jueves, 9 de abril de 2020

Bases hipnóticas del psicoanálisis

Freud experimentó durante años con la hipnosis, una técnica novedosa allá por la segunda mitad del siglo XIX. Al final la abandonó, frustrado porque no podía hipnotizar a todo el mundo, y porque pensó que en realidad el truco estaba en dejar hablar al paciente para que afloraran sus pensamientos subconscientes. También se centró en desentrañar los sueños, ya que pensaba que eran manifestaciones de la parte más oculta de las mentes de sus pacientes.
Así que desarrollo su propia técnica, lo que acabó llamando “psicoanálisis”. La estereotipada imagen del psicólogo sentado tras un paciente recostado en un sofá es una reminiscencia de los métodos que se utilizaban entonces para hipnotizar a la gente.
Hoy en día la hipnosis es más conocida por sus apariciones televisivas que por sus aplicaciones científicas y el psicoanálisis ha evolucionado hasta convertirse en una herramienta fundamental de la psicología de hoy en día.
Un ejemplo más de como experimentar y fallar con algo es una fase necesaria en el desarrollo de ideas nuevas.

miércoles, 8 de abril de 2020

CoVid-19, inmigrante irregular

Este virus deja en evidencia el artificio de las fronteras, de las identidades nacionales, del patrioterismo. Seres humanos de todos los continentes, de todas las religiones, de todas las orientaciones políticas, sexuales o futboleras lo sufren por igual. Un ser microscópico que nos recuerda que somos más parecidos de lo que pensábamos, que somos ya una aldea global, que esto de la globalización no es un concepto retórico o ambiguo, es una realidad palpable, medida en número de contagios o, por desgracia, en número de muertos.
Amenazas globales como el calentamiento global, el hambre, o las pandemias requieren de acciones globales. Espero que aprendamos algo de toda esta desgracia y empecemos a construir las bases para un gobierno mundial que nos ayude a lidiar con estos problemas en el futuro.

martes, 7 de abril de 2020

Lo Cotidiano, lo Inaudito

Hace poco hemos visto en casa “Unorthodox”, una serie de Netflix que cuenta la historia, basada en hechos reales (con licencia creativa), de una chica de una pequeña secta ultraortodoxa judía que vive en Nueva York y escapa de su matrimonio y de su entorno para irse a vivir a Berlin.
Esta serie aporta elementos que la ayudan destacar de entre la abrumante cantidad de series que te provocan largos y sostenidos bostezos. Por una parte te enseña la inquietante realidad de una secta anclada en el pasado, machista, con costumbres y vestidos pintorescos, ajena a las novedades que ofrecen las tecnologías.
Por otra parte, la chica protagonista al escapar se enfrenta a una nueva realidad, cotidiana y hasta aburrida para todos nosotros, pero fascinante para ella. Descubrir como se puede utilizar un buscador de internet, utilizar un móvil, ponerse unos pantalones vaqueros, bañarse en la playa. Prácticamente como si metieras a una persona de la Edad Media en una máquina del tiempo y te la trajeras para acá.
Ante tanto chorreo de series, que uno ya no sabe lo que mirar, ayuda a aprender otras realidades, y ofrece unos personajes diferentes, casi extraterrestres, con los que identificarse y olvidar por un rato el tedio de tanta cuarentena.

lunes, 6 de abril de 2020

Emociones disfrazadas de ideas

Las ideas pueden ser benignas, neutrales, malignas o simplemente aburridas, disfrazarse de pensamiento racional, de nacionalismos y patrias, de religiones, de conspiraciones, de chistes, de chismorreos, de resentimientos, de tertulias de café, copa y puro.
Se transmiten por el aire, por los oídos, por la vista, te impregnan, te abrazan con sus tentáculos, se enredan entre tus neuronas, contagian otros cerebros en función de su contexto histórico, social, económico y, sobretodo, emocional. 
Lo que transmiten en realidad no son ideas, esto es sólo una tapadera, sino emociones y sentimientos. Una idea yerma de emoción tendrá poco éxito reproductivo, para extenderse necesita impregnarse de ese algo que llega al corazón del receptor, que le ayuda a identificarse, que le despierte ternura, miedo, satisfacción u odio.
Si lo consigue, estás contagiado.

domingo, 5 de abril de 2020

De Narices y Genitales

Wilhelm Fliess fue un otorrinolaringólogo amigo de Sigmund Freud que defendía la pintoresca idea de que hay una conexión entre la nariz y los genitales de las personas, y proponía incluso operaciones nasales para arreglar temas sexuales.
También desarrolló una teoría “bio-numérica“ y calculó que su amigo Sigmund moriría en 1904 a los 51 años. Falló por mas de tres décadas, Freud murió en 1939 a los 84, mientras el imaginativo de Wilhelm murió más de diez años antes.
Sus ideas cayeron en el olvido, menos una, la de los Biorritmos. Todos hemos oído hablar de esto de los “biorritmos” y todavía hoy tiene cierto halo de científicos, pero la realidad que este concepto no ha pasado el filtro de la ciencia, los diversos análisis realizados muestran que no tiene más poder predictivo que el puede atribuirse al propio azar. 
Así que Wilhelm no dio ni una a derechas, podría pensarse, pero hay que reconocerle su creatividad y su capacidad de aparecer, 100 años después, en las Wikipedias y en este blog.

sábado, 4 de abril de 2020

Historias e Incertidumbres

Desde que el ser humano desarrolló el lenguaje nos hemos contado historias los unos a los otros. Primero alrededor del fuego, describiendo como fue la caza del día, recordando las historias que les contaron los abuelos, imaginando lo que había al otro lado de las montañas. 
Entonces llegó la invención de la escritura, la imprenta, la radio, el cine, la televisión, YouTube y Netflix, y eso de contar historias evolucionó de forma vertiginosa, con sus diferentes formatos, ritmos y formas de difusión.
¿Cómo ser original en este contexto? Seguro que cualquier cosa que quieras contar ha sido ya contada. Puedes cambiar los personajes, el orden de los sucesos, el momento histórico, pero al final lo que cuentas es la evolución de algo pre-existente. Hay quien dice que sólo hay 4 tipos de tramas, otros que 5, otros que 7, puede que 12. El número en sí es lo de menos, pero al final lo que escribas va sobre el enfrentamiento del bien y del mal o sobre el cambio que experimenta una persona, sobre viajes, búsquedas, retornos…
Es difícil sorprender, y eso lo notamos cuando, a pesar de todo el contenido que está al alcance de nuestros dedos, pasamos un cuarto de hora en Netflix tratando de encontrar algo que nos apetezca ver, para acabar o apagando la tele o viendo algo con desgana.
Pero hay algo que siempre va a estar ahí como un ingrediente al que hay que sacar partido. La incertidumbre. Si lo comparamos con otra forma de entretenimiento, el fútbol, se puede entender mejor. Hoy en día el fútbol no es un deporte, es un espectáculo. O pones una serie de TV o pones el partido. Son competidores en busca de tu tiempo, y el fútbol, como las series de TV, cuentan historias. Y a pesar de haber visto el Madrid-Barcelona decenas de veces, quieres volver a verlo, a pesar de haberlo visto antes, de que los personajes sean los mismos (es la lucha del bien contra el mal, cada uno elige el lado de los buenos), que la trama se repita. El ingrediente que te tiene atrapado es la incertidumbre del resultado.
O por lo menos, la ilusión de incertidumbre. Y eso es un ingrediente fundamental en una buena historia.

viernes, 3 de abril de 2020

Des-ayuno, Break-fast y los memes voladores

Las palabras muchas veces esconden otras palabras. Por ejemplo, desayunar significa lo contrario a ayunar: des-ayunar. 
Lo interesante es que como se comparte el “concepto” en otras lenguas. En inglés es romper el ayuno: break-fast. Pero utilizando palabras de origen, aparentemente, diferente. 
En este caso el “meme” de parar el ayuno nocturno a traspasado fronteras y sociedades. Interesante adivinar como sucedió…

jueves, 2 de abril de 2020

Fase 1 acabando, empezando Fase 2

El daño económico que esta crisis está provocando está a punto de manifestarse. Estas primeras semanas han sido más o menos llevaderas. Bromas, aplausos por las ventanas, altibajos con el estado de ánimo pero la gente ha estado bien. 
Pero el hemos llegado al final de mes, los pagos se acumulan, no hay ingresos y la mayoría de las familias están viendo como sus cuentas bancarias bajan a números alarmantes.
Y lo que es peor, con la incertidumbre de no saber cuándo o cómo va a acabar esto. Con la certeza de que todavía va a durar un buen número de semanas más.
Va ser complicado mantener el buen rollo en esta segunda fase…

miércoles, 1 de abril de 2020

Una semana de confinamiento al año

No se sabe todavía cómo ni cuándo, pero esta pesadilla tendrá un punto y seguido. Las consecuencias se sentirán por años, décadas, incluso siglos, ya que puede tener un efecto transformador y global.
Los seres humanos tenemos querencia con cosas como la de caer múltiples veces con la misma piedra, tanto es el gusto que tenemos por la mineralogía. Así que con el fin de recordar lo duro que es esto de confinarse y de paso suavizar la presión que ejercemos al medio ambiente y a los animalitos y a los pececillos, deberíamos implantar, a nivel mundial, una semana al año de confinamiento. Una especie de ayuno social colectivo, que nos ayude a levantar el pie del acelerador, mirar a los ojos a las personas con las que convivimos, disfrutar de todo lo bueno que nos rodea justo al alcance de nuestras manos, de recordar lo afortunados que somos con lo que ya tenemos.

martes, 31 de marzo de 2020

Y dale con las conspiraciones

Mira que la gente tiene ganas de echarle la culpa a los chinos, a los rusos, a los americanos o a los reptiles extraterrestres si se tercia. Lo encuentro en las redes sociales, pero también me viene a través de familiares y amigos.
Eso de que la realidad sea compleja, con multitud de fuerzas que interactúan cada una a su bola, sin propósito ni concierto, no mola. Focalizar la culpa ayuda a desahogarse, te da más apariencia de control porque si la razón última de nuestras desgracias se esconde detrás de un único culpable en principio basta con acabar con ese pedazo de cabrón.
Aunque pueda entender este tipo de reacción como un mecanismo psicológico “perdonable”, debemos de ser lo suficientemente maduros como para superar esta tendencia cuasi-infantil que no ayuda a descifrar la realidad y afrontarla con las medidas más adecuadas.

lunes, 30 de marzo de 2020

El alma del minino de Schrödinger

No está claro porqué Schrödinger eligió a un gato para su famoso y sádico experimento mental. Pudo elegir un perro, un conejo, un oso o, por qué no, incluso una persona. 
Aunque hay que recordar que el católico Schrödinger propuso este experimento como una forma de mostrar lo absurdo de algunas de las interpretaciones de la física cuántica, esa dualidad estoy vivo/estoy muerto hubiera sido un tanto incómoda si hubiera elegido a una persona en lugar de a un animal. A las dudas cuánticas habría que haberle añadido las teológicas. ¿Cómo puede un ser humano estar vivo y muerto ala vez? ¿Qué pasa con su alma? Menudo lío…
Con un animal no hay problema, ya que para la Iglesia Católica “el alma de los animales no es como la de los seres humanos, porque no tiene una tendencia la vida espiritual, de reconocimiento personal De Dios”. Es algo así como un alma de segunda categoría, con menos prestaciones, ideal para ser manipulada en sesudos experimentos mentales.

domingo, 29 de marzo de 2020

Macro vs Micro

Cuando estudiaba en la Universidad teníamos dos asignaturas diferentes: Microeconomía y Macroeconomía. La primera está centrada en las “matemáticas y la lógica” de la empresa, la segunda en la de la economía de un país. 
La que más me gustaba era la segunda, supongo que por mi inclinación hacia los aspectos más sociológicos de la realidad. Me intriga el comportamiento de la sociedad en su conjunto, y la economía es un aspecto fundamental de ésta.
Cuando se observa a la sociedad en su conjunto percibes movimientos que no pueden derivarse directamente de los comportamientos individuales, y ayuda a entender mejor las causas y los efectos de lo que sucede o lo que ha sucedido o lo que sucederá. Pero esta visión es más impersonal, dejas de ver a los individuos como personas, se convierten en seres anónimos, hormiguitas sin nombre, sin rostro.
La Macroeconomía te habla de inflación, de nivel de paro, de producto interior bruto, de subidas o bajadas de interés. Pero cuando ves los gráficos de como interactúan y la demanda no visualizas colas del paro, al intimidarte director del banco poniendo presión al empresario que no ha pagado un par de cuotas del préstamo, a los almacenes repletos de stock esperando a unos precios más adecuados para vender la mercancía, a la familia que no llega a final de mes, acuciada por unos salarios que no crecen al mismo ritmo que la inflación.
Que conste que no hablo para nada mal de materias como la Macroeconomía, ya que son absolutamente necesarias. Solo hago constar la dificultad de mantener los dos puntos de vista a la vez, y al mismo tiempo la necesidad de ver la realidad con una óptica “Macro” para entenderla mejor.
Con una óptica “Macro”, la terrible realidad de la crisis del Covid-19, con sus muertes y su impacto económico en millones de familia, se convierte en un proceso histórico que transformará la sociedad de una forma que todavía no somos capaces de entender, un tratamiento de shock que tendrá repercusiones al principio negativas, pero de la que seguramente saldrán también cosas positivas, por su impacto en el medio ambiente, en la renovación de empresas, de formas de trabajar, de formas de entender la vida.

sábado, 28 de marzo de 2020

Besarse y abrazarse, deporte de riesgo

Las culturas son diferentes. En los países latinos nos besamos y nos abrazamos más que en las culturas anglosajonas o en las orientales.
Esta idea puede ser fruto de los estereotipos, pero si fuera verdad la consecuencia sería que los latinos seguramente somos más propensos a infectarnos de virus del tipo del Covid-19. 
Si esta hipótesis fuera cierta implicaría que la gripe común tiene más incidencia en los países latinos. ¿Es esto cierto? He buscado, de forma superficial eso sí, y no he encontrado todavía ninguna estadística que corrobore o refute esta hipótesis.
Seguiremos buscando.

viernes, 27 de marzo de 2020

El Karma del Planeta nos ataca

Ya he empezado a leer artículos que giran sobre la idea de una planeta, un “Gaia”, vengativo, que ataca a los seres humanos como consecuencia de lo mal que nos estamos portando, en este caso a través del Covid-19.
Es enternecedora la necesidad que algunas personas tienen de encontrar entes sobrenaturales que de forma más o menos consciente actúan en determinada dirección para ajustarnos las cuentas. 
Esta necesidad está relacionada con la búsqueda de significado y sentido a la compleja realidad que nos rodea, la necesidad de ajustar esta realidad a nuestra propia existencia. 
Entiendo esta necesidad, porque ayuda a sentirnos un poco menos solos y frustrados, pero reconozco que cuando escucho a alguien decir cosas como “todo sucede por una razón”, me pongo de los nervios.
Porque creo que es mejor reconocer que el mundo no gira en torno a nosotros, que muchas veces lo que te acaba influyendo obedece a fuerzas ajenas a ti, que no saben ni quien eres ni les importa un pimiento, ni tienen una “conciencia” ni un plan maquiavélico para ajustar cuentas con el Universo.
Y no creo que este pensamiento se más deprimente, sino todo lo contrario, es más liberador. Lo contrario tiene un punto de infantil, de dependencia en entes superiores que saben más que nosotros, de sumisión a esos supuestos poderes ocultos. Reconocer que somos pequeñitos e indefensos es más realista, pero al mismo tiempo te hace más consciente de tu capacidad de actuación y te hace valorar más la suerte que tienes de vivir y respirar y disfrutar de este mundo.
Así que no, el Covid-19 no es una respuesta vengativa de la Naturaleza a la sobre explotación que los seres humanos estamos ejerciendo sobre los recursos del planeta o una respuesta al cambio climático. El Covid-19 es la consecuencia de una mutación de un virus que afecta a los humanos más de lo normal, originado probablemente por las prácticas alimentarias en determinadas sociedades, amplificado por la superpoblación y por el desarrollo actual de las comunicaciones. Y tenía que pasar por pura estadística, el problema no era si iba a pasar, sino cuando. Nuestra falta de previsión ha hecho lo demás.

jueves, 26 de marzo de 2020

Colapso por estornudo

Ayer no pude evitar la tentación de retomar el libro de Jared Diamond, “Colapso”, que cuenta como diferentes civilizaciones, tras un tiempo de esplendor, se hundieron y prácticamente desparecieron. Mayas, Isla de Pascua, los noruegos que colonizaron Groenlandia… Las razones para estos colapsos, concluye Jared Diamond, están relacionadas con el abuso de los recursos naturales de la región en la que viven, vinculada a la sobrepoblación derivada de su propio éxito como sociedades.
Tengo que revisar el libro, pero creo que en la lista de razones no incluye la expansión de enfermedades como factor que contribuye al colapso de una civilización, punto que otros etnógrafos y arqueólogos destacan.
A la vista de los acontecimientos actuales, definitivamente los virus y bacterias deberían estar en la lista de razones para un colapso.

miércoles, 25 de marzo de 2020

Crisis histórica y mira en manos de quien estamos…

No es casualidad que algunos países tengan en estos momentos líderes del pelaje de Donald Trump, Boris Johnson y Pedro Sánchez. El mundo actual de Facebook, Tweeters y Tik Toks favorece que la política se convierta en un reality más, en un espectáculo que pide audiencia, likes y memes.
No es que los líderes de antes fueran mejores exactamente. Los anteriores eran la consecuencia de otras circunstancias, que giraban alrededor de las élites, las castas y la burocracia. Los de ahora son diferentes, con unos skills más adecuados para el mundo de las redes sociales en el que vivimos.
Y, fíjate tu, les ha tocado liderarnos en una época que tendrá su capítulo destacado en la Historia.
Manda huevos.

martes, 24 de marzo de 2020

El Teólogo Occam

La navaja de Occam es una herramienta conceptual que usamos mucho los escépticos. Viene a ser algo así como “si hay una explicación que requiere menos variables para explicar un mismo fenómeno, esta explicación es la más probable”.
Nunca me pregunté quien era este “Occam”, mi sorpresa ha sido descubrir, leyendo sobre algo diferente, que el bueno de “William de Occam” era un teólogo del siglo XIV.
Así que, fíjate, una herramienta utilizada por científicos y escépticos, conceptualizada por un teólogo…

lunes, 23 de marzo de 2020

Individuo frente a la masa

La reacción de muchas personas ante las imágenes de los estantes vacíos de los supermercados es de indignación, y acusan a todos los individuos que han osado acabar con esos productos de egoístas e insolidarios.
Pero no nos damos cuenta de que todos y cada uno de nosotros hemos contribuido a acabar con esas existencias, sin asignarnos ese “egoísmo” o “insolidaridad” a nosotros mismos. No, los cabrones son los otros…
La razón de no considerarnos “egoístas” o “insolidarios” es que no lo somos, pero tampoco la gran mayoría de la “masa”. La inmensa mayoría de las personas se han comportado de forma cívica y han comprado lo que es necesario para sus hogares, sin abusar. Muchos podrán echarme en cara videos de comportamientos aberrantes pero son excepciones. 
Algunos productos se están acabando pero principalmente porque todos vamos al mismo tiempo a comprarlos. No por egoísmo, no por insolidaridad. Es por pura estadística. Es por nuestra incapacidad de distinguir entre el comportamiento de un individuo y el comportamiento de la “masa”. Son cosas diferentes. 
Cuando estudiaba economía me explicaron la falacia de pensar que lo que es bueno para uno tiene que ser bueno para todos. El ejemplo era ahorrar. Que una persona consiga ahorrar dinero para él y su familia es bueno, ya que les prepara para futuros imprevistos o prepararse para el invertir en activos especialmente caros, como una casa. Y en principio puede ahorrar todo lo que quiera, es cosa suya cuanto tiempo quiere diferir el disfrute de su dinero. Pero si todo el mundo ahorra en exceso es malo para la economía, ya que si la gente no gasta las empresas no tienen ingresos, no contratan más personas, no producen más. Un comportamiento razonable y en principio beneficioso para un individuo no tiene porque ser bueno para el conjunto, para la masa. 
Algo parecido sucede con la situación actual. El simple hecho de comprar una caja de huevos para un solo individuo es razonable, pero hacerlo todos a la vez deja sin existencias a los supermercados. La forma de solucionarlo es crear nuevas normas para gestionar este incremento de tráfico, algo así como que los que nacieron en meses impares pueden ir los lunes al supermercado, los que nacieron en meses pares pueden ir los martes. Pero estas normas, aunque pueden surgir de forma espontánea en algunos casos, tienen que ser diseñadas por los gobiernos, que para eso están.
Pero no acusemos a toda la gente de insolidaridad, porque no es cierto. La mayor parte de la gente se está comportando de una forma muy cívica (al menos por ahora).

domingo, 22 de marzo de 2020

Criogenización de la Economía

Paremos todos los pagos que sea posible: hipotecas, suministros, impuestos… Es la única forma de sobrevivir a una crisis como la actual, donde empresas, personas y Estados dejan de tener ingresos. Tenemos que reducir al mínimo las constantes vitales de la Economía, porque sino los efectos sociales de este virus van a ser mas duros y duraderos que sus efectos físicos.

sábado, 21 de marzo de 2020

Ventaja Religosa-Competitiva

Hace unos días fue el día de San Patricio y he visto un documental sobre este santo, patrón de los irlandeses, que impulsó el Cristianismo en aquella isla en el siglo V. 
El documental publicado en Netflix y producido desde algún grupo católico, es complaciente con la figura del santo, lo ensalza y no hay ni pizca de espíritu crítico, pero ayuda a entender el contexto de la época.
Irlanda está poblada por un mejunje de tribus paganas con querencia por lo salvaje. Al obispo Patricio llega con una misión personal para evangelizar a aquellas gentes. Él mismo fue esclavo años antes en ese territorio, cuando fue capturado en la isla de Bretaña por unos saqueadores irlandeses, lo que le permitió conocer aquella cultura y lengua antes de que pudiera escapar de allí.
Hay varios puntos que me llaman la atención, como las continuas llamadas de Dios que tiene el bueno de Patrick. Basándose en lo que él mismo dejo escrito, Dios mismo le indica que decisiones tomar o le anticipa lo que va a pasar. Entiendo que esto es seguramente una interpretación de sus propias acciones, en base a las firmes creencias que tiene, pero no puedo dejar de pensar en la posibilidad de inclinaciones esquizofrenicas…
Pero el punto que más me interesa en esta historia es más sociológico que psicológico: cómo se puede cambiar el sistema de creencias de un grupo a partir de la predicación. 
El punto de partida es la existencia de un “mercado de religiones” una expresión que leí en relación a la situación de la religión en Estados Unidos. Como español nacido en el siglo XX, es un concepto extraño, porque durante siglos el férreo control de la Iglesia Católica no ha permitido a las personas plantearse qué religión es la que más te interesa. “Católico-apostólico-y-romano”, y ya está. Pero Estados Unidos se originó como un refugio para minorías (cristianas) religiosas, y esa mentalidad ha perdurado hasta hoy en día, donde existen multitud de variantes del cristianismo, incluyendo muchas de su propia cosecha, como los mormones, pero también es normal que la gente profese otras religiones, desde el Islam al budismo, hasta la Cienciología.
El mundo anterior a las religiones monoteístas era un batiburrillo de dioses, espíritus y magias varias, con multitud de variantes locales, y con tendencia al sacrificio, a veces de animales, no pocas veces de humanos.
Y entonces llega el cristianismo y te lo simplifica. Un solo Dios. Bueno, más o menos, porque se liaron con lo de la Santísima Trinidad, seguramente por la inercia del politeísmo imperante hasta entonces. Pero de docenas de Dioses a quedarte entre 1 y 3, no está mal. Y no te exige sacrificios humanos (la historia de Abraham va sobre eso). Y parece que el tal Jesus dice cosas razonables…
Total, que los cristianos vendían un buen producto, para el contexto de la época, y esta fue seguramente una de las razones de su éxito. 
La cosa está en que, después de dos mil años, es normal, el producto se les ha quedado anticuado.