútbol, ir al cine o al teatro…

miércoles, 18 de marzo de 2020

Renovar la piel

El sistema económico que nos hemos montado es un artificio, es artificial, y a pesar de que parece inevitable y nos hemos acostumbrado a él, puede ser diferente.
Este virus que está trastocando todo puede ser la oportunidad de repensar el sistema económico. Las empresas no van a poder subsistir muchas semanas así, los trabajadores menos, diferentes pagos van a tener que ser suspendidos: hipotecas, suministros, impuestos… Despidos masivos están a la vuelta de la esquina, empresas que tendrán que parar.
Las medidas que se tomen para paliar esta situación tendrán efectos en el nuevo sistema económico que surja tras este desastre.

martes, 17 de marzo de 2020

Año 3 desde el inicio del Aislamiento

La sociedad se ha adaptado a vivir con un virus que mutó hasta convertirse en letal. 
Todos vivimos en nuestras casas, salir es una muerte segura. Sólo algunos trabajadores pueden salir para realizar el mantenimiento básico de parte de las infraestructuras.
Una nueva generación de drones se encarga de transportar productos a todas las casas, desde comida a cables para el ordenador.
Los niños asisten a clases virtuales a través de Internet, los adultos quedan para tomar unas cervezas y bailar usando aparatos de realidad virtual.
Las fábricas están siendo robotizadas, la necesidad de operarios es mínima.
Cuando alguien muere un servicio fúnebre de drones se lleva los cuerpos para ser incinerados.

lunes, 16 de marzo de 2020

Renovar la piel

La crisis del Corona Virus tendrá efectos en el largo plazo que van más allá de la crisis médica o económica a corto plazo. Y muchos de estos efectos serán positivos.
El más inmediato y obvio es el del tele-trabajo. Era más posible de lo que parecía y esta crisis le va a dar un impulso definitivo.
Como consecuencia de la expansión acelerada del tele-trabajo, la congestión y la contaminación de las ciudades disminuirá en el medio plazo.
A su vez, ¿qué tal un resurgimiento de las ciudades medianas y pequeñas? Si puedo teletrabajar, puedo hacerlo desde donde quiera. Los gobiernos, especialmente el de España, tiene que aprovechar esta inercia para desarrollar infraestructuras que permitan florecer las regiones menos desarrolladas: vías de transporte, colegios, hospitales. Repoblar la España vaciada aprovechando el impulso de un cambio de mentalidad en las personas y las empresas.
Otro efecto es más psicológico. Más allá de las imágenes de supermercados vaciados, que lo considero lógico, la gente se está comportando de forma muy cívica y solidaria. Estas crisis nos unen. Y por otra parte, nos debería invadir una sensación de vivir el momento, de dejarnos de tonterías, que la vida son cuatro días y mejor disfrutarlos. Es posible que esta crisis conlleve en el corto plazo un “buen rollo” que deberíamos aprovechar lo más posible.
Otro efecto es el de hablar más con las personas que tenemos al lado. Netflix y los móviles te acaban saturando, y al final tenemos que hablar más, jugar más, escuchar más a las personas con las que convivimos. En este caso se producirán dos efectos contrapuestos: algunas parejas se acabarán divorciando, porque se darán cuenta de que no tienen nada en común con la persona con la que convivían (unido al efecto “vivir el momento” que describía antes). En toros casos, que creo que serán los más, esta crisis reforzará sus relaciones. Ambas situaciones, a la larga, son positivas.
Seguiremos desarrollando posibles consecuencias en futuros posts.

domingo, 15 de marzo de 2020

El espejismo del Destino

El contexto en el que vives es el que reparte las cartas con las que tienes que jugar.
Las acciones que has tomado abre y cierra oportunidades, tienen una “inercia” implícita.
Los factores externos, que no controlas, juegan su papel, a tu favor, o en tu contra.
El “Destino” no es más que una ilusión, un espejismo fruto de la combinación del contexto que te ha tocado vivir, la fuerza de la inercia de tus decisiones y las probabilidades de los factores externos que no puedes controlar.

sábado, 14 de marzo de 2020

Rituales

Somos unos copiones. Lo de copiar en los exámenes es un efecto colateral de algo que ha sido muy provechoso durante centenares de miles de años de evolución humana. Es una ventaja evolutiva que nos distingue de nuestros primos cercanos, como los chimpancés, que según los científicos no imitan con el mismo garbo que nosotros.
Este espíritu imitador nos lleva a copiar todo sin apenas plantearnos si parte de lo que estamos replicando tiene sentido. Y aquí es cuando aparece el maravilloso concepto de “ritual” y su pariente cercano, la “liturgia”, esta última con connotaciones religiosas.
Los rituales, cuando se convierten en colectivos, no son procesados por nuestro lado racional, sino que dan un rodeo y los replicamos como autómatas. Los “esto se ha hecho así toda la vida” tienen que ver con esta parte no masticada de nuestras vidas, que nos tragamos así, de un trago, a palo seco.
Y pueden ser muy bonitos, no hay más que ver las procesiones que se montan, los desfiles, las aglomeraciones y las emociones que despiertan.
Pero lo que es a mí, esta falta de procesamiento y esta aceptación tan desinteresada siempre me ha dado mala espina.

viernes, 13 de marzo de 2020

Errores y Pata de Palo

En mis veintitantos bromeaba con que debía estar cerca del “Nirvana del ligue”, porque me habían rechazado tantas veces, probando diferentes técnicas, que simplemente por estadística debía estar cerca de encontrar el secreto de conquistar a las mujeres.
Ni que decir que nunca lo encontré. Y, bueno, dejé de experimentar hace años porque afortunadamente encontré a mi media naranja y paré de mosconear alrededor de las mujeres.
Más allá de la broma, y de la inquietante imagen de mí mismo dejándome llevar por los hormonales impulsos de apareamiento propios de un cachorro humano, la idea de que los errores tienen su provecho, es cierta.
La formación educativa que hemos sufrido no ayuda a entender este mecanismo, se centra más en los éxitos que en los fracasos. En aprenderte algo de memoria más que en experimentarlo y sufrir las consecuencias si no lo haces bien.
A nivel profesional es donde es más evidente. Utilizo en mi día a día muy poco de lo que aprendí en la Unversidad, lo que realmente me ha permitido progresar es aprender de mis errores y cambiar mis estrategias sobre la marcha. Y son las cicatrices que tengo sobre el cuerpo las que me dan credibilidad ante mi equipo, como si de un rudo pirata que tiene que liderar a su banda de sanguinarios malhechores. Me falta un brazo, llevo un parche en un ojo y una cicatriz que me cruza la cara. 
Si fuera perfumado, con una camisa limpia y un cutis perfecto, el equipo no me tomaría en serio.

jueves, 12 de marzo de 2020

Pérdida de Privacidad, pero no tanto

Internet ha cambiado los modelos de servicio en nuestra sociedad y economía. Hoy lo damos por sentado, pero muchas cosas que hoy “disfrutamos” son gratis: encontrar, en segundos, lo que buscamos, a través de buscadores como google; leer la noticias del día en plataformas que publican las mismas noticias en papel y cobrando; sistemas de intercambios de mensajes (emails, WhatsApp’s, Facebook y compañía)… 
El caso es que no son exactamente gratis, sino que hay un trueque implícito: recibimos estos servicios a cambio de que las empresas que lo gestionan puedan utilizar libremente nuestros datos. Así que no es realmente gratis, lo que pasa es que el servicio no lo pagamos con dinero pero con, eso, nuestros datos.
Y alguna gente pone el grito en el cielo, porque según ellos esto es un atropello. Estas organizaciones maléficas nos están timando porque están sacando un partido desorbitado a esta información que ingenuamente les estamos “regalando”.
Pues no creo que ni unos sean tan malvados ni nosotros seamos tan ingenuos. Empresas como Google o Facebook, empezaron como startups con animo de aprovechar una oportunidad de negocio, sin un maquiavélico plan para conquistar el mundo. Fueron muy listos y vieron la oportunidad en un territorio inexplorado. Al ser lo primeros al llegar a este nuevo territorio seguro que cometieron errores, viene de fábrica con la naturaleza humana, y ahora tienen los problemas inherentes a cualquier gran organización. Pero no los considero malvados.
Y en cuanto a todos nosotros, a ver, que nadie nos obliga a utilizar éste o aquel servicio. Si lo hacemos es porque nos viene bien. Y la supuesta privacidad a la que estamos renunciando, entre tú y yo: a estas organizaciones no les interesamos ni tú ni yo, de forma individual. Lo que les interesa son nuestros profiles y cuantos más hay como nosotros. No es nada personal, solo quieren saberlo para vendernos más cosas. Ni más ni menos, solo para eso.
Yo no sé tú, pero yo no me siento amenazado por este intercambio.