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jueves, 27 de agosto de 2020

Cambio de Modelo

Ser el primero en llegar, el primero que golpea, no te garantiza que salgas triunfante. Que se lo digan a Napster. Desarrollaron a finales de los 90 un sistema para compartir música que cambió el modelo de negocio de la industria musical, con el intercambio de canciones a través de Internet. La industria sacó músculo judicial y la aplastó, pero abrieron una puerta que fue imposible cerrar.

Hasta tal punto que hace un par de días me encontré un CD en la mesa de la cocina. Mi mujer lo había encontrado en una caja y me di cuenta de que ya no tengo un aparato en mi casa, o en mi coche, para escucharlo. No porque no escuchemos música en mi casa, todo lo contrario, lo hacemos y mucho. Es porque somos usuarios de uno de esos servicios de streaming en los que podemos escuchar lo que nos apetezca a cambio de una subscripción mensual.

En un trastero que tengo en España tengo varias cajas de CD´s que compré durante años, gastando al año una cifra no menor a lo que pago hoy por la subscripción, a cambio ahora de tener más música a mi disposición.

A mí este modelo de negocio me funciona, y la industria musical se ha adaptado a él. Puede que algunos ganen menos, pero el balance global creo que es positivo para todos.  

martes, 25 de agosto de 2020

Amenaza por Comodidad

Sólo he visto las tiendas Amazon Go por YouTube, pero lo hacen parecer tan sencillo que da la sensación de que es una forma de entender las tiendas que se va a extender por todas partes.

Entrar en la tienda, coger lo que quieras, salir sin hacer cola para pagar. Tiene sentido, se trata de combinar tecnologías que ya están aquí de una forma que haga la experiencia para el consumer lo más cómoda y eficiente posible.

Tiene un efecto en el empleo, desaparecen las personas que te atienden en los cajeros, pero todavía son necesarias las personas que colocan los productos en las tiendas, que gestionan el proceso... Una vez más la tecnología cambia el modelo de negocio, destruye empleo, crea otros con un balance negativo para los humanos a nivel de número de puestos de trabajo.

Las "máquinas", poco a poco, nos van comiendo terreno.

domingo, 16 de agosto de 2020

Estamos en movimiento

Interesante artículo sobre cómo construir una compañía invencible. La necesidad de re-inventarse continuamente es algo estresante pero es cierto que en el entorno en el que vivimos, con continuas innovaciones y multitud de competidores, lo que le funciona a una empresa sólo funciona por unos pocos años, hasta que una nueva innovación o un nuevo competidor te sorprende con algo nuevo.

Los trabajadores tenemos que asumir este contexto. La tendencia a buscar cierta estabilidad, sobretodo cuando empiezas una familia y tienes hijos, está en contradicción con este ecosistema salvaje en el que nos toca vivir.

Mejor asumirlo que frustrase con ello.  

sábado, 1 de agosto de 2020

Repeat

El poder del Estados Unidos durante el siglo XX y XXI está fundamentado en su crecimiento durante el siglo XIX. Como si de un gran experimento sociológico se tratara, Estados Unidos tomó como propio un territorio del tamaño de Europa, arrebatandoselo a una población indígena relativamente baja, y sin las restricciones seculares de Europa, una zona fragmentada entre diferentes poderes regionales repleta de barreras económicas, sociales y mentales, creció económicamente gracias al crecimiento poblacional proveniente de Europa.

Con la mentalidad de una sociedad europa que ya disponía de las herramientas proporcionadas por la ciencia y su prima práctica, la tecnología, y sin leyes que les limitaran en su explotación económica, las empresas dispusieron de un gran mercado para su crecimiento, mercados cuyo tamaño no era comparable al de las empresas de Europa.

Gran mercado, pocos frenos al crecimiento. La explosión de China en los últimos 30 años sigue un patrón parecido.

viernes, 17 de julio de 2020

La suerte del campeón

Lo de la suerte del campeón siempre me ha parecido una frase como perezosa, que parece no tener mucho sentido, pero que resume en unas pocas palabras el papel del azar en la realidad de todos.

Implica reconocer que para ganar, o para perder, hace falta la contribución del azar, que no todo está en tu mano. El que tiene ese viento de cola acaba llevándose el premio gordo.

No es simplemente un término futbolero. Viendo hoy un documental sobre la vida de Andrew Carnegie, el magnate del acero del final del siglo XIX en América, te das cuenta de cómo esta persona intentó conseguir algo y acabó consiguiendo mucho más. Empezó queriendo construir un puente para cruzar el Mississippi, su objetivo inicial. La tecnología del momento no lo permitía y su innovación fue hacer el puente de acero, un material que se estaba empezando a utilizar. Le costó una fortuna acabar el puente, pero más allá de conseguirlo, con lo que se encontró es que ahora tenía la capacidad de producir acero a mansalva. Los pedidos de contratos para hacer más puentes y vías de tren le llovieron caídos del cielo, justo antes de que la burbuja de los ferrocarriles y provocara una crisis económica galopante. Ahora tenía una exceso de capacidad para producir acero, ¿a quién se lo iba a vender ahora? Pues a los constructores que empezaron a ver en el acero la oportunidad de levantar edificios más altos. La época de los rascacielos en América empezaba.

Así que ahí tenemos a un tipo con un sueño, hacer el puente más formidable del mundo, que acaba convirtiéndose, sin proponérselo, en el magnate que impulsó los rascacielos. Una gran habilidad para saber aprovechar y leer el momento, pero un poco de suerte del campeón también.


domingo, 12 de julio de 2020

La Biología de las Empresas

Los conceptos evolutivos encajan a la perfección con el ecosistema económico.

Las empresas, como los seres vivos, nacen, crecen, se reproducen y mueren, y pasan a sus descendientes la información necesaria para replicarse, en algunos casos con mutaciones que las hacen evolucionar.

En un mismo sistema económico existen diversos tipos de seres. Están las grandes multinacionales, que harían en papel de los grandes carnívoros, son los leones de la sabana. Junto a ellos conviven los pequeños autónomos, más numerosos, que son como pequeños insectos que pueden levantar 10 veces su peso. Están las medianas empresas, que son como los herbívoros, algunos de un tamaño razonable. Incluso los gobiernos, con sus hospitales, centros administrativos y mecanismos de control, que representan un amplio abanico de seres, desde los parásitos que chupan sangre, aprovechándose del esfuerzo de otros, a bacterias benignas, que ayudan a equilibrar los sistemas. O son los ingenieros genéticos que con sus experimentos pueden romper el equilibrio del sistema.

El contexto económico, con sus crisis y sus recesiones, son como el clima, fuera del control de cualquier empresa, que dictan con sus sequías y épocas de bonanza el devenir de todo el conjunto.

jueves, 11 de junio de 2020

Igualdad, no de beneficios, sino de oportunidades

¿Por qué el mundo es tan desigual? La riqueza de unos países contrasta con la pobreza de otros, y dentro de un mismo país también existen desigualdades.

Sólo las sociedades más simples y primitivas no han sido desiguales, por lo que la desigualdad es inherente al crecimiento y al aumento de la complejidad.

Los ideales de igualdad se basan en motivos muy nobles pero luchan contra la esencia misma de la sociedad. La complejidad implica reparto del trabajo, lo que a su vez conlleva diferentes skills, esfuerzos, capacidades, motivaciones. En esa complejidad es muy difícil encontrar el ideal de "igualdad". ¿Qué es ser iguales? ¿Ganar lo mismo, disfrutar de privilegios sin importar tu contribución al grupo?

Igualdad de beneficios no es lo que realmente necesitamos, lo que necesitamos es igualdad de oportunidades y justicia en el reconocimiento del esfuerzo y la contribución de cada uno.

lunes, 8 de junio de 2020

Cuánto cuesta un café

Tomarse un café, leyendo el periódico, en un bar, es uno de esos pequeños placeres cotidianos que más disfruto. Con el confinamiento, claro, hace tiempo que no lo hago, y lo sustituyo con el sucedáneo de tomar el café en casa leyendo el periódico por Internet.

Pero, confinamientos aparte, ¿qué nos dice de nuestra sociedad el precio de ese café en el bar?

Ese café es cultivado en América, o en África, o en algún otro remoto lugar del mundo. Es transportado por barco, procesado en algún país occidental, envasado, transportado al punto de venta local. Hace falta una máquina que te lo prepare, con todo su aroma, con la temperatura adecuada, una máquina que no sé donde se habrá fabricado. Hasta aquí tendríamos los inputs externos, pero también hay que considerar los inputs locales, esto es, el local que nos ofrece este servicio, el trabajador que lo prepara...

Ese expreso doble, que es lo que me gusta tomar estos días, me cuesta alrededor de dos libras en Inglaterra, donde vivo, debe estar entre un euro y un euro y medio en España. Todo ese proceso que he descrito antes se reduce a la información que está detrás de este precio: €1.5.

Los agricultores mal pagados en Centroamérica, la contaminación generada por el transporte, el procesado y envasado, los salarios bajos de los camareros, los impuestos pagados, o no pagados, en los diferentes países por los que ha transitado este producto y servicio...

Cuando hablamos del Estado de Bienestar, cuando hablamos del ingreso mínimo, algo que acaba de ser aprobado en España, no somos conscientes de los cimientos de ese supuesto Estado del Bienestar, unos cimientos que hunden sus raíces en un sistema que es sostenido por una desigualdad a escala global. No la vemos, no está cerca de nosotros, o si lo está nos hemos acostumbrado a ella y no la apreciamos.

El bienestar implica tomarse un café a un precio razonable en un sitio agradable. Pero por desgracia estamos en un juego de suma cero, en el que el bienestar de unos supone el malestar de otros.

El desafío es convertir este juego de suma cero en un juego win-win, de suma positiva.


sábado, 23 de mayo de 2020

20 años no son nada

Antes del siglo XX los músicos vivían de sus actuaciones en directo. No había otra forma de vender sus servicios.

El disco de vinilo se empezó a comercializar en 1930. Esto supuso una revolución en la música, porque por primera vez se podía "empaquetar" y venderla. Esto creó una industria que aun hoy pervive, aunque ha tenido que pasar por diferentes fases debido los sucesivos cambios de formatos: principalmente casetes, CD´s y ahora, la música digital, que no requiere un formato físico para ser vendida.

Los ingresos de la industria de la música llegaron al pico en los 90, justo antes de la llegada de los formatos digitales. Los ingresos hoy de esta industria es un poco más de un tercio de lo que fueron hace apenas 25 años.

Crisis y reinvención debido a los avances tecnológicos, esto es por lo que han tenido que pasara músicos y discográficas. Ahora los ingresos viene de YouTube, de Spotify, de Amazon Music, de Apple Music... Y muchas más actuaciones en directo, como antes.

Unos avances que yo, como consumidor, disfruto, porque ahora tengo a mucha más música que antes, por un gasto parecido (pago un cuota mensual por los servicios de una de las empresas que proporcionan música en streaming).

Esta historia se va a repetir muchas veces en el futuro cercano, con otros tipos de industrias y trabajos. Por ejemplo, todo lo relacionado con el transporte, desde camioneros a taxistas, va a ser reemplazado por sistemas de conducción autónomos. Y no sucederá de la noche a la mañana, sucederá poco a poco, casi sin darnos cuenta, hasta que veinte años después, que pasan muy rápido, ¡pum!, estamos sencillamente en otra realidad.

viernes, 22 de mayo de 2020

El fin del dinero en metálico

El fin del dinero en metálico está más cerca. El Covid-19 lo va a acelerar, la gente no va a querer utilizar los billetes y las monedas que han pasado por no se sabe cuantas manos.

Yo no lo voy a echar de menos, lo utilizo ya muy poco. Los cafés, la zona azul, las compras pequeñas y por supuesto las grandes. Todo lo hago utilizando la tarjeta, sólo utilizo el metálico cuando no tengo más remedio.

Descanse en paz.

jueves, 21 de mayo de 2020

Peligros al volante

Hay personas que llegan a puestos relevantes, tanto en la política como en la empresa, por inercia. Una buena apariencia, buenas dotes de comunicador, inteligencia aceptable, venir de buena familia o tener un currículum aceptable, puede bastar para llegar a ser presidente de una multinacional o de un país. No ser realmente bueno para el trabajo puede hasta pasar inadvertido, ya que la persona en cuestión puede camuflarlo si ha sabido rodearse de personas capaces.

Esta fórmula funciona cuando la realidad es más o menos estable. Se trata de activar la velocidad de crucero y disfrutar del viaje.

El problema es cuando el contexto cambia radicalmente, como es el caso en esta crisis del Covid-19. No hay libro de instrucciones ni para políticos ni para empresarios, y la capacidad de tomar las decisiones más sensatas sobre la marcha es fundamental en la supervivencia de una empresa o de una nación.

Así, que... que la lotería de quién nos ha tocado como mandamás nos pille confesaos...

viernes, 15 de mayo de 2020

Trabajar desde casa, ventaja competitiva

Nunca me ha gustado trabajar en casa. Me gusta separar claramente mi hogar y las implicaciones que tiene de familia, de descanso, de "mi tiempo"...

EL trabajo tiene implicaciones de estrés, de preocupaciones... Puede ser interesante, pero es necesario marcar una línea entre ámbos mundos.

Pero hay que aprender a manejarla, ya que este curso acelerado de trabajo desde casa está demostrando que es posible hacerlo de una forma razonablemente productiva y que es beneficiosa desde diferente puntos de vista.

Ahora falta que las empresas sean lo suficientemente maduras y flexibles para adaptarse a este nuevo paradigma. Las empresas que sean capaces de ser productivas en este contexto tendrán una ventaja competitiva importante.

martes, 12 de mayo de 2020

Volver a la España vacía

La crisis del Covid-19 va a incrementar la proporción de personas que trabajan desde casa y podría ser una oportunidad para, poco a poco, volver a ocupar los pueblos del interior. Para que algo así suceda hacen falta infraestructuras, desde colegios a ambulatorios u hospitales. Pero en muchos casos esta infraestructuras existen, o porque las autonomías realizaron inversiones por encima de sus capacidades o porque las tienen para dar servicios a la gente que llena los pueblos por unas pocas semanas durante las vacaciones estivales.

Una España mejor distribuida es una España más agradable, más robusta, más interesante.

Ojalá que los gobiernos vean este movimiento como una oportunidad y favorezcan este movimiento con las medidas adecuadas.

(Qué iluso soy, pensar que los políticos piensan de forma estratégica y toman medidas que vayan en contra de sus intereses de partido...).

miércoles, 22 de abril de 2020

Crisis re-loaded

Las crisis se están cebando en todos nosotros. La financiera del 2008, de la que todavía sentimos sus efectos, la crisis ecológica sobrevolando como un buitre carroñero, ahora nos está pegando bien fuerte la del Covid’19…
Yo disfruté de un periodo de relativa calma, entre mediados de los 90 y finales de la primera década del siglo XXI, justo el periodo en el que me incorporaba al mercado de trabajo y mi percepción ha sido la de que la estabilidad es la norma. Pero no. Simplemente he sido un tipo, junto a todos los de mi generación, con suerte.
Lo más normal son las situaciones de crisis. Entre mediados de los 70 y principio de los 80 el sistema político en España se re-ajustó, con final feliz, al mismo tiempo que una crisis económica galopante re-dibujó la industria y el mercado de trabajo. Entre los 40 y los 60 hubo “estabilidad política”, pero estabilidad del estilo “por mis cojones”, gracias a los servicios de la dictadura franquista, al tiempo que la sociedad y la economía experimentó un cambio radical, del campo a la industria y la ciudad, una transformación que no somos capaces de aprehender en lo relativo a las tensiones que provocó.
Años antes, una terrible guerra fue el colofón de una república que no superó las tensiones sociales, económicas y políticas derivadas de la desigualdad y la pobreza.
Y así, paulatinamente, podríamos seguir hasta el momento en el que la falta de mamuts empujaba a la tribu a iniciar la búsqueda de mejores tierras para sobrevivir.
Las crisis son la norma.

lunes, 20 de abril de 2020

La orilla de la playa se está alejando...

Esta crisis va tener consecuencias muy diversas: desde la natalidad a los divorcios, efectos en la psicología de las personas, en nuestras costumbres, en el medio ambiente, la terrible crisis económica que vamos a sufrir…
Algunos de esos cambios no son inmediatos, porque serán la consecuencia de un efecto dominó que es difícil prever, y será ahí donde estarán los efectos más devastadores o transformadores.
Un ejemplo es la crisis que están sufriendo las empresas que extraen crudo. No pueden almacenar más, la demanda ha caído tanto que tienen que parar de producir. La producción de petróleo está gestionada por los grupos más poderosos que controlan la economía global y las decisiones de los que tienen tanto dinero y poder tienen un gran efecto multiplicador. Las tensiones en este area pueden provocar guerras, por ejemplo, pero también podríamos ir en otra dirección, como que el hundimiento de estos conglomerados empresariales acelere la adopción de energías más limpias, desde el coche eléctrico a energías eólicas, o que provoque una vuelta a la inversión en energía nuclear (algo que no tiene que ser malo de por sí).
El impacto más importante no vendrá con la primera oleada. Me recuerda a un maremoto, ahora estamos en la fase en la que la orilla de la playa se está alejando decenas, centenares de metros. Somos conscientes de que algo gordo va a suceder y corremos hacia el interior para evitar la gran ola que se avecina…

sábado, 18 de abril de 2020

Llegó la hora de la semana laboral de 4 días

Las consecuencias económicas de la crisis en la que estamos inmersos tienen que acelerar los cambios que se estaban avecinando.
Uno de ellos es la semana laboral de 4 días. Hasta los años 20 del pasado siglo no se empezó a instaurar el descanso de dos días a la semana, una práctica que tardaría varias décadas en extenderse. Tras 100 años de desarrollo tecnológico y globalización toca revisar esta práctica, la crisis actual puede ser la excusa para incrementar el descanso semanal un día más. 
Podría ayudar en la recuperación económica, al repartir el trabajo existente entre más gente, y generaría beneficios relacionados con la conciliación laboral y el disfrute del rato que pasamos todos nosotros en ese puñetero planeta.
Así que legisladores del mundo, atreveros a renovar el patio.

martes, 14 de abril de 2020

Mataderos y coches negros

“Puede elegir el color que quiera, siempre y cuando el color sea negro”.
Algo así dijo Henry Ford sobre el Ford Modelo “T”. Sólo estaba disponible en negro, y la razón era que éste era el color (“Japan Black”) que más rápido se secaba, porque el método de producción que su empresa había desarrollado era tan eficiente que era el secado de la pintura lo que lo ralentizaba.
La línea de ensamblaje, un concepto tan natural y evidente hoy en día, fue desarrollado por los ingenieros de Ford durante años de iteraciones, pruebas y errores, idea que surgió a partir de la visita que uno de ellos, William “Pa” Klann, realizó a un matadero.
En el matadero observó como las animales eran “desensamblados” , con el animal colgado de una cinta y los operarios realizando de forma eficiente y rápida tareas repetitivas. William, de vuelta al trabajo, le comentó la idea de hacerlo al revés para construir un coche.
Ideas que evolucionan, unas a partir de otras, de un area a otra. Y de paso, efectos colaterales inesperados, como el color negro que invadió durante años las calles.

domingo, 29 de marzo de 2020

Macro vs Micro

Cuando estudiaba en la Universidad teníamos dos asignaturas diferentes: Microeconomía y Macroeconomía. La primera está centrada en las “matemáticas y la lógica” de la empresa, la segunda en la de la economía de un país. 
La que más me gustaba era la segunda, supongo que por mi inclinación hacia los aspectos más sociológicos de la realidad. Me intriga el comportamiento de la sociedad en su conjunto, y la economía es un aspecto fundamental de ésta.
Cuando se observa a la sociedad en su conjunto percibes movimientos que no pueden derivarse directamente de los comportamientos individuales, y ayuda a entender mejor las causas y los efectos de lo que sucede o lo que ha sucedido o lo que sucederá. Pero esta visión es más impersonal, dejas de ver a los individuos como personas, se convierten en seres anónimos, hormiguitas sin nombre, sin rostro.
La Macroeconomía te habla de inflación, de nivel de paro, de producto interior bruto, de subidas o bajadas de interés. Pero cuando ves los gráficos de como interactúan y la demanda no visualizas colas del paro, al intimidarte director del banco poniendo presión al empresario que no ha pagado un par de cuotas del préstamo, a los almacenes repletos de stock esperando a unos precios más adecuados para vender la mercancía, a la familia que no llega a final de mes, acuciada por unos salarios que no crecen al mismo ritmo que la inflación.
Que conste que no hablo para nada mal de materias como la Macroeconomía, ya que son absolutamente necesarias. Solo hago constar la dificultad de mantener los dos puntos de vista a la vez, y al mismo tiempo la necesidad de ver la realidad con una óptica “Macro” para entenderla mejor.
Con una óptica “Macro”, la terrible realidad de la crisis del Covid-19, con sus muertes y su impacto económico en millones de familia, se convierte en un proceso histórico que transformará la sociedad de una forma que todavía no somos capaces de entender, un tratamiento de shock que tendrá repercusiones al principio negativas, pero de la que seguramente saldrán también cosas positivas, por su impacto en el medio ambiente, en la renovación de empresas, de formas de trabajar, de formas de entender la vida.

lunes, 23 de marzo de 2020

Individuo frente a la masa

La reacción de muchas personas ante las imágenes de los estantes vacíos de los supermercados es de indignación, y acusan a todos los individuos que han osado acabar con esos productos de egoístas e insolidarios.
Pero no nos damos cuenta de que todos y cada uno de nosotros hemos contribuido a acabar con esas existencias, sin asignarnos ese “egoísmo” o “insolidaridad” a nosotros mismos. No, los cabrones son los otros…
La razón de no considerarnos “egoístas” o “insolidarios” es que no lo somos, pero tampoco la gran mayoría de la “masa”. La inmensa mayoría de las personas se han comportado de forma cívica y han comprado lo que es necesario para sus hogares, sin abusar. Muchos podrán echarme en cara videos de comportamientos aberrantes pero son excepciones. 
Algunos productos se están acabando pero principalmente porque todos vamos al mismo tiempo a comprarlos. No por egoísmo, no por insolidaridad. Es por pura estadística. Es por nuestra incapacidad de distinguir entre el comportamiento de un individuo y el comportamiento de la “masa”. Son cosas diferentes. 
Cuando estudiaba economía me explicaron la falacia de pensar que lo que es bueno para uno tiene que ser bueno para todos. El ejemplo era ahorrar. Que una persona consiga ahorrar dinero para él y su familia es bueno, ya que les prepara para futuros imprevistos o prepararse para el invertir en activos especialmente caros, como una casa. Y en principio puede ahorrar todo lo que quiera, es cosa suya cuanto tiempo quiere diferir el disfrute de su dinero. Pero si todo el mundo ahorra en exceso es malo para la economía, ya que si la gente no gasta las empresas no tienen ingresos, no contratan más personas, no producen más. Un comportamiento razonable y en principio beneficioso para un individuo no tiene porque ser bueno para el conjunto, para la masa. 
Algo parecido sucede con la situación actual. El simple hecho de comprar una caja de huevos para un solo individuo es razonable, pero hacerlo todos a la vez deja sin existencias a los supermercados. La forma de solucionarlo es crear nuevas normas para gestionar este incremento de tráfico, algo así como que los que nacieron en meses impares pueden ir los lunes al supermercado, los que nacieron en meses pares pueden ir los martes. Pero estas normas, aunque pueden surgir de forma espontánea en algunos casos, tienen que ser diseñadas por los gobiernos, que para eso están.
Pero no acusemos a toda la gente de insolidaridad, porque no es cierto. La mayor parte de la gente se está comportando de una forma muy cívica (al menos por ahora).

domingo, 22 de marzo de 2020

Criogenización de la Economía

Paremos todos los pagos que sea posible: hipotecas, suministros, impuestos… Es la única forma de sobrevivir a una crisis como la actual, donde empresas, personas y Estados dejan de tener ingresos. Tenemos que reducir al mínimo las constantes vitales de la Economía, porque sino los efectos sociales de este virus van a ser mas duros y duraderos que sus efectos físicos.